Pero... ¿exactamente qué tipo de aparato es un dron? La palabra drone significa “zángano” en inglés —se les dice así por su particular zumbido— y, según el diccionario de la Real Academia Española —que lo castellaniza como “dron”—, es sencillamente una “aeronave no tripulada”. A nivel técnico también se los conoce con las siglas RPA (Remotely Piloted Aircraft) y VANT (vehículo aéreo no tripulado).
Un abanico amplio. En Uruguay, como en el resto del mundo, los drones son tanto juguetes como equipos de trabajo. Los primeros se pueden comprar hasta en supermercados, y los que se usan con fines profesionales están en venta en empresas proveedoras de estos equipos, tanto aquellas ubicadas en el país como en el extranjero.
Los precios van desde 790 pesos —el precio de un cuadricóptero mini en MercadoLibre, que puede volar hasta 30 metros del control remoto y no incluye cámara de fotos— a unos 115.000 dólares, que es el valor aproximado del dron que utiliza la empresa de servicios agropecuarios Agronegocios del Plata ADP.
En Tienda Inglesa, el modelo más económico es el Drone Parrot Rolling Spider, que cuesta unos 200 dólares, pero solo tiene un fin lúdico, pues sirve para tomar fotografías de baja resolución con su minicámara. Sin embargo por 589 dólares se puede comprar allí el PARROT Ardrone2 Jungle, un equipo que saca fotos y filma su vuelo en HD, y se puede comandar desde un smartphone o tablet usando la aplicación gratuita AR Free Flight.
A nivel empresarial, en Uruguay hay drones aplicados a la agricultura, forestación y ganadería, la filmación de eventos y producciones audiovisuales, y la seguridad, entre otros.la empresa Agronegocios del Plata ADP, que existe desde 2003 y en los últimos siete años apostó al desarrollo de drones como herramienta de trabajo, utiliza tres. El de mayor tamaño, “Arcángel I”, ronda los 115.000 dólares, tiene varias cámaras y es capaz de volar durante dos horas sin interrupciones, lo que le posibilita mapear varios campos durante ese tiempo.
Según informó a galería Valeria Sasso, gerente comercial y de marketing de ADP, Arcángel I, “es el UAV (Vehículo Aéreo no Tripulado) más grande que existe en Uruguay”. Fue realizado a medida, pues en 2008 técnicos de ADP presentaron un proyecto a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), que financió 75% del costo de diseño y construcción. El equipo está diseñado para desarrollar modelos en tres dimensiones, establecer alturas del terreno y brindar información sobre la capacidad de drenaje de los campos. Mide cuatro metros de ala y alcanza los 2.000 metros de altura.
“Uno de los servicios que se brinda gracias al uso de la tecnología aplicada al agro, es el de Agricultura por Ambientes, que permite identificar zonas de diferente potencial productivo. El potencial productivo de cada ambiente radica en la composición química y física del suelo, su profundidad total, capacidad de almacenaje de agua y grado de erosión, entre otras características. En este sentido, el dron es la herramienta para medir diversos parámetros del suelo. Las imágenes captadas se utilizan para trazar mapas que permiten definir, entre otras cosas, el tipo de semilla que conviene utilizar y el momento adecuado para la siembra”, detalló Sasso.
Otra uruguaya que apuesta al uso de drones para el agro es la ingeniera Victoria Alonsoperez, creadora de Chipsafer, un dispositivo para monitorear ganado y conocer en tiempo real sus principales indicadores. Alonsoperez se mudó este año a Brasil para trabajar junto a Santos Lab, una empresa que lleva diez años en el desarrollo de drones y tiene entre sus clientes a la Marina brasileña y a la papelera Klabin, la empresa más grande de papel y celulosa de Brasil, que los utiliza para monitorear su predio.
Luz, cámara, acción. En la industria audiovisual local, hasta hace pocos años las tomas aéreas eran privilegio de costosas películas de grandes estudios, pero hoy alcanza un pequeño aparato manejado a control remoto para lograrlas.
