En una semana en que algunas encuestas de opinión pública mostraron que los partidos tradicionales sumados superan en intención de voto al Frente Amplio, Vázquez dijo a sus seguidores que en las próximas elecciones la “opción es bien clara y simple”.
“O ganan ellos o ganamos nosotros. Si ganan ellos van a restaurar y volver atrás: no más Consejos de Salarios, no más aumento de salario, no más puestos de trabajo. Esta es la realidad”, dijo en Rio Branco el miércoles 9, donde se armó una larga caravana y un acto con bombos y redoblantes.
Las encuestas no ven.
El clima festivo del acto lo llevó a improvisar un cambio por primera vez en la campaña, según reconoció el propio Vázquez.
“Por primera vez no me voy a referir a ningún tema en particular. Pero esta noche me parece que es más una noche de festejo que de discurso. Y también vale en política festejar”, dijo. En ese momento recordó la frase que repitió durante la campaña electoral de 2004 —en la que resultó electo presidente de la República— y con la que cerró el discurso en la noche en que ganó. “Festejen, uruguayos, festejen”, exclamó, y los bombos y gritos taparon su voz. “Vaya si hemos podido festejar y vamos a seguir festejando”, agregó luego.
“Las encuestas no ven todo esto, porque si lo vieran ya estarían diciendo que ganamos en octubre con mayoría parlamentaria”, dijo Vázquez y los bombos y aplausos explotaron. El precandidato criticó a los candidatos de la oposición que presentan propuestas “incumplibles”. “Nosotros no prometemos lo imposible. Salir a decir que van a hacer 500 escuelas de tiempo completo es mentirle a la gente, porque no hay maestros para eso. Por eso el Frente Amplio no miente, y yo no miento. Puedo equivocarme pero nunca mentir”, afirmó.
“Con el Frente Amplio la gente vive mejor”, opinó. Y agregó con un tono humorístico que “capaz en unos días salen encuestas que dicen que el oficialismo tiene el 22%”.
“¡La encuesta somos nosotros!”, gritó desde el piso, donde se había sentado, la ex dirigente colorada Glenda Rondán. “Sí señor, tiene razón Glenda. La encuesta está acá, está en la calle, está en todo el país”, enfatizó el ex presidente.
En ese momento jugó a ser un director de cámaras de un canal de televisión y salió de su estrado para ponerse del lado donde estaban los camarógrafos. “No muestren al candidato con un plano chiquito como hacen algunos y no se sabe cuánta gente hay. Muestren de este lado para que se vea esta multitud”, dijo metido entre los periodistas gráficos.
Gol de Uruguay.
Estaba todo preparado como un cumpleaños de 15. El local en Villa Sara, Treinta y Tres, el jueves 10 tenía colgadas en los costados ocho grandes bolas de espejo. Esas que se usan en las discotecas. A último momento las sacaron para dejar lugar a la caravana que venía con el candidato. Pero el color de las banderas y un inflable en la puerta se mantuvieron.
Vázquez agradeció que hayan llenado el local y formado una larga caravana. “Vemos a la gente feliz, sacan las banderas del Frente y se golpean el pecho. ¡Como gritando un gol de Uruguay!”, dijo, y pidió un minuto de silencio. “Pensemos por un momento que volvieran los partidos tradicionales al país”, agregó. La exclamación inmediata de “¡nooooo!” fue la respuesta de los concurrentes. “Bueno, es por eso que tenemos que redoblar los esfuerzos para ganar en octubre con mayoría parlamentaria, como lo vamos a hacer”, dijo el ex presidente.
“No somos tan vanidosos de pensar que la historia del país empezó cuando llegó el Frente Amplio”, dijo Vázquez en la noche del jueves 10. Sin embargo apuntó que cuando le tocó llegar al gobierno en 2005 había “heredado una situación tremendamente difícil y crítica”.
“En Uruguay la pobreza tenia cara de niño, niña y mujer. Había una enorme informalidad, no se respetaba el derecho de los trabajadores. Ni que hablar de los trabajadores del campo. Los salarios eran magros y para lograr un aumento era todo un triunfo”, recordó.
Se defendió de algunas críticas de la oposición, según las cuales las mejoras que logró la izquierda fueron gracias al crecimiento económico que registró el país. Dijo que la situación de Uruguay en 1990, cuando gobernó el blanco Luis Alberto Lacalle, padre del actual precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou, era similar.
“En la década del 90 hubo crecimiento económico tanto como ahora. Sin embargo se enriquecieron unos pocos y aumentó la pobreza, la marginación, los asentamientos”, opinó. Dijo que con la llegada de la izquierda Uruguay cambió “para bien”, algo que a su juicio nadie puede refutar.
Se refirió a la propuesta de Lacalle Pou que planteó erradicar todos los asentamientos. “Esos asentamientos ¿Quién los creó? ¿El Gran Bonete? (...) Fueron producto de las políticas sociales que llevaron adelante los partidos tradicionales”, enfatizó.
