La gestión del arzobispo de Montevideo y cardenal, Daniel Sturla, no genera unanimidad dentro de la Iglesia católica montevideana.
La gestión del arzobispo de Montevideo y cardenal, Daniel Sturla, no genera unanimidad dentro de la Iglesia católica montevideana.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl propio Sturla, que asumió como arzobispo en 2014, lo reconoció en una carta que envió en diciembre del 2017 a los curas de la capital. “Me ha pasado de escuchar a algún sacerdote decir que no sabemos adónde vamos como arquidiócesis. Debo decir que esto me provoca cierto dolor”, escribió.
En su carta, a la que accedió Búsqueda, el cardenal añadió que no pretendía “convencer” a ninguno de los curas de que estaba equivocado, pero les recordó que poco tiempo atrás había enviado una carta que exponía los “caminos trazados” para la Arquidócesis de Montevideo. Ese documento, subrayó Sturla, fue el producto de un un trabajo colectivo que incluyó “un largo proceso de consulta y discernimiento en los diversos niveles”.
“Sin duda todo esto es criticable, modificable, opinable, pero de mi parte hay un rumbo claro y hay un afán de procurar que lo pensado, soñado y escrito se traduzca en acción pastoral concreta y realizable, no en bonitas palabras y elaborados planes que no se efectivizan”, escribió.