La productora audiovisual Dédalo Films, de Juan José Vázquez y Alejandro Ferrari, trabaja con tres drones desde su creación en 2013. Con ellos ha realizado trabajos para marcas, para los canales 10 y 12, para partidos en el Estadio Centenario —tienen el dron oficial de la AUF para los encuentros de la Selección— y para carreras en Maroñas Entertainment.“Desde el comienzo usamos drones de la marca DJI, que son como el Apple de los drones. Los dos mas pequeños son modelos Phantom 2 y 3, y los ofrecemos para trabajos con menor presupuesto y para volar en espacios reducidos. El más grande es el Inspire 1 y lo usamos para trabajos que requieren mayor calidad, porque cuenta no solo con el control del operador o piloto sino que también tiene un control y manejo independiente de la cámara, por lo cual el nivel de productividad y la calidad del producto final es muy superior a la de sus hermanos”, dijo Ferrari, que agregó que con esos equipos puede transmitir en vivo en calidad HD.
“En cuanto a los costos, varía según el trabajo, pues por lo general como productora, el dron es parte de un paquete. Pero podemos estimar que si un cliente quiere solo las imágenes de dron, el costo varía entre 300 y 700 dólares, dependiendo el tipo de dron y evaluando el tiempo de vuelo”, agregó.
Otro ejemplo es el de la empresa Bvirtual, que existe desde hace unos 15 años y en los últimos cuatro incorporó tres drones para realizar las filmaciones y fotografías aéreas. Antes de eso, Aníbal Bica, su propietario, tomaba las imágenes subiéndose él mismo a un helicóptero.
Primera exposición. Bica, socio fundador de la Asociación Uruguaya de Drones (AUD), estimó que en Uruguay se calculan unos dos mil drones, incluyendo a los de uso profesional y a quienes los tienen como un hobby, para jugar carreras, por ejemplo.
Bica fue uno de los organizadores de ExpoDrones Uruguay, la primera muestra nacional de RPA, que se realizó en enero en el Campus de Maldonado, y reunió a 25 empresas y organizaciones. ExpoDrones también estará presente en la Expoactiva de Soriano, que se realizará en marzo, y en mayo brindará una serie de seminarios en el Claeh.
“Ante la inminente llegada de esta tecnología, el objetivo de ExpoDrones Uruguay es ser el nexo entre las diferentes áreas —forestación, agricultura, seguridad, cine, televisión, entre otras— y trabajar junto a la Dinacia en el tema de la reglamentación para un uso responsable de su utilización”, dijo.
Futuro polémico. ¿Es posible imaginar un futuro en que los niños puedan llegar al colegio en vehículos controlados por control remoto? Por más que parezca ciencia ficción, esa es, por ejemplo, una de las actuales líneas de desarrollo en el mundo de los drones más sofisticados. De hecho, durante el prestigioso Salón de Electrónica de las Vegas (CES) en enero, la empresa china Ehang presentó un prototipo de dron capaz de transportar personas.
El vehículo se llama 184, que significa: una persona, ocho hélices y cuatro brazos, y el fabricante aseguró que solo tiene dos botones, uno para despegar y otro para aterrizar. Su forma de despegue es vertical —como los helicópteros—, por lo tanto no necesita de pista de aterrizaje extensa. La nave no es tripulada por el ocupante sino que sigue una ruta programada con anterioridad; puede volar a 96 km/h por 23 minutos continuos y aunque aún no tiene las autorizaciones de vuelo necesarias de las autoridades, incluye mecanismos y protocolos de seguridad, como una programación de autoaterrizaje en caso de emergencia.
Otro de los posibles usos de los drones es el que anunció Amazon hace pocas semanas: la empresa busca usar naves no tripuladas para entregar sus pedidos a partir de 2018. Para eso, como primer paso, Amazon obtuvo el permiso de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos para realizar pruebas, pero aún le restará lograr la autorización para poder brindar efectivamente este nuevo servicio. Igual que Amazon, la cadena de supermercados Walmart también solicitó el permiso para hacer las mismas pruebas con drones.
Estos anuncios reavivaron el debate en Estados Unidos sobre las leyes que regulan su uso, sobre todo teniendo en cuenta el contexto internacional y el hecho de que uno de los primeros usos con los que fueron conocidos masivamente estos aparatos fue como portadores de bombas.
En Holanda, por ejemplo, la policía está trabajando en un proyecto de entrenamiento con águilas para que capturen los drones que puedan suponer una amenaza. A pesar de que ya existen sistemas mecánicos para detectar y neutralizar drones, las águilas tienen garras y tarsos (parte trasera de la pata) muy poderosas que les permiten volar con objetos más pesados que ellas; esto, sumado al hecho de que esquivan instintivamente las hélices, las convierte en idóneas para la tarea.