Vázquez recordó que es un tema “de gran vigencia” y que afecta a miles de uruguayos. Por eso insistió en que si hasta que el Frente Amplio llegó al gobierno “nadie se había ocupado del tema”, ¿se puede “esperar que se ocupe alguien que no sea del Frente?”.
La puertita de Cacho Bochinche.
El juego era El Castillo de la Suerte. Lo conducía Cacho de la Cruz, conocido por los niños como Cacho Bochinche. Las personas tenían que ir eligiendo a ciegas entre diferentes puertas y se podían llevar desde un lujoso televisor hasta un chancho para criar.
Vázquez utilizó esta imagen en el cierre de la gira el viernes 11 en Castillos, Rocha, para preguntarles a los presentes qué “puertita” elegían para que gobierne el país.
“Cacho Bochinche les ponía las puertitas ¿Cuál quieren? En una había un chanchito”, dijo en referencia a los gobiernos anteriores al Frente Amplio. Ante esa situación la gente optó por conocer algo que no conocía, “la puerta 2”, y le dio la “confianza” al Frente Amplio para ver qué pasaba, explicó.
“La persona decía ‘mejor que un chancho voy a conseguir algo’. Y abría la puerta dos y había una heladera, una cocina…”, relató el precandidato. Pero Vázquez continuó. Ahora el conductor del juego le plantea a la gente cambiar la puerta 2 por otra puerta 3 que no saben qué hay pero tienen una idea por los que ya gobernaron, explicó. “Yo no lo cambiaría. Tampoco ningún uruguayo va a cambiar su seguridad y su tranquilidad por una aventura que tiene antecedentes que han sido muy tristes y muy nefastos”, enfatizó. La platea respondió con un “¡noooo!” a coro.
Comiendo pasto.
En el fondo del acto había un cartel de tres metros de largo que decía “No a la baja”. Vázquez lo señaló para remarcar que tienen que estar en contra del plebiscito para bajar la edad de imputabilidad penal. La iniciativa fue impulsada por el líder colorado Pedro Bordaberry, que ese día tenía un acto a la misma hora a tres cuadras de distancia.
Búsqueda consultó a militantes y dirigentes de Rocha que se habían preocupado porque las caravanas no se cruzaran para evitar problemas. Sin embargo cuando llegó Bordaberry a su local dijo a la prensa que si le daba el tiempo pasaría a saludar a Vázquez.
Su idea llegó a los dirigentes frenteamplistas y allegados a Vázquez. Incluso la seguridad del precandidato estaba al tanto. Pero todos creían que el planteo no se cumpliría. “No creo que se regale y exponga”, comentó a Búsqueda uno de sus allegados.
Ese día Vázquez había decidido hablar del INAU y los menores infractores. Recordó cómo recibió al país cuando asumió la Presidencia. “El 58% de los niños vivía en la pobreza. Era dramático. No hace tantos años atrás —salió en publicaciones de medios de comunicación— había niños que estaban comiendo pasto porque no tenían otra cosas para comer. O comían en las ollas populares. Pero esto no fue en Marte ni en la Luna, ni fue hace un siglo atrás, esto fue hace 15 o 20 años cuando el FA no estaba en el gobierno nacional”, recordó el ex presidente.
En ese momento el líder colorado entró caminando al local acompañado por algunos de sus dirigentes. No sorprendió a la seguridad, que facilitó su entrada, pero sí a los militantes y varios de los allegados al precandidato.
“Tabaré, está Pedro”, le gritó uno de los militantes locales a Vázquez para que interrumpiera su discurso.
“Pero doctor Bordaberry, bienvenido, adelante”, dijo el ex presidente y lo invitó a subir al estrado. “Vine a darle un saludo”, respondió el colorado. “Me parece muy bien”, dijo y le agradeció varias veces. La gente respondió con un fuerte aplauso.
Luego de un abrazo, Vázquez destacó el gesto ante el candidato por ser una “fuerte demostración democrática y del espíritu republicano”. Bordaberry le deseó suerte y se fue. “¡Y ya lo ve, el presidente es Tabaré!”, comenzó a cantar la platea y el candidato colorado saludó y aplaudió con los brazos en alto.
Salió sin problemas. Solo algunos militantes locales se molestaron con la visita. Una señora salió del local como si se sintiera ahogada y decía que sentía “olor a azufre”.
Adentro del local Vázquez volvió a agradecer el gesto del colorado y agradeció a sus militantes por el comportamiento. “El Frente Amplio es una fuerza profundamente democrática republicana, respetuosa y tolerante. Y yo me siento orgulloso de todos ustedes por el recibimiento que le dieron al doctor Bordaberry, que tuvo un gesto muy valiente”.
El líder frenteamplista continuó con su discurso, volvió a insistir con el rechazo a bajar la edad de imputabilidad y cerró la gira con la imagen de “las puertitas”. “Con las dos puertitas, ¿es que hay uruguayos que se atrevan a transitar el camino del retorno a las políticas anteriores? Yo estoy seguro de la inteligencia de los uruguayos”, remató el precandidato.