“El cuchillo no es parte de la tarea”

La inseguridad también aqueja al Cementerio del Norte, donde existen zonas del recinto que quedaron momentáneamente inhabilitadas debido a las recurrentes balaceras y pedradas. “No quieren que estemos ahí, pero es como tierra de nadie. El barrio está complicado, todo empezó con el narcotráfico y los ajustes de cuentas”, explicó un trabajador.

Actualmente el cementerio cuenta con una guardia perimetral que vigila el predio durante la noche, pero eso no impide la profanación de tumbas y los robos de piezas de bronce. A su vez, personas religiosas ingresan en la noche para dejar cosas en el interior de los sepulcros, algo prohibido en la mayoría de los casos.