En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Un panorama sombrío para la libertad de expresión y para el ejercicio del periodismo independiente en la región fue trazado durante un coloquio organizado por la Fundación Konrad Adenauer, realizado el lunes 23, en el que se abordó la problemática de los periodistas y los medios de prensa.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
El encuentro, que reunió a periodistas, políticos y especialistas de varios países del continente llegó a preocupantes conclusiones sobre el estado de la libertad de prensa en América Latina.
En una presentación abierta, los periodistas Alejandra Gallo (Argentina) y Gerardo Sotelo (Uruguay) hicieron un punteo de los resultados principales del coloquio que duró todo el día.
Nuevo paradigma.
“Aquí aparecen todos los temas centrales que afectan a la libertad de prensa en el continente. Espero que sirva para que tengan un fructífero pantallazo respecto de las situaciones más graves que se enfrentan hoy”, resumió Sotelo.
“Uno de los elementos centrales es un nuevo paradigma de comunicación presidencial en varios países de América Latina que se caracteriza por la discriminación en el acceso a la información según se trate de periodistas opositores o afines”, agregó.
“La utilización del escrache, que pasó de ser un medio eficaz de protesta para señalar a violadores a los derechos humanos, secuestradores de niños y otros durante las dictaduras se emplea ahora como método para señalar a dirigentes y periodistas opositores”, sostuvo.
Los periodistas explicaron que en este nuevo paradigma se observa “el abuso en la publicidad oficial, tanto para premiar como para castigar según sea la conducta del medio o del periodista”.
“También dentro del nuevo paradigma —dijo Gallo— existe una intención, denominador común en varios países del continente, de comunicar directamente desde el gobierno, tratando de eliminar el rol de los medios de comunicación dentro de la escala institucional y democrática de los distintos países”.
“Estas comunicaciones se dan a través del uso de la cadena nacional o actos políticos, o a través de periodistas afines, pero no teniendo en cuenta en forma inclusiva a todos los medios”, agregó.
Desafíos y ataques.
En el coloquio también se discutió sobre los problemas que enfrentan mundialmente los medios, en particular la crisis financiera del sector y las dificultades para lograr un modelo de operación rentable. Se discutió también sobre los medios digitales y los nuevos desafíos que enfrentan los medios con las redes sociales.
Centrándose en algunos países de la región se hizo especial hincapié en la situación venezolana. “Si bien no hay modificaciones formales constitucionales en materia de libertad de prensa, se ha entrado en un despeñadero con marcos regulatorios francamente hostiles y cercos comerciales y económicos contra los medios independientes. Lo cual incluye el control sobre los anunciantes, la restricción en la compra de papel para los medios impresos, las restricciones para comprar nuevos equipos y los límites para el otorgamiento de licencias cuando no de abuso de medios afines al gobierno”, dijo Sotelo.
“El oficialismo no solo en Venezuela tiene una versión excluyente de los adversarios a los que acusa de haber lanzado una guerra mediática. Esto parece una constante en varios países”, agregó.
“Otro aspecto que aparece es la politización de los medios del Estado, aun en los que tienen un perfil cultural. Otro modelo es la compra de medios privados por el gobierno o grupos afines al gobierno y la neutralización de medios opositores”, señaló.
Los especialistas destacaron el “hostigamiento de periodistas a través de enjuiciamientos engañosos para silenciarlos o a través de amenazas directas” que “termina generando una situación desfavorable para el periodismo independiente”.
Así, “aparecen prácticas como la autocensura para evitar sanciones ya sean reales o potenciales. La reducción de espacios para tratar temas polémicos o de asuntos que pudieran comprometer al medio”, añadieron.
Redes y profesionalismo.
Las redes sociales también ocuparon un lugar en las conclusiones. Estas “son un medio para que la ciudadanía exprese sus críticas tanto de los gobernantes como de los medios”, dijo Sotelo.
Reconoció que “hay preocupación sobre qué pasará en materia de regulación de estos medios digitales”, agregó.
Otro aspecto que es motivo de preocupación refiere al hecho de que la popularidad de algunos gobernantes “ha llevado a que el periodismo se vea seducido por estos estilos, reduciendo el rigor de su tarea”, fenómeno que es “acompañado por un público que no quiere saber lo que pasa si va en contra de sus convicciones”.
Por otra parte “parece haberse naturalizado el ataque a los medios y a los periodistas como si ello no constituyera un ataque a la libertad de informar y de informarse”.
“La prensa es y ha sido un eje articulador de la democracia, por eso debe defenderse al periodismo profesional como un elemento clave de valores republicanos”, alertó Sotelo.
En las conclusiones del encuentro se estableció que las principales fuentes de agresión al trabajo de los periodistas se encuentran en la esfera de lo político, en los dueños de los medios que no combaten la autocensura y en el crimen organizado.
Por ello se concluyó que se requiere el “trabajo de periodistas profesionales e independientes, con el más amplio acceso a la información de todos los ciudadanos para que las autoridades públicas y todos los sectores sociales estén abiertos a la exigencia de rendición de cuentas de la sociedad a través de los medios”.