El presidente de la Unión Ferroviaria, Carlos Aramendi, recibe un mail en su celular y, sorprendido, lo comparte con su colega Ricardo Cajigas, secretario general del sindicato. Pronto el teléfono pasa a las manos del vicepresidente de AFE, Álvaro Fierro, que tras leer sale apurado del salón a hacer una llamada telefónica. El presidente de la empresa, Jorge Setelich, también recibe la noticia por medio del teléfono del sindicalista.
Así, durante un taller con funcionarios de la empresa en la mañana del lunes 1º de julio, los directores del ente se enteraron del contenido del artículo 188 de la Rendición de Cuentas que la noche anterior había entrado al Parlamento. Ese punto del proyecto de ley propone que se permita “intervenir en la rehabilitación de la infraestructura ferroviaria” y “realizar transporte de pasajeros en el Área Metropolitana de Montevideo” a una sociedad anónima conformada por AFE y la Corporación Nacional para el Desarrollo.
Según el esquema original de reestructura ferroviaria planteado por el gobierno, esa empresa de derecho privado se encargaría del transporte de cargas mientras que AFE quedaría encargada de la infraestructura y del transporte de pasajeros. La organización se completaría con la formación de la Dirección Nacional de Transporte Ferroviario dentro del Ministerio de Transporte, como regulador de la actividad.
Los directores de AFE no fueron los únicos que se enteraron del contenido del artículo gracias al sindicato. Según relató Cajigas a Búsqueda, al mediodía del mismo 1º de julio los sindicalistas mantuvieron una reunión con el asesor presidencial Julio Baráibar y el subsecretario del Ministerio de Trabajo, Nelson Loustaunau, que aunque hace más de un año representan al Poder Ejecutivo en las negociaciones con el sindicato, descubrieron en ese encuentro la existencia del artículo.
Pero lo más grave para el sindicalista es que el viernes, dos días antes de que la Rendición de Cuentas se enviara al Parlamento, el sindicato se había reunido con el subsecretario de Transporte, Pablo Genta, Fierro, Baráibar y Loustaunau y allí “no dijeron nada”.
“Solo alguien muy inocente puede pensar que (el artículo) se les ocurrió el sábado. Esto estaba redactado de antes y fue una maniobra que el Ministerio hizo a espaldas no sólo de la Unión Ferroviaria sino de sus propios compañeros de equipo”, consideró.
El director de AFE por el Partido Nacional, Mauricio Cusano, confirmó a Búsqueda que el artículo 188 fue enviado por el Ministerio de Transporte sin “avisar nada” a AFE. El jerarca discrepa con la disposición porque cree que “hace desaparecer todos los cometidos de AFE”. Tampoco le parece bien que el organismo, por ejemplo, deba pasar a la sociedad anónima los cinco coches motor para pasajeros que adquirió gracias a convenios firmados con ANCAP, el BROU, Antel y UTE.
Cajigas también entiende que al autorizar a la sociedad anónima a intervenir en la infraestructura y el transporte de pasajeros “traspasan las únicas dos funciones que tenía AFE”. Por ese motivo, tanto los sindicalistas como el director iniciarán conversaciones para que se modifique en el Parlamento “ese artículo metido de contrabando”.
Cusano se reunirá el lunes 15 con la bancada del Partido Nacional para hablar sobre el tema y luego prevé hacer lo mismo con el Partido Colorado. Cajigas, en tanto, aseguró que pidieron reuniones con las comisiones de Transporte de ambas Cámaras y lo harán también con las bancadas de senadores y diputados de todos los partidos.
“Muestra de voluntad”.
El jueves 4, autoridades del Ministerio de Transporte y de AFE presentaron en conferencia de prensa las posibilidades que tendrán los trabajadores para adaptarse a la reforma ferroviaria.
Los funcionarios que decidan pasar a la sociedad anónima operadora mantendrán en reserva su cargo. Según dijo a Búsqueda el vicepresidente de AFE, la Oficina Nacional de Servicio Civil permite reservar los puestos por seis meses y la opción de una extensión por otros seis.
Quienes tengan 58 años cumplidos en 2014 podrán acceder a un retiro anticipado. Fierro dijo que en principio propusieron que los funcionarios salieran de AFE con el 70% de sus “retribuciones sujetas a montepío” pero finalmente recogieron “en un 100%” una contrapropuesta del sindicato.
El esquema tiene cinco franjas: los funcionarios que ganan hasta $30.000 podrán retirarse con un 79%, entre $30.000 y $32.500 con 77%, entre 32.500 y 35.000 con 75%, entre 35.000 y 37.500 con 73% y los que ganan más de 37.500 con 71%. Según el vicepresidente, 398 funcionarios podrán retirarse a partir de 2014.
Quienes decidan quedarse en AFE podrán ser declarados excedentes y redistribuidos en el Estado. Para dar garantías a ese proceso, el gobierno dispuso en el artículo 187 de la Rendición de Cuentas que serán derivados “en primer término a entes autónomos y servicios descentralizados del dominio industrial y comercial del Estado”. Sus salarios no podrán ser menores al que perciben en AFE.
Para el jerarca, las propuestas “son una muestra de la buena voluntad del gobierno”.
Cajigas reconoce que el Poder Ejecutivo “hizo modificaciones que atenúan levemente los perjuicios” para los funcionarios, pero advierte que darán pelea.
“Luchamos contra la excedencia en el gobierno de Sanguinetti, contra la privatización en el de Lacalle, y volvimos a pelear contra la excedencia en los gobiernos de Batlle y Vázquez. No tengan duda de que vamos a luchar también en este gobierno”, anunció.
“No está en mis planes”.
El diario “El Observador” informó el miércoles 10, en base a “fuentes del gobierno que responden a Danilo Astori”, que Setelich “prepara su salida” de la Presidencia de AFE y que en el Poder Ejecutivo ya se manejan “posibles sustitutos”.
Sin embargo, Setelich dijo a Búsqueda que renunciar no está en sus planes aunque admitió que existe “un nivel importante de conflictividad”, principalmente por la falta de recursos.
“No voy a renunciar. No por capricho sino porque hemos conseguido resultados”, sostuvo.
Entre ellos destacó que el año pasado lograron recaudar U$S 3 millones “en forma autónoma” con los que ahora están comprando 5.000 durmientes y luego comprarán 5.000 más y 3.000 para reparar puentes. Además recordó que se pagaron deudas viejas y resaltó la compra de cinco coches motor para pasajeros que en setiembre comenzarán a operar.
“No estamos en el mismo escenario que cuando llegamos y no estamos acá mirando el techo y quejándonos. Por eso no voy a renunciar. Todos esos son resultados concretos, específicos, que obviamente no resuelven la logística nacional pero son cosas que se pueden tocar, que no existían y que nadie nos ayudó a lograrlas”, afirmó.
Setelich también defendió su forma de plantear los problemas del ferrocarril, cuestionada por jerarcas del gobierno. “Los accionistas de la empresa son todos los uruguayos. Que se informe a los dueños de la empresa del estado de situación para nada lo veo contradictorio ni que esté mal. El uso y costumbre era decir a todo que sí y aplaudir cualquier cosa”, explicó.
Sobre la forma en que se enteraron del contenido del artículo 188, Setelich dijo que provocó una consecuencia clara. El sindicato, con el que venían llevando una serie de talleres y trabajando en la elaboración y gestión de “proyectos prioritarios” para la empresa, decidió abrirse de esos ámbitos.
El jerarca cree que en la decisión de trasladar esas actividades a la sociedad anónima hay un “fundamentalismo de lo privado” similar al que derivó en “todo el proceso de Pluna”.