Open Park.
Sin embargo, el tiempo de inactividad del exvocalista (¿ex?) de Tan
Biónica no era una campaña de expectativa. La del Lolla fue su primera
presentación tras un período de reiteradas internaciones por adicción a las
drogas, una batalla que el artista está dando hace alrededor de una década, que
queda plasmada en sus canciones y es sostenida por las constantes muestras de
afecto y ánimo de sus fans a través de las redes sociales.
En su última presentación, la de Punta del Este, Chano anunció otra fecha
más para todos aquellos uruguayos que quedaron afuera del show del Antel Arena,
para el que solo quedan entradas de 5.000 pesos. Chano prometió que la nueva
fecha sería más accesible.
Los últimos
meses fueron de fiebre biónica y para aquellos fanáticos que se prometieron no
perderse ni una sola presentación de la banda el reto fue más que desafiante. Y
no, no conocían de aburrimiento. Asistir a más de un concierto de una misma
banda con apenas un mes de diferencia puede parecer excesivo, pero cada última
noche mágica era única, con un invitado especial diferente, como Miranda!,
Nikki Nicole, Abel Pintos o Airbag.
Varios de los que después repetirían la experiencia cuando la gira
anunció fecha en su región no dudaron ni un segundo en decir “presente” en la
primera de todas, la de Vélez, que tuvo un público que estalló de emotividad.
Los gestos de consuelo de los músicos con quienes rompían en llanto en la
primera fila terminaban provocando el efecto inverso. Al sentido público se le
sumó el llanto del propio Chano, que ya no sabía ni cómo pararse ante más de
50.000 personas al grito de “olé, olé, olé” y “¡Que vuelvan, que vuelvan!”. En
Vélez todos lloraron. Quizás porque los momentos de música acústica propiciaron
ese ambiente, o porque, después de tanto tiempo, era el primer contacto de
muchos fanáticos con la banda en vivo.
Ya para las siguientes presentaciones, el piberío más asiduo, así como
los propios músicos, habían generado otra carcasa, y aunque no faltaron las
lágrimas, desataron una verdadera fiesta electrónica debajo de una lluvia de
papeles plateados. El show en Punta del Este también tuvo ese sabor a disfrute.
Más de 7.000 personas hicieron vibrar Open Park, una megacarpa Tension
Fabric Structure belga —la misma que se utiliza en reconocidos festivales del
mundo, como Tomorrowland— en la zona de El Placer, donde antes había un
asentamiento.
Afuera se estacionaban microbuses que habían llegado de las provincias de
Santa Fe y Misiones, así como ómnibus enteros con excursiones desde Paraguay.
“Hola, mi vida, no desconfíes de la música”. Con ese estribillo Tan
Biónica no solo provocó el desgarro de las cuerdas vocales del público desde la
primera canción, sino que convocó a que todos, a base de saltos y gritos,
reivindicaran ese poder de convocatoria y sanación que tienen las canciones,
que el auge de presentaciones del 2023 demostró y el 2024 apuesta a
multiplicar.
“¡Uruguay nomás!”, gritó Chano durante una versión de El asunto
transformada al candombe que los músicos hicieron desde la pasarela que los
transportaba al corazón del público. La banda jugaba con los géneros y con el
sentido de pertenencia, y con su arte escénico casi hipnótico —esos ya
conocidos movimientos que imitan el ilusionismo de un mago— Chano parecía revolver
las emociones.
Hubo una propuesta de matrimonio durante el show; la banda detuvo el
concierto porque había pensado que se trataba de un desmayo. Al constatar que
no, dejaron fluir ese momento en el que toda la carpa explotó en una ovación al
amor.
El concierto en Uruguay recibió algunas críticas por la acústica y los
acoples ya desde la clásica introducción de la banda con Seven Nation Army,
de The White Stripes, que aún así encendió la mecha de una variada audiencia
con autoridades políticas, influencers, deportistas y artistas
uruguayos.
Quiénes son. Tan Biónica tiene un origen cliché
(y hasta aburrido), mucho menos digno que cualquiera de sus éxitos posteriores.
Era (o es) un grupo de pop rock electrónico, formado en el año 2000, que
alcanzó el sueño de pegarla en la radio con su tema Veneno (2003) del EP
Wonderful noches, que los catapultó a su primer Quilmes Rock y de ahí a
compartir grillas con Babasónicos, Catupecu Machu, Miranda! y Kevin Johansen.
