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Los números sobre pobreza, indigencia y desigualdad que divulgó el Instituto Nacional de Estadística (INE) la última semana de marzo son el respaldo que el gobierno utilizará de ahora en más para defender sus políticas sociales, las que han sido cuestionadas por los partidos de oposición desde que asumió el Frente Amplio en 2005 y creó el Ministerio de Desarrollo Social.
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Hasta ahora, uno de los principales argumentos de los blancos para cuestionar la gestión frenteamplista en el gobierno es que durante el gobierno del Partido Nacional (1990-1995) la pobreza se situó en el 15%. El último dato del INE, que cambió la metodología de medición, indica que la pobreza se ubica en el 13,7%.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, dijo a Búsqueda que esas cifras son una demostración de que las medidas adoptadas por el Frente Amplio son exitosas y por eso el gobierno pretende salir a la ofensiva en el debate público sobre el tema. “El Partido Nacional en los 90 no tuvo que sufrir la hemorragia de 2002 ni el neoliberalismo de los 90. En esos años no hubo política social”, afirmó.
En las últimas semanas la diputada nacionalista Ana Lía Piñeyrúa anunció que quiere interpelar a Olesker por el gasto en políticas sociales del gobierno frenteamplista.
“Estamos muy conformes con esta política social y vamos a lograr los objetivos que nos planteamos de bajar la pobreza a un dígito y erradicar la indigencia”, afirmó. Añadió que desde que la izquierda llegó al gobierno en 2005, 850.000 personas dejaron de ser pobres.
Una persona es pobre si sus ingresos son insuficientes para adquirir una canasta de alimentos y otros productos básicos. En Montevideo, ese límite se ubica en los $ 7.500.
El informe del INE, además del descenso de la pobreza del 18,6% en 2010 al 13,7% en 2011, da cuenta de una baja del 1,1% al 0,5% la población en situación de indigencia (aquellas personas que ni siquiera pueden solventar los alimentos básicos). A su vez, la desigualdad medida por el coeficiente de Gini —una medida donde 0 es la distribución perfecta y 1 la desigualdad extrema— pasó del 0,421 a 0,401.
El informe del INE fue analizado durante la reunión del Consejo de Ministros del lunes 9 en base a un documento elaborado por el ministro Olesker.
“Que la desigualdad y la pobreza bajen juntas no es común en el mundo, porque bajar la pobreza es una política de ingresos, uno puede subir los ingresos, hay menos pobres, pero la diferencia entre los ricos y los pobres se mantiene o incluso se puede acrecentar. En la vida uruguaya hay ejemplos claros de ello, ya que en los años 90 a pesar del crecimiento económico y de la reducción de la pobreza, la desigualdad se mantuvo estancada”, dice el texto que presentó Olesker.
El ministro señaló que en este caso lo “importante” es que la “pobreza, indigencia, desigualdad y brecha de la pobreza bajan todas cuatro años seguidos, lo que configura una tendencia estructural”.
El secretario de Estado sostuvo que las cifras se explican por las “políticas sociales y las políticas de ingresos, salarios, empleos e impuestos” y el crecimiento económico del país.
Según Olesker, la reforma de la salud fue una de las principales políticas sociales porque se basó en la capacidad contributiva de las personas. En cuanto a la política salarial, la mejora del salario mínimo permitió que se generaran ingresos en la familia para poder superar la línea de la pobreza.
En el Consejo de Ministros, el titular del Mides destacó que la formalización del trabajo incidió en la reducción de la pobreza.
El ministro indicó que continuar con la mejora del salario mínimo, la formalización del trabajo y la implementación de un sistema de cuidados al que se puedan acoger las madres jefas de hogar, logrará que se alcance el objetivo de bajar más la pobreza y eliminar la indigencia. Además, señaló que esta meta se logrará si más jóvenes ingresan a los programas educativos, si se duplican los montos de la Tarjeta Uruguay Social, destinada a los 30.000 hogares más vulnerables para que puedan comprar comestibles y productos de limpieza, y si se pone en marcha del programa Uruguay Crece Contigo, que atenderá la situación de la primera infancia.