La sesión que comenzó ayer a la mañana prometía ser inusualmente larga, incluso para tratarse de una interpelación a un ministro del Interior.
La sesión que comenzó ayer a la mañana prometía ser inusualmente larga, incluso para tratarse de una interpelación a un ministro del Interior.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl ministro Luis Alberto Heber se valió de una vieja estrategia empleada por su antecesor, Eduardo Bonomi, para apabullar al rival 11 años antes, interpelado en 2012 por el nacionalista José Carlos Cardoso. En aquella oportunidad, Bonomi hizo desfilar a una extensa lista de mandos medios policiales y del ministerio para dar una respuesta de más de cinco horas a su interpelante. Y ayer Heber hizo lo mismo: en las respuestas participaron el subsecretario Guillermo Maciel, el director de Secretaría, Nicolás Martