“Ajustarse el cinturón” es una de las frases clásicas que se repiten cuando hay que gastar menos en tiempos en que los ingresos dejaron de crecer. La economía uruguaya ya realiza ese ajuste, con el sector privado como protagonista.
, regenerado3“Ajustarse el cinturón” es una de las frases clásicas que se repiten cuando hay que gastar menos en tiempos en que los ingresos dejaron de crecer. La economía uruguaya ya realiza ese ajuste, con el sector privado como protagonista.
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El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLas últimas cifras divulgadas por el Banco Central (BCU) muestran que en 2015 el intercambio corriente con el resto del mundo fue deficitario, aunque menos que en años anteriores. De hecho, el desbalance de U$S 1.947 millones —equivalente a 3,6% del Producto Bruto Interno (PBI)— se puede explicar casi totalmente por el déficit del sector público (el del privado fue 0,1%).
A su vez, la menor entrada de capitales desde el exterior hizo que el saldo global de la balanza de pagos fuese negativo en U$S 1.788 millones (3,3% del PBI), luego de cuatro años seguidos de superávit.
Es que a la vez que el gasto de consumo e inversión de los uruguayos se ajustó el año pasado, también lo hicieron las inversiones —que durante los años recientes habían llegado en gran magnitud—. El saldo de la cuenta capital muestra dicha baja: en 2015 fue superavitario en U$S 249 millones, un 0,5% de PBI, cuando en los años previos había superado el 7% e incluso llegó a 12% en 2012.
La inversión extranjera directa fue uno de los componentes que más se redujeron, al completarse la construcción de la fábrica Montes del Plata, que pertenece a un consorcio internacional. En 2015 ingresaron unos U$S 1.614 millones (3% del PBI), lo que se compara con los U$S 2.148 millones (3,7%) del año previo.