• Cotizaciones
    viernes 01 de noviembre de 2024

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Gustavo Salle en el Parlamento: “Con el cuchillo entre los dientes” pero dispuesto a luchar “dentro del sistema”

    Minutos antes de ir a votar, el candidato de Identidad Soberana mantuvo una entrevista con Búsqueda y mostró cierto pragmatismo sobre su ingreso al Parlamento; entiende que deberá pagar “derecho de piso” por su falta de experiencia, dice que tendrá un “criterio abierto” a la hora de dialogar con otros partidos y afirma que su discurso “afuera” tomará otras formas dentro del palacio

    Indi, Chacho y Frida. Así se llaman los tres perros de Gustavo Salle. Viven en el pequeño jardín al frente de su casa, en Carrasco, a dos cuadras de la rambla. “Dos son rescatados —cuenta a Búsqueda—. A la perrita la encontramos en la Ruta 102 y la salvamos de que la atropellaran los camiones. El otro andaba acá en la vuelta, los vecinos lo corrían, se ve que fue apaleado. Mi señora empezó a darle comida, es un perro muy acobardado y de a poquito se fue haciendo amigo. Un día entró y se quedó. Hace dos años que está acá y ya se hizo propietario de Carrasco. Se aburguesó”. Salle tuvo unos cuantos perros rescatados. “En mis 66 años se me murieron muchos. Hay muchísimos perritos tirados por ahí. Bueno, ese no es el problema mayor, está claro. Hay muchos seres humanos tirados en la calle. Incluso, niños”.

    El domingo 27 a las 17.15 Salle se prepara para ir a votar. No hay militantes ni medios de comunicación en la puerta de su casa. Se levantó temprano, por la mañana estuvo recorriendo circuitos en la periferia norte montevideana, después anduvo por el Reducto y visitó la Facultad de Ciencias Económicas. Volvió a su casa a almorzar y a darse una ducha antes de votar. Lo primero lo hizo. Lo segundo, no pudo, no paró de hablar por teléfono. Salle recibió a Búsqueda en el living de su casa, acompañado por jóvenes militantes, mientras atendía otra entrevista en la que, a los gritos, fiel a su estilo, explicaba que cuando llegara al Parlamento los medios se verían obligados a atenderlo “de otra manera” y que no toleraría episodios como el que vivió recientemente en Canal 12.

    Desde antes de que cerraran las urnas Salle se mostraba seguro de alcanzar la diputación que no consiguió cinco años atrás con el Partido Verde Animalista (PVA) y no ocultaba su ilusión de lograr una banca en el Senado. El “Sallazo”, que finalmente no ocurrió. Los casi 65.000 votos que cosechó le alcanzaron para dos bancas en Diputados. La primera es para él. La segunda sería, según declararía días después a El Observador, para su hija Nicole Salle, su suplente.

    Durante media hora, antes de subirse a la salleneta para ir a votar en el Colegio Santa Rita, habló de la campaña de Identidad Soberana, de su financiación, de cómo piensa manejarse en el Parlamento, y respondió a quienes lo señalan como un antipolítica y un antisistema. Obviamente, tiró munición gruesa a diestra y siniestra. Incluso habló de cuándo, a su juicio, se justifica la lucha armada. Lo que sigue es una síntesis de una entrevista improvisada en la que pronunció una sola vez cleptocorporatocracia.

    IMG_1007.jpg
    Gustavo Salle

    Gustavo Salle

    ¿Qué presencia tiene Identidad Soberana en este barrio?

    —No tengo información. Esta es una zona de clase alta. Montevideo es un reducto frenteamplista pero esta zona tiene arraigo blanco. En esta cuadra viven Pedrito Saravia y la hermana de Juan Andrés Ramírez, su esposa. Acá al lado vive Carlitos Bustin, el que le vendió el avión a Tabaré Vázquez en un palo y pico de dólares, que después se volvió a vender en 280.000 dólares.

    —¿Cómo fue su campaña en el interior?

    —Hicimos una muy linda recorrida con toda esta militancia joven que tenemos. El interior fue muy receptivo. Estuvimos en Artigas, Salto, Paysandú, Soriano, Colonia y Tacuarembó. También nos fue bien en Cerro Largo y Treinta y Tres. Hay algunos más flojos, como Durazno y Flores. El periodismo en el interior fue muy receptivo, muy afable y profundo. Me vine muy contento, si bien soy consciente de que el interior es de arraigo blanco y tiene unos problemas brutales en las intendencias, de clientelismo, falta de infraestructura.

    —¿Cómo vivió la recta final de la campaña?