El nombre de la banda nació simplemente de la urgencia de tener que
bautizar a un grupo de amigos bonaerenses para que pudieran hacer música e
invitar a desconocidos. Así lo explicó Chano en varias ocasiones. El músico
comparte Tan Biónica y la vocación con su hermano Gonzalo Moreno Charpentier,
más conocido como Bambi, bajista, productor y compositor de este grupo, y
además nominado en varias ocasiones a los Premios Gardel y Latin Grammy por sus
trabajos como solista. Sebastián Seby Seoane está en la guitarra y Diego
Lichtenstein, artísticamente conocido como Diega, en la percusión.
En 2007 lanzaron su primer álbum, Canciones del huracán, con 13
temas, entre los que se destacó una versión de Queso ruso, de Patricio
Rey y sus Redonditos de Ricota. Pero la verdadera joya de ese álbum fue Arruinarse,
su primer hit, una canción que plantea un paralelismo entre un amor ingrato y
el vínculo con las drogas. Desde allí, casi todas las canciones compuestas por
Chano comenzaron a mostrar un mensaje que con el tiempo se fue transformando en
un pedido de ayuda, puesto en sus propias palabras.
Su primer Luna Park llegó con Obsesionario en la mayor, álbum del
2010, seguido de Destinología (2012), con el que celebraron su doceavo
aniversario. Este último trajo el tan conocido tema Ciudad mágica,
dedicado a la capital argentina, y Obsesionario dejó el tema del verano
2011, Ella, que no solo sonaba en todas partes, sino que su videoclip
hizo que la banda se coronara como el primer grupo latinoamericano en filmar en
360°.
Tras haber ganado tres premios Gardel, un Martín Fierro y coleccionar
varias nominaciones a los Grammy Latino, la banda finalmente se separó en 2016.
¿Qué pasó? El compositor detrás de Tan Biónica
estaba protagonizando una serie de episodios caóticos, desde pormenores con la
ley, pasando por accidentes automovilísticos, hasta internaciones por drogas.
El más desconcertante fue cuando perdió el control mientras conducía una
camioneta Dodge RAM, chocó ocho autos estacionados y siguió maniobrando hasta
estrellar un auto contra una vivienda. Era el tercer accidente vial en siete
meses.
Además, la prensa argentina parecía interesarse cada vez más en su vida
amorosa por encima del éxito musical. Y es que Chano estuvo involucrado con
muchas mujeres de la farándula, como Celeste Cid o Juana Viale, y su figura
comenzaba a opacar al grupo.
Tras una seguidilla de estos episodios y después de un tiempo prudencial
sin hacer comentarios ni publicaciones al respecto, Tan Biónica anunció por
redes sociales que la banda dejaría de hacer shows y producir música nueva.
Al principio Chano fue el rey de los negacionistas cada vez que se le
preguntaba acerca de la separación, afirmando que seguían juntos. Cuando
finalmente lo aceptó dijo haber sido el último en enterarse y que nadie lo
había consultado sobre esa decisión. Diferentes medios y figuras lamentaron que
los pioneros de un estilo tan particular de música, que fusiona los géneros de
rock, pop, electrónica y música tradicional del interior argentino, se
retiraran. Pero la dura respuesta pública de Chano a través de un programa de
radio puso el punto final al asunto: “Fueron los pioneros en separar a un grupo
sin que el cantante esté de acuerdo”.
El vocalista
expresó no haberlo sentido como una traición sino como “una estupidez”. “No
podés romper una banda de un día para el otro. De última nos peleamos, no nos
bancamos más, pero planeemos un cierre”.
Y La última noche mágica apareció casi ocho años más tarde,
incluso después de que Chano dijera que no estaba seguro de volver a querer
hacer música con su hermano. Mientras tanto, cada uno de los miembros de la
banda siguió su camino. Bambi comenzó su carrera como solista, Seby colaboró
como guitarrista en distintas bandas y Diega se dedicó a la mezcla y a ser DJ.
Sebastián Jorge "Seby" Seoane.
