“Al país le hacen falta micólogos (especialistas encargados del estudio de los hongos), hay una carencia”, opinó Andrés Puime, médico especialista en parasitología y micología del Departamento de Laboratorios de Salud Pública.
“Al país le hacen falta micólogos (especialistas encargados del estudio de los hongos), hay una carencia”, opinó Andrés Puime, médico especialista en parasitología y micología del Departamento de Laboratorios de Salud Pública.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa legislación vigente exige a los laboratorios estar adheridos a un control de calidad externo en cada área. El Comité de Estandarización y Control de Calidad (CECC) —al que se sumaron más de 120 laboratorios públicos y privados— realiza estos controles.
“Tenemos problemas en la identificación de levaduras (hongos) sobre todo en el interior del país”, dijo a Búsqueda Raquel Ballesté, responsable del Subprograma de Parasitología y Micología del CECC. Los hongos afectan la salud humana y es necesario conocer específicamente cuáles son para poder tratarlos correctamente.
“La dificultad en la identificación está en los profesionales que trabajan en el laboratorio y no tanto en los recursos materiales; está en la formación de recursos humanos. Tenemos gente que evidentemente no está capacitada para hacer la identificación —de hongos—”, dijo Ballesté, quien comentó que los parasitólogos y micólogos trabajando en el interior del país se cuentan “con los dedos de una mano”. Con los especialistas en laboratorio clínico ocurre lo mismo. El diagnóstico lo realizan profesionales que “no han tenido la formación suficiente”.
Puime comentó que en algunos centros de la Red de Infecciones Fúngicas en Uruguay, principalmente en los del interior, hay microbiólogos que tienen una “excelente formación general”, pero que en la parte de hongos no tienen una especializada.
“Sin lugar a dudas, afecta la calidad del producto, del diagnóstico y de poder llegar a identificar el hongo e informar con una correcta sensibilidad” para tratarlo, explicó Puime.
Ballesté agregó que hay muchos laboratorios que tienen equipos automatizados que “son magníficos si hay alguien atrás pensando”.