El video institucional usa drones. Comienza con el cartel de la planta en Capurro y luego, mientras la música de carácter épico aumenta en volumen e intensidad, se adentra en la fábrica para mostrar el embotellado de varias bebidas alcohólicas.
Arrastra cuatro años de pérdidas consecutivas por US$ 2.600.000; las autoridades no la consideran parte esencial del grupo ni vinculada en forma alguna a los negocios centrales de la petrolera estatal
El video institucional usa drones. Comienza con el cartel de la planta en Capurro y luego, mientras la música de carácter épico aumenta en volumen e intensidad, se adentra en la fábrica para mostrar el embotellado de varias bebidas alcohólicas.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáOtro paneo muestra todas las marcas producidas por la Compañía Ancap de Bebidas y Alcoholes (CABA S.A.): Caña los 33, Grappa San Remo, Whisky Mac Pay, Ron El Navegante, Espinillar, Grappamiel, vodka Aleksin... La lista sigue y el video, que se puede apreciar en la página web de CABA, luego difiere a otras partes de la fábrica, en donde también se producían otra gran variedad de productos, desde alcohol industrial hasta perfumes y repelente.
Pero la historia de la empresa propiedad de Ancap llegará este año a su fin, luego de 87 años de existencia. Las autoridades del ente anunciaron que cerraran CABA, liquidando sus activos.
La decisión llega luego de varios meses en los que el Directorio de Ancap buscó vender CABA, sin éxito. Fuentes cercanas al proceso de venta consultadas por Búsqueda explicaron que hubo dos factores clave que hacían poco atractiva a CABA: sus niveles de pérdidas y el hecho de que estaba “demasiado diversificada”.
Fue precisamente esa diversificación y las pérdidas económicas lo que llevó a las autoridades a vender la empresa. En Ancap se entiende que CABA “ya cumplió” con su función original y que hoy no integra el eje central de negocios del ente.
A ese hecho se le suma que del 2014 en adelante la empresa dio pérdidas año tras año por un total de más de US$ 2.600.000, según los balances de CABA. Solo en 2015 tuvo pérdidas por US$ 964.000.
Con la opción de venta descartada, Ancap resolvió que los productos industriales que produce CABA sigan dentro del grupo. Así, todo lo referente a alcoholes y disolventes pasará a manos de Alur (Alcoholes del Uruguay), otra subsisidiara del ente. La parte de lubricantes quedará en manos de Ducsa. El resto de las áreas se cierran.
Fuentes de Ancap dijeron a Búsqueda que ya comenzó el proceso de liquidación de todos estos sectores no industriales y que en el correr de la semana que viene se nombrarán los síndicos para seguir las etapas del proceso de liquidación.
“Era una locura para gerenciar. Un día atendías problemas en la producción industrial de alcohol y al otro una estrategia comercial para mejorar el posicionamiento de tus perfumes: era una abanico muy amplio”, dijo uno de los informantes.
Asimismo, las fuentes explicaron que la estructura de una empresa industrial es “más liviana” que una que atiende el mercado minorista en cuanto a recursos humanos. “CABA debería haberse expandido mucho más en todos los mercados para hacer frente a una estructura con tantos puestos jerárquicos y salarios tan altos”, dijo otro informante.
De hecho, el gerente general de CABA, Héctor Bajac, quien fuera sustituido cuando en diciembre de 2016 Ancap anunciara la reestructura de la empresa, ganaba por encima de los $ 400.000 al mes, dijeron las fuentes.
Bajac no era el único: varios cargos altos de CABA tenían salarios que excedían los $ 200.000 al mes. Un director de Ancap cobra aproximadamente $ 90.000. Cuando en Alur se hacían llamados a puestos que podrían ser ocupados por algunos funcionarios de CABA, estos rechazaban postularse porque los sueldos eran inferiores, dijeron las fuentes.
Además de los salariales, la empresa tenía que hacer frente a fuertes costos en publicidad y competencia de mercado en todo su sector minorista, otro elemento que acrecentaba sus lastres económicos.
Ese amplio abanico queda en evidencia en la lista de productos producidos por CABA. En total son más de 50, divididos en cinco grandes áreas: bebidas alcohólicas, cuidado personal, cuidado del hogar, cuidado automotriz y productos industriales.
No siempre tuvo tanta amplitud. CABA fue fundada 1931 como la división de alcoholes de Ancap con el objetivo de regular y fiscalizar el mercado de bebidas alcohólicas uruguayo. En esa época, la producción de alcohol en alambiques por parte de privados era algo habitual, no existían controles y la producción era ilegal.
La misión de CABA era muy similar a la que se buscó con la regulación legal de la marihuana en 2013.
“Este objetivo se cumplió, y hoy en Uruguay no hay indicios de bebidas destiladas adulteradas, que sí abundan en otros países de la región”, señala el portal institucional de CABA.
En 2002, CABA pasó al Derecho Privado. Fue adquiriendo en diversos momentos nuevos productos para elaborar y comercializar, entre ellos el repelente y los insecticidas Explorador y en 2013 y en 2014 una no muy conocida línea de perfumes —Alma Mía— con cuatro fragancias: Libre, Radiante, Exótica y Enamorada.
“El año cerró con una facturación de productos nuevos (productos incorporados en el ejercicio anterior) superior a US$ 1,6 (un millón seiscientos mil dólares), cifra récord para la empresa. En el negocio de los repelentes, la marca Explorador, se posicionó como la segunda en participación de mercado, apoyada en la cobertura de distribución. Se ingresó en el mercado de productos de cuidado personal, con el lanzamiento de la marca Alma Mía, con productos como el body splash, quitaesmalte y alcohol en gel humectante”, sostiene la memoria de Ancap del 2014.
Sin embargo, ese año CABA cerró con pérdidas por US$ 614.000. Ya en 2013, el lanzamiento de un ron con más de 20 años de añejamiento tuvo complicaciones y se realizó “sin sentidos” comerciales, según reconoció el propio Bajac a El Observador en un artículo en el que se informaba que Ancap vendía su ron a $ 1.300 y lo compraba a $ 1.690.
Un aspecto delicado del proceso de cierre y liquidación fue la negociación con los poco más de 40 trabajadores que integraban CABA. Búsqueda intentó comunicarse con el dirigente del sindicato de CABA Jorge Fracchia, quien declinó hacer comentarios porque su tarea “es proteger y defender a los trabajadores”.