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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa mesa de discusión sobre trabajo y tecnología organizada por la Intendencia de Canelones llevaba una hora y media cuando el jefe comunal, Yamandú Orsi, le pidió a uno de los panelistas que explicara “qué es esto del billete electrónico” y del “bitcoin” de un modo que “los criollos comunes” pudieran entenderlo. El presidente del Banco Central (BCU), Mario Bergara, tomó el micrófono, bromeó con que los otros dos disertantes —Álvaro García, director de Planeamiento y Presupuesto, y Miguel Brechner, al frente del Plan Ceibal— estaban “robando la guita” y respondió lo mejor que pudo.
Para dar un poco de “contexto” a quienes lo escuchaban el lunes 19 por la noche en el shopping Costa Urbana, Bergara dijo que el gobierno desarrolla una política de inclusión financiera que implica, entre otras cosas, ampliar el uso de los medios de pago electrónicos. Planteó que es necesario diferenciar dicho proceso y el de la aparición de las llamadas criptomonedas, activos virtuales creados por ingenieros y financistas por fuera del ámbito de los bancos centrales. El jerarca recordó que si bien el bitcoin es la más conocida, existen más de 1.500 criptomonedas. “La mayoría no sirve para nada”, añadió.
“Las criptomonedas trataron de generarse, en el origen, para que no hubiera más un banco central que tuviera que validarlas. Se genera un mecanismo en Internet para validarlas, pero es un mecanismo que resulta ser costoso y lento si uno piensa en una moneda de circulación cotidiana. Por lo tanto, las criptomonedas como el bitcoin hoy son más bien un activo financiero para especular”, sostuvo.
El titular del BCU opinó que las criptomonedas “van a terminar mal”. En seguida miró a Brechner, ingeniero y responsable del Plan Ceibal, y agregó: “Miguel creo que no está del todo de acuerdo”.
Bergara fundamentó su postura en que el valor del bitcoin es muy inestable y que “no hay moneda que pueda operar como tal” porque “la gracia de las monedas” es la estabilidad. “Entonces, las criptomonedas son hoy por hoy un mecanismo de inversión especulativa”, insistió. Y agregó: “Como elemento monetario no lo vemos como un riesgo sustitutivo de las monedas que emiten los países, o sea los bancos centrales”.
Algunos gobiernos han restringido las operaciones con bitcoins, cuando su precio registró una fuerte alza y una posterior caída en los meses recientes. Otros, en cambio, las han aceptado como un medio de pago válido en sus economías.
Para el BCU, las criptomonedas y la tecnología que permite llevar los registros contables distribuidos en una red —blockchain— han sido dos temas de estudio permanente durante 2017. En su plan integral para 2018 existen dos iniciativas estratégicas que implican un análisis y evaluación del impacto de las monedas digitales en los mercados financieros y en las diversas áreas de interés para el organismo. En ese marco, un equipo de analistas se encuentra analizando las diferentes regulaciones que se están implementando en el mundo y evaluando su eficacia (ver Búsqueda Nº 1.954).
Bergara destacó que el concepto de criptomoneda es diferente al hecho de que los bancos centrales emitan sus monedas también en soporte electrónico. Al respecto, destacó que el BCU inició un plan piloto que es seguido “con mucha atención” por otros países.
Dicha experiencia, que implica la emisión de un monto acotado de pesos virtuales (e-peso), fue lanzada a comienzos de noviembre pasado a modo de prueba entre un máximo de 10.000 usuarios de celulares de Antel para abonar consumos en una reducida red de comercios y otros establecimientos. Este dinero virtual tiene la ventaja de reducir costos de emisión y logística respecto del efectivo en su formato físico (billetes y monedas).
Ya corrido algo más de la mitad del plazo estipulado para el plan piloto, la cantidad de usuarios y de transacciones es evaluada como satisfactoria por las autoridades. Son hasta ahora unas 5.000 las personas registradas para pagar con e-pesos, según información relevada por Búsqueda. Pueden usarlo en todos los locales de RedPagos y en algo más de 40 comercios.
Para estimular su desarrollo, el BCU habilitó incentivos para los usuarios (al principio, cargando más dinero del que pusieron para los primeros 1.000, y ahora sorteando $ 2.000 que van a la billetera electrónica entre los que realizan más de 10 transacciones mensuales) y los comercios (a los que superaban las 25 transacciones con e-pesos).