Es senador nacional de Argentina por el Frente Cívico de Córdoba desde el 10 diciembre del 2009. Desde el 2003 y hasta 2007 fue intendente de la ciudad de Córdoba para luego postularse a gobernador de la provincia y perder por un punto porcentual contra el candidato oficialista Juan Schiaretti. En 2011 se volvió a presentar a la gobernatura y perdió otra vez con el oficialismo, en este caso representado por José Manuel de la Sota.
“Me voy a ir del Senado como gobernador de Córdoba”, dijo, optimista, Luis Juez para agregar: “¿Sabe qué sencillo habría sido arreglar con Electroingeniería?”.
El político cordobés tiene amplios conocimientos de esa empresa constructora —oriunda de Córdoba— y que hoy está a un paso de convertirse en la adjudicataria de la mayor licitación que haya ofertado la estatal eléctrica UTE: una ampliación de la central térmica de Punta del Tigre por más de U$S 500 millones.
Hoy Electroingeniería ha sido denunciada por todas las demás competidoras por irregularidades en los datos presentados en la licitación.
Juez, que viene denunciando a la empresa en Argentina desde 2003, dijo a Búsqueda que hay “certezas y sospechas” de sobreprecios en varias de las obras que se le adjudicaron en Argentina y que, por tratarse “de la empresa del poder”, “siempre sale sorteada” en licitaciones que son “un holograma” y “en detrimento de otras empresas que podrían ejecutar la misma obra con igual calidad y mas barata”.
“La relación de privilegio entre la empresa y el gobierno nacional la llevó a ser una de las principales compañías nacionales. (...) La usina (central térmica) que está por hacer en Uruguay se ejecutó en Córdoba con un sobreprecio y con un contrato de un nivel de escándalo que ha puesto en peligro la empresa de provisión de energía de la provincia”, agregó.
Dijo que intentó, desde su puesto de fiscal anticorrupción en el 2001, investigar sobre varios de estos hechos pero que cuando comenzó a cuestionar las metodologías lo “echaron como un perro”.
Esos “beneficios” a los que alude Juez tienen su contrapartida. “Le puedo garantizar que Electroingeniería le financió todas las campañas a De la Sota en Córdoba por orden del gobierno nacional”, sostuvo.
“Seguramente puso fortunas en las campañas de Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández)”, añadió.
“Ustedes que tienen un presidente que no dice que es honesto sino que es honesto, tendrá la posibilidad cierta y concreta de averiguar y tomar decisiones”, opinó Juez.
—Electroingeniería es una empresa de origen cordobés con presencia nacional en Argentina. Hoy es la primera en la lista para adjudicarle el mayor contrato de la historia de la estatal uruguaya de energía eléctrica UTE. ¿Qué puede decir de los origenes de la compañía?
—Esto comenzó cuando asume como gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota. En el 2000 se decide la construcción de 100 escuelas nuevas. Esa licitación la gana una empresa española, pero modifican el dictamen de la dirección de capacidad de obras y terminan adjudicando, no con poco escándalo, la obra a Electroingeniería. Llamó poderosamente la atención porque nada hacía presuponer que Electroingeniería pudiese ganar esa obra porque no tenía especialidad ni capacidad ni experiencia en obras civiles. Hacía tableros electrónicos. Se construyen las primeras 100 escuelas con un préstamo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y queda un tendal de empresas constructoras dando vueltas porque como Electroingeniería no tenía la capacidad, subcontrató a varias empresas constructoras y a muchas no se les pagó. Eso quedó en el reclamo. A partir de ahí Electroingeniería tiene un crecimiento exponencial. A partir de ahí Electroingeniería se convierte en la empresa del poder y el nexo y la bisagra entre De la Sota y el gobierno nacional. El secretario de Educación del gobierno de De la Sota era Ricardo Jaime, que termina siendo secretario de Transporte de la Nación. Así, a través de Jaime y de los dueños de Electroingeniería Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreira, se inicia el vínculo y la bisagra entre Córdoba y el gobierno nacional.
—A partir de allí comienza su crecimiento...
—Que se vuelve exponencial. A partir de la relación que Ferreira cultivó con Carlos Zanini (desde 2003 secretario legal y técnico de la Presidencia Argentina), con el que compartió celda cuando ambos fueron presos políticos, y junto a la vinculación de De la Sota con Ricardo Jaime y este con Julio de Vido (ministro de Planificación Federal desde 2003) la empresa empieza a construir en Córdoba hasta convertirse hoy en la empresa constructora por excelencia. Monopólicamente Electroingeniería ha llevado adelante 90% de la obra pública de mi provincia y diría que en gran parte del país. Obras que tienen que ver con tendidos eléctricos y obra civil. Pero a partir de la relación que la empresa toma con el gobierno nacional de Néstor primero y Cristina Fernández de Kirchner después, se internacionalizan y en particular Néstor le habilita negocios increíbles en Venezuela, Ecuador y otros países de la región.
—¿Entonces su cercanía al poder la favoreció en los negocios?
—Sí. La relación de privilegio entre la empresa y el gobierno nacional los llevó a ser una de las principales compañías nacionales. Electroingeniería ha ejecutado casi toda la obra pública en Córdoba con un altísimo nivel de sobreprecio. La usina (central térmica) que está por hacer en Uruguay se ejecutó en Córdoba con un sobreprecio y con un contrato de un nivel de escándalo que ha puesto en peligro la empresa de provisión de energía de la provincia.