Asimismo, la popularización de estas naves también ha generado una nueva salida laboral, pues si bien no tienen piloto a bordo, muchas veces sí necesitan de una personas que los controle. Así, ser piloto de drones ha surgido como un trabajo, y en Europa varios países han creado cursos para este fin.
Pero en el futuro, como ha sucedido con otros desarrollos tecnológicos, también traerá la reducción del tamaño de estos objetos. Según dijo a BBC Mundo John Villasenor, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de California, “la innovación se está viendo en muy pequeñas naves, tanto en tamaño como peso y en términos de su capacidad de vuelo y registro visual”. Quizás con esta herramienta, el sueño —y la pesadilla— de convertirse en un insecto y espiar donde no estamos invitados esté cerca de ser una realidad.
· Reglamentar el vuelo
La Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) reglamentó en agosto de 2014, mediante la resolución 291, cómo y dónde se pueden utilizar los drones en el territorio uruguayo.El texto divide a estos aparatos en tres categorías según su tamaño: los mayores (más de 260 kilos), los medianos (de 25 a 260 kilos) y los menores, que pueden pesar hasta 25 kilos. La reglamentación también detalla que siempre que estos equipos tengan un fin comercial —es decir, no meramente recreativo— deben inscribirse en la Dinacia, más allá de su tamaño.Sin embargo, medianos y mayores siempre requieren registro, sin importar el tipo de uso. Pero además los mayores deberán obtener una licencia aeronáutica en el departamento de Personal Aeronáutico, que también pertenece a la Dinacia y contar con seguro de responsabilidad civil, o seguro aeronáutico en el caso que se trate de aeronaves.Según informó la Dinacia a galería, desde que surgió la resolución hasta el momento solo se han registrado cinco drones como aptos para volar con fines comerciales, y hay otros tantos en trámite.Entre otras cosas, la normativa prohíbe las operaciones internacionales, el vuelo en áreas restringidas, sobre áreas pobladas o concentraciones de personas, y el vuelo en zonas de tráfico de aeropuertos y aeródromos.
· No son bienvenidos
El buen uso de los drones se ha encontrado en los últimos años con otras aplicaciones más polémicas. Un ejemplo del costado más controversial de los drones ocurrió en octubre de 2015, cuando uno de estos aparatos aterrizó en el jardín de la Casa Blanca pasada la medianoche. Su dueño fue detenido para averiguaciones, pero, según la prensa, se comprobó que se trató de un accidente. El aparato en cuestión fue un modelo de cuatro hélices, de 60 centímetros de diámetro, de los que usan generalmente los fotógrafos profesionales y amateurs para capturar videos aéreos.Otro caso que despertó alerta internacional sobre estos aparatejos ocurrió en Japón el año pasado, cuando un dron con supuestas arenas radiactivas aterrizó en la oficina del primer ministro, Shinzo Abe; y otro en 2013, cuando en la ciudad alemana Dresde cayó un dron cerca del lugar donde la canciller Angela Merkel pronunciaba un discurso.Más allá de la política, la potencial invasión a la vida privada de la mano de estos aparatos afecta especialmente a las celebridades, pues muchos paparazzi los han utilizado para obtener imágenes sin el permiso de los sujetos que las protagonizan. Tina Turner, por ejemplo, decidió hace dos años en Suiza, por fin casarse con su pareja, el productor musical Erwin Bach, con quien llevaba 26 años, pero su boda “secreta” fue retratada por dron de un paparazi, que logró tomar una instantánea de la pareja.Pero quizás uno de los episodios que más revuelo causaron fue la aparición en Estados Unidos de un video que mostraba un dron equipado con una pistola semiautomática, volando en el estado de Connecticut. Austin Haughwout, un joven de 18 años, estudiante de Ingeniería Mecánica de la Universidad Central de Connecticut, fue el autor del artefacto y quien subió a YouTube el video, donde se ve el aparato de cuatro hélices con un arma semiautomática adherida, que disparaba en medio de un bosque. El video pronto pasó los dos millones de visitas y sirvió para que la Administración Federal de Aviación estadounidense estudiara el caso y se implicara en la elaboración de normas para reglamentar el uso de drones.Otro de los casos más polémicos sucedió en una cárcel del Mansfield, Ohio, donde un dron sobrevoló los muros del penal y dentro de uno de los patios dejó caer un paquete con tabaco, marihuana y heroína.
GALERIA
2016-02-18T00:00:00
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