    —Con alegría, con furor. Creo que las encuestadoras tenían un número desde antes y no lo estaban dando porque es una forma de generar opinión. Después no tuvieron más remedio que transparentarlo, para no quedar pegadas. Estamos preparándonos para festejar la banca de Diputados. El “Sallazo” sería el Senado, pero es un mundo de votos para un partido chico, emergente, un partidito que tuvo 20.000 dólares de gastos de campaña.

    —¿Cuánto puso usted de su bolsillo?

    —Hice un aporte de los votos del PVA, que correspondían después del acuerdo cumplido, de 50.000 dólares. También usé toda mi jubilación, que son 90.000 pesos por mes, durante siete meses. Y lo de las internas, 5.000 dólares más o menos.

    —¿Cómo armó su equipo de campaña?

    —Se arma con la gente que vino del PVA conmigo y con gente que se fue sumando, como Alejandra Carro y Marita (María Canoniero, candidata a vicepresidenta).

    IMG_1006.jpg
    La camioneta de campaña de Identidad Soberana

    La camioneta de campaña de Identidad Soberana

    —¿Cómo se imagina en el Parlamento?

    —Va a ser duro. (Entra un militante y saluda: “¿Senador, todo tranquilo?”. “Y, vamo a ver, hay que pelearla, ¿no?”, le responde). Va a ser duro porque el Parlamento y nuestro país están dominados por un partido único. Todo esto de la coalición, blancos, colorados, Frente Amplio es todo mentira. Es un verso. Ellos son el partido único del nuevo orden mundial, son la aplicación de la agenda 2030, es el statu quo del colonialismo, del imperialismo, del extractivismo, de la corrupción, del Estado narcoforestal. Sin Vidalín no había pasteras. Fueron el masón Tabaré Vázquez con el masón Vidalín que armaron todo para que viniera una pastera (UMP 2) en zona franca para que nosotros exportemos troncos.

    —O sea que usted va al Parlamento con el cuchillo entre los dientes…

    —Por supuesto.

    —¿Piensa moderar su discurso?

    —Bueno, voy a usar una terminología técnica. Yo no le puedo decir “contrato coimero”. Sí puedo decir (recita en tono jurídico) “conforme a los indicios de la metodología utilizada y la falta de consulta al pueblo, habría elementos que podrían hacernos pensar en una conducta criminal” (sonríe).

    —¿Tiene pensada una estrategia de alianzas o mantener diálogos con otros partidos para lograr sus objetivos o piensa desarrollar una acción esencialmente opositora?

    —Primero, total sinceridad, yo no tengo experiencia parlamentaria ninguna. Estuve tres veces en mi vida en el Palacio Legislativo. No sé lo que es la vida parlamentaria. Entonces, voy a ir a pagar un derecho de piso. Yo voy con un criterio abierto. Ahora…, si de repente tomamos conocimiento de que hay una nueva estrategia de terrorismo sanitario urdido por los sistemas de poder, lo voy a denunciar.

    —En un escenario de mayoría del Frente Amplio en el Senado pero no en Diputados, su bancada será fundamental. ¿Cómo piensa actuar?

    —Hay que ir sobre la marcha. No voy con ningún prejuicio. Ahora, si el Frente amplio sigue entregando la patria a la oligarquía y curtiendo a mentiras al pueblo, voy a decir: “¿Ustedes no se dan cuenta de que esta gente los engaña? (Eleva el tono). ¿No se dan cuenta de que han sido los peores operadores del imperialismo?”. Yo voy por esos barrios periféricos y veo el trabajo ¡perverso! que ha realizado el Frente Amplio y me quiero morir. Individuos que están destrozados y se ponen la 1001. ¡Si la 1001 entregó la patria, muchacho! ¡Si Óscar Andrade entregó! ¡Fernando Pereira entregó! Fue a Finlandia a aplaudir el contrato masónico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) americana. ¿Qué me venís a joder con la clase obrera si la entregaste de pie y manos? Pero una cosa es decirlo afuera y otra cosa es decirlo adentro. Cuando estuve con Andrade en Todas las voces, lo único que atinó a decir frente a esta argumentación es que yo era un loco. Como hace la izquierda y como hizo el alcahuete de Alfredo García en Canal 12. Voy a ver, de acuerdo a como salga la votación esta noche…, capaz que le tengo que agradecer (ríe).

    (Atiende el teléfono y le avisan que varios canales lo están esperando en el Colegio Santa Rita, el local de votación; corta y, entusiasmado, se lo cuenta a su equipo).

