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El funcionario del Banco República (Brou) que tramitó en menos de tres horas el aval bancario para que la empresa Cosmo pudiera presentarse a la subasta de los aviones de la ex aerolínea Pluna, dijo en la Justicia Penal que lo hizo a pedido del presidente de esa institución financiera, Fernando Calloia, y bajo la instrucción del empresario Juan Carlos López Mena.
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García declaró el jueves 20 en el juzgado especializado en crimen organizado ante el fiscal Juan Gómez y la jueza Adriana De los Santos, quienes investigan presuntos delitos en el proceso de liquidación de Pluna y la subasta de los aviones.
Según las fuentes, García dijo en la sede penal que primero lo llamó Calloia para indicarle que lo iba a llamar López Mena por el aval que necesitaba la empresa Cosmo y que la decisión del banco era otorgarlo. Efectivamente —según el funcionario— más tarde lo llamó López Mena, quien le dictó los términos del aval. De acuerdo con García, el empresario le dijo que el beneficiario del aval tenía que ser el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). El empleado bancario subrayó que tiene un testigo de esa conversación telefónica, una funcionario a quien él le iba a su vez dictando lo que le decía López Mena.
Este es un aspecto considerado clave en la investigación judicial y sobre el que el fiscal ha hecho especialmente foco a lo largo de los interrogatorios. El hecho de que el MEF sea el beficiario del aval y no el fideicomiso que administra los bienes de Pluna es uno de los aspectos que más han trancado el cobro de la garantía.
Fuentes políticas dijeron a Búsqueda que este aspecto “no deja bien parado al Banco República”, porque demuestra que “un empresario poderoso puede llamar y decirles a los funcionarios lo que tienen que hacer”.
“Obviamente había una orden superior de que las cosas había que hacerlas de determinada manera”, reflexionó una de las fuentes.
Por otra parte, en lo que constituye la última declaración por el caso Pluna en el 2012, el encargado del fideocomiso, Javier Liberman, dijo a la Justicia que hasta 20 minutos antes de que se produjera el remate estuvo en el BROU “viendo si llegaban a buen puerto” las gestiones que estaba haciendo la empresa española Montfortelco, que finalmente no se presentó a la subasta. Aseguró que el pliego de condiciones fue adquirido por Los Cipreses (Buquebus) pero también por la firma que representaba el empresario argentino Molinari y hasta por la Embajada de Venezuela.
Según las fuentes, Liberman indicó que se hicieron todos los esfuerzos posibles por aumentar la cantidad de oferentes, al punto de que se les dio instrucciones a los embajadores para que promocionaran la subasta. Asimismo, se contactó a las aerolíneas regionales y al propio fabricante de los aviones para sondear si existía interés de su parte.
Ante una pregunta que le formuló el fiscal, dijo que aceptó el aval porque según los informes técnicos que posee, el hecho de que el MEF sea beneficiario no generaba problemas para el cobro.
Ayer miércoles 26, Calloia volvió a negar que Cosmo haya fijado como domicilio la casa central del Banco de la República y dijo que la “ley de seguros” no fue violada al aceptar a una aseguradora extranjera como emisora de un seguro de fianza o caución para la habilitación del aval. (Ver “Cartas al Director”)