Chano también se convirtió en solista y pudo redimirse con su público (y
con la música) con los álbumes El otro, El doble y El camino,
publicados en 2018, 2019 y 2022, respectivamente. Sin embargo, el problema con
las drogas persistía. El lanzamiento de los temas La memoria de Vinicius
y Mecha en 2021 hicieron pensar que Chano estaba mejor, hasta que
protagonizó un confuso episodio a mediados de ese año en el que, tras un brote
psicótico, atentó contra su propia familia, amenazando a su madre, a los
médicos y a la policía con un cuchillo.
Un oficial terminó disparando contra Chano, herida de bala que le costó
el vaso, un riñón y parte del páncreas. Estuvo más de un mes internado en
terapia intensiva, con sus fanáticos pendientes y temerosos ante las
actualizaciones del estado de salud que daba su hermano Bambi. Chano asumió el
excesivo consumo de cocaína en un posteo en redes sociales, donde también
confesaba que esa no era la primera vez que “casi muere” y agradecía todo el
apoyo recibido.
Finalmente, dado de alta en 2022, lanzó otro sencillo, Quarentina,
con algunos guiños a lo vivido recientemente pero también dejando asomar la
idea de cambiar para estar mejor.
A finales de ese año, en una fecha tan especial para el piberío como un 4
de noviembre (mencionada en La melodía de Dios, en referencia a la
muerte del padre de Chano y Bambi), el artista volvió a los escenarios y llenó
un Luna Park, acompañado de músicos muy jóvenes y con el apoyo del productor
del momento, Renzo Luca (productor de Cruzando el Charco, Bizarrap y Alejandro
Lerner).
Sin embargo, otro show en el Teatro Gran Ituzaingó generó preocupación
entre los fanáticos al encontrarse con un Chano poco lúcido, desorientado y que
se olvidaba de las letras. Al tiempo se confirmó su regreso al consumo de
drogas. Ese episodio vergonzoso fue el que finalmente lo empujó a aceptar la
ayuda profesional que un tratamiento contra las adicciones podía darle.
Hoy, en rehabilitación, el artista tiene la mirada cansada y ganó un poco
de peso, pero con lo que se produce en el público de esta última gira cada vez
que grita “¡Qué bien me estoy sintiendo, carajo!” dice estar recompensado.
Vuelven. La primera luz al final del túnel
para Chano pudo ser volver a tocar con Bambi. En 2022, el año en que empieza su
recuperación, los hermanos Moreno Carpentier lanzan Cielo, una oda a la
fraternidad que revolucionó a su público y plantó los primeros rumores de una
posible vuelta de la banda.
Las canciones de Tan Biónica son un himno a la nostalgia, sí, pero
también a los buenos recuerdos, las luchas silenciosas e individuales y la
constante búsqueda de consuelo como parte de la vida. Una de sus frases más
emblemáticas pertenece a la canción Música: “Todos los días del mundo
existe una forma de resucitar”. Al momento de cantarlo durante las últimas
noches mágicas (nótese lo absurdo del plural), el corazón del público se
calienta con la sentida, cómplice y enérgica respuesta que Bambi lanza al
micrófono para todo ese coro de voces embanderadas con el camino de la
resiliencia, incluida la de su hermano: “¡Claro que sí!”.
Chano junto a su hermano Gonzalo "Bambi" Moreno Charpentier.
“Esperamos haberles mejorado la vida aunque sea un ratito”. Con esa frase
Chano cerró cada uno de los conciertos de esta gira en la que se tomó la
licencia de recitar alguna de sus poesías: “La vida, ese lugar donde la mayoría
del tiempo nos la pasamos esperando algo y, a fin de cuentas, lo único que
resiste a los efectos del tiempo son los recuerdos y los momentos que nos
llevamos. Alguna vez, nosotros, los que estamos hoy acá, vamos a poder decir:
‘¡Yo estuve en la última noche mágica!’. Porque la vida es una adivinanza,
Uruguay, de aquello que todavía no hicimos. No hay nada escrito para nosotros,
sino que somos lo que escribimos. De eso se trata esta aventura loca de andar
nuestro camino. Esta conexión de maravillas y sueños, para nosotros, se llama
destino. Gracias por estar acá”. Solo queda para los fanáticos confiar en que
una despedida repetida mil veces se convierta en un regreso.