¿La fruta es postre? ¡Sí!, es un repostre.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPara que sea más postre, es importante trabajarla, pelarla, retirar semillas, cortar en formas lindas.
Las frutas se pueden combinar y agregarles otros ingredientes para que se luzcan más, lograr mayor complejidad de sabor y probar millones de formas de comerlas. Además, entre ellas se potencian, ¡y se logran combinaciones deliciosas! Algo que esta buenísimo es ir aprovechando las diferentes frutas que aparecen en cada temporada, combinarlas entre ellas, de a dos, de a tres o más. La ensalada de frutas me gusta, pero creo que muchas veces, si combinamos de a menos frutas con un mejor propósito, se lucen mucho más.
Voy a mostrar dos versiones de platos de frutas; uno supermega, con gran variedad, y otro supersimple, que se puede hacer con la fruta que hay durante todo el año.
Ingredientes
1 mango
1 kiwi
1 durazno
1 racimo de uvas
1 pera
1 granada
6 frutillas
4 higos
2 ciruelas
Hojas de menta
Para el almíbar de jengibre:
150 g de azúcar
50 g de jengibre pelado y cortado en juliana
300 ml de agua
Procedimiento
Empezar haciendo el almíbar de jengibre. Poner todos los ingredientes en una olla. Llevar a hervor hasta que que baje a la mitad su volumen y esté más espeso. Retirar del fuego y dejar enfriar.
Lavar todas las frutas. Pelar el mango y el kiwi, cortar en formas grandes e irregulares. Cortar en gajos o mitades el durazno y la ciruela. Cortar las uvas a la mitad y sacarles las semillas, si tienen. Limpiar la granada y reservar. Cortar los higos en mitades o cuartos.
En una fuente o plato amplio, ir colocando las frutas en forma pareja y prolija, haciendo una composición en la que se vean todas las frutas bien lindas y estén bien distribuidas. Agregar el almíbar de jengibre por encima y terminar con las hojas de menta.
A este tremendo plato de frutas se le puede sumar un helado, una crema batida, algún queso mascarpone o similar y queda un postre más complejo y dulzón. Así, solo, es un placer para el estómago y el cuerpo.
Del libro En tu casa, Editorial Grijalbo, Penguin Random House.