    —Usted sabe que en el Parlamento hay mucho cabildeo, se negocia para todo…

    —Por supuesto… Lo que sabemos es que hay unos pactos mafiosos asquerosos. ¡Y vamos a deschavar todo! (Vuelve a elevar el tono). ¡Lo confesó Mieres! ¡Nos dejó a todos perplejos Mieres con la confesión que hizo cuando el tema de Astesiano, que andaba lloriqueando por los rincones que el Frente Amplio… ¡Apañó todo eso y se calló la boca! ¡Porque lo que correspondía era un juicio político! Porque ¿quién era el jefe de la asociación para delinquir en la Torre Ejecutiva cuando tenés el servicio estratégico de inteligencia al lado de tu despacho? No me enteré, no sabía, pasé a saludar… Luisito… Tengo 66 años. No soy un viejo choto, ¡el jefe sos vos! Y para mejor, una fiscal dice que no se quiere inmolar. Ta bien, Gaby, si estás para jubilarte, ¿para qué te vas a inmolar? ¡Pero tu investigación es criminal, tapaste todo, querida!

    —Aparentemente, usted está de un lado y todo el resto del sistema político del otro. ¿Identifica algún aliado en el sistema político?

    —¡Todo el mundo está del otro lado! No, todos los aparatos políticos. La gente no. Ya lo van a ver. En aparatos políticos estoy yo de un lado y el resto del mundo del otro. Esa es la definición de cleptocorporatocracia. La gente se ríe y dice: “Este viejo inventó un término”. No, muchachos, es el sistema mundo, que domina todas las áreas de la vida. La humanidad está sojuzgada. En algunos lugares más que en otros. En algunos lugares se utiliza todo un sistema circense como este en el que vivimos nosotros. Es el poder de los megarricos, que son de izquierda, de derecha, judíos, católicos, musulmanes, ateos. Es el poder por el poder mismo. Es un puñado contra toda la humanidad.

    —¿Cómo le cae que le digan que es un antipolítica?

    —(Grita). ¿Pero cómo (le van a decir) antipolítica a un tipo que está en campaña electoral? Antipolítica es si vos vieras un (rifle) Kalashnikov acá arriba de la mesa. Usan esa palabra para manipular, para engañar, para atemorizar, para estigmatizar. ¿Antipolítica (le dicen) a un tipo que formó un partido?

    (“Si hubiera un Kalashnikov, es política”, acota uno de sus militantes, y él le responde: “Bueno, sí, pero sería una política antisistémica. Ahí sí, con un Kalashnikov te estás apartando del sistema, de las herramientas del sistema”).

    —Pero también lo definen como un político antisistémico…

    —Imposible. Estoy dentro del sistema y voy a luchar dentro del sistema. Lo cual no quiere decir que algún día la humanidad tenga que apelar a los métodos antisistémicos.

    —¿Cómo cuáles?

    —¡La vía armada! Quizá un día la humanidad tenga que rebelarse usando herramientas que están fuera del sistema. ¿Cuáles son esas herramientas? Las armas. Pero ya sabemos que la vía armada ¡también fue manipulada por la élite! Ya sabemos cómo se generó Al Qaeda, ya sabemos cómo fue por la Revolución rusa. ¿Qué ha pasado hasta el momento con quienes usaron las armas? Que después nos dimos cuenta de que quienes, eventualmente, dijeron que estaban fuera del sistema eran también el sistema. ¿Quién? El Pepe Mujica.

    —¿Pero en el caso uruguayo no hubo un proceso de transformación de las armas a las urnas?

    —La élite no se transforma. La élite es dura, consolidada, monolítica. Y siempre tiene un objetivo: tener bajo la pata a la humanidad. No hay fisuras. Al contrario, la élite te coopta a su agenda.

    —Pero usted sí vivió una transformación. Inició su militancia en el Frente, en el 26 de Marzo, y ahora está por entrar al sistema desde otro lugar, criticando al Frente.

    —¡No, no, no! (Grita). ¡Se transformó el Frente! Yo fui fundador del Frente con 13 años. ¡Yo no cambié nada, el que cambió fue el Frente Amplio! ¿Y sabés quién lo cambió? Un agente de la CIA, un masón, que el hermano vive acá a unos metros. ¡Tabaré Vázquez! La transformación no fue mía, fue del Frente Amplio, con un Partido Comunista y un MPP que te admiten contratos secretos de espaldas al pueblo.

    (“¿Y Odonne?”, pregunta uno de sus colaboradores, y él responde:¡Odonne! ¡Un tipo que te dice que el problema es entre el viejo pobre y el joven pobre! Bueno (mira a sus militantes), vamo a votar. (“Vamos”, le responden sus militantes).

    9869.jpg
    Gustavo Salle yendo a votar

    Gustavo Salle yendo a votar