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    AEBU “pone la mira” en organizar a entre 5.000 y 7.000 trabajadores “no bancarios” para enfrentar la transformación del sector financiero

    El sindicato se propone también iniciar una coordinación con Fuecys porque hay un traslado de la actividad al comercio

    Cuando hace 30 años Fernando Gambera comenzó a trabajar en el Banco Hipotecario, detrás de un cajero como él había otros tres empleados que cumplían distintas funciones y controles para cada trámite. Hoy, el secretario general de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU) ve cómo un solo trabajador es suficiente para tramitar las solicitudes del cliente y, más aún, cómo cada cliente tiene acceso al banco desde su casa o en la calle con su teléfono celular.

    Para Gambera el cambio en el sector financiero es tan grande que no es preciso “hilar muy fino” para notarlo. En esa transformación muchas de las actividades se fueron trasladando de los bancos tradicionales a empresas colaterales de ellos y a otras entidades financieras que, aunque no son propiedad de bancos, hacen parte de las mismas operativas.

    En ese marco, es claro que el sector bancario tradicional perdió puestos de trabajo. Algunos de ellos fueron sustituidos “directamente por tecnología”. Otros, en cambio, se trasladaron a “costados del sistema financiero”.

    Gambera cree que este nuevo contexto es el principal “nudo” que tiene AEBU por delante y como sindicato deben plantearse “transformar esa realidad”.

    En su opinión, enfrentarse a la tecnología sería “dos veces desinteligente”. En primer lugar, porque aunque pongan obstáculos, los nuevos desarrollos tecnológicos encontrarían la forma de “zafar”. En segundo lugar, porque el sindicato estaría yendo contra el buen servicio del sistema a la comunidad y la gente “no lo entendería”.

    La clave para enfrentar esta realidad, según Gambera, está en “poner la mira hacia donde está la gente” y hay “una cantidad de puestos de trabajo nuevos” en donde falta organización.

    “En donde está la gente tiene que llegar el sindicato, tiene que convencer y tiene que organizar. Ese es un objetivo clave”, enfatizó.

    El 26 de octubre AEBU realizará su Asamblea Nacional de Delegados para aprobar su balance y analizar la situación actual del sector, las perspectivas y determinar una estrategia. Por estos días, el Consejo Directivo Central está elaborando un documento que será derivado a todas las circunscripciones del gremio en el país para que “mandaten” a sus delegados.

    Bancarios en minoría.

    La nueva realidad del sector generará también una transformación grande en el sindicato y Gambera lo sabe. De hecho, afirma que ese cambio ya empezó y se profundizará al punto que, probablemente, en unos años los bancarios tradicionales sean minoría.

    AEBU tiene hoy 11.352 afiliados. De ellos, 5.766 pertenecen al sector público y 5.586 al privado. Este segundo grupo se divide entre 2.077 trabajadores bancarios y 3.509 no bancarios (63%).

    Apoyado en datos de la Caja Bancaria, Gambera sostiene que en el sector financiero privado, por fuera de los bancos, hay entre 8.000 y 10.000 puestos de trabajo. Eso significa que quedan entre 5.000 y 7.000 potenciales afiliados a los que AEBU todavía no llegó.

    Las condiciones de trabajo de los bancarios tradicionales y los nuevos puestos de trabajo que se abren en el sector financiero tienen enormes distancias. “Grosso modo, un puesto de trabajo que se transforma del viejo sistema financiero al nuevo vale la mitad o menos y trabaja más”, resumió Gambera.

    El nivel de organización dentro del sector privado no bancario tiene tres realidades distintas. En primer lugar, hay situaciones consolidadas entre las que OCA es el principal ejemplo. “Sus trabajadores llevan ya 18 años dentro de AEBU, la empresa reconoce que tiene un sindicato que pelea y el gremio asume que no puede cortar la rama en la que está parado”, explicó.

    En un segundo escalón hay “situaciones intermedias” de organizaciones incipientes. Son sindicatos que ya tienen estructura, delegados, discuten con la empresa cuestiones de su convenio colectivo, pero se ven afectadas por una enorme “rotación de personal”.

    La tercera realidad, y la más grande, es la de las empresas donde todavía no hay sindicato.

    Llegar a ese sector no es sencillo. Según Gambera, a la alta rotación de personal se suma que se trata de “ambientes muy represores”. De hecho, en las empresas que se logró formar sindicatos se hizo “en clandestinidad en plena democracia”.

    “Los trabajadores se juntaban en las casas de familia, porque si los agarraban los echaban. Después de que estaban más o menos organizados iban al Ministerio de Trabajo y ahí recién salían a la luz”, contó Gambera.

    Si bien no será una tarea sencilla, AEBU conoce la receta para llegar a este grupo de trabajadores sin sindicalizar: acercarse y entrar en confianza con algunos que luego se conviertan en referentes dentro de las empresas. “Lo que se ha hecho con otros pero en una forma más sistemática”, resumió.

    AEBU buscará realizar también un trabajo conjunto con la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys) para trabajar sobre el fenómeno de las corresponsalías. En 2013 el Banco Central creó la figura del corresponsal financiero.

    Las empresas que pueden contratar corresponsales financieros son los bancos, las administradoras de crédito, las empresas de servicios financieros y las casas de cambios. A su vez, pueden actuar como corresponsales financieros empresas como redes de pagos, el correo, farmacias y supermercados.

    Gambera cree que como primer paso será necesario reunirse con Fuecys para “tomar conciencia” de que se está dando un traslado de trabajo financiero al comercio para determinar una estrategia común.