—¿Cómo puso en peligro a la proveedora energética?
—La Usina de Pilar se terminó de construir en 2011. Fue una obra que arrancó con un presupuesto de U$S 200 millones. Córdoba pide un préstamo de U$S 500 millones en 96 cuotas y con los intereses se va a otros U$S 500 millones más. En una provincia como Córdoba donde había un problema del transporte de la energía y no de producción, la construcción de esta usina le sale U$S 1.000 millones, absolutamente imposible de pagar. Tanto es así que el gobierno provincial no descartó en algún momento entregarle la obra al gobierno nacional. La obra se terminó y se le adjudicó a la propia Electroingeniería el mantenimiento por ocho años, algo increíble. Las turbinas se compran a Siemens, es lógico que el mantenimiento se le contrate a esa empresa. Pero no, el mantenimiento se lo adjudican por ocho años a Electroingeniería.
—Usted ha recorrido y visto varias obras de esta empresa. Además del sobrecosto que denuncia, ¿ha constatado otras irregularidades?
—Incumplimiento no. Como es la empresa del poder se ha asegurado los pagos en tiempo y forma como para ejecutar la obra. Lo que siempre hay son sospechas y certezas de sobreprecio. Además está la certeza que siempre fue beneficiada en detrimento de otras empresas que podrían ejecutar la misma obra con igual calidad y mas barata. Está claro que en Argentina la licitación pública no existe, es casi un holograma. Siempre sale Electroingeniería sorteada en la perinola. La perinola toma todos y siempre dice: Electroingeniería.
—¿Cómo se ve reflejada esa amistad con el gobierno que usted denuncia en el accionar de la empresa?
—Electroingeniería, para que se haga una idea, fue obligada por la ley de medios por el gobierno a comprar Radio del Plata. Electroingeniería fue y la compró y uno se pregunta qué experiencia tienen en comunicaciones. No tienen ninguna. Compraron una radio de las más escuchadas para convertirse en una radio vecinal, el tema era quitar micrófonos y parlantes a la crítica del gobierno. Lo han hecho con otros grupos de medios y también en el juego de azar.
—¿Tiene influencia en el financiamiento de las campañas políticas del kirchnerismo?
—Acá hay una matriz de corrupción en la Argentina que no ha cambiado nada. Le puedo garantizar que Electroingeniería le financió todas las campañas a De la Sota en Córdoba por orden del gobierno nacional. Y uno se imagina que si le financió la campaña entera a De la Sota, no puedo decir exactamente cuánto pero seguramente puso fortunas en las campañas de Néstor y Cristina. Es una forma con la que se construye política en la República Argentina. Esa construcción es una matriz complicada y delicada. Así funciona la vinculación entre el poder y las empresas del país.
—A la luz de estas declaraciones, ¿haría bien UTE en reconsiderar darle el negocio a esa empresa?
—Soy muy respetuoso de las decisiones de un país soberano. Como senador de la Nación ustedes me consultan y debo decirles la verdad: en este país donde difícilmente la dirigencia política se meta con las empresas porque tarde o temprano terminan financiando sus campañas electorales, nosotros somos conocidos por tener convicciones mucho más profundas. Yo no llegué a senador como otros, que los bancó un grupo económico. Y no soy Demi Moore pero no me han faltado propuestas indecentes. Pero lo cierto y lo concreto es que lo de Electroingeniería es una realidad, su vinculación con el poder es total. Además me tocó a mí investigar en su momento estos casos como fiscal anticorrupción de la provincia de Córdoba.
—¿Y qué pudo hacer en ese tiempo que fue fiscal?
—Nada porque me echaron como un perro. Esto fue en octubre del 2002. Cuando comenzamos a ver cómo era el tema de la obra pública, cómo se ejecutaban los préstamos del BID del Banco Mundial, la distribución de los fondos, cuando empezamos a indagar cómo podía ser que siempre saliera sorteada Electroingenería y el tema de los sobrecostos, ahí me echaron. No es fácil en este país hacer política desde el subsuelo y con un escarbadientes. Con eso no paramos de darle pelea a los grupos económicos y a la corrupción. ¿Sabe qué sencillo habría sido arreglar con Electroingeniería? Yo fui intendente de la ciudad de Córdoba. En ese momento, por el 2005 el gobierno nacional nos propone la introducción de los slots en la ciudad. Somos la única ciudad que no tiene slots, es un negocio monstruoso. Le dijimos que no, pero apoyamos al gobierno en su política de derechos humanos. Tras cartón, nos adjudican 2.500 viviendas para construir en Córdoba y nos piden que hagamos una adjudicación directa a Electroingeniería. Yo me niego y digo que haremos una licitación. De Vido me dice que no, que la tiene que ejecutar Electroingeniería. Yo vuelvo a insistir en la licitación pública porque no quería terminar preso. Conclusión: no pudimos hacer ni una carpa. Supongo yo que ustedes, que tienen un presidente que no dice que es honesto sino que es honesto, tendrá la posibilidad cierta y concreta de averiguar y tomar decisiones. No quiero competir con Electroingeniería. Solo apunto que en 2001 esa empresa eran cuatro obreros, un buscapolo y tres cascos y hoy es la megaempresa argentina. Es para tener en cuenta.
Desarrollo
2012-09-13T00:00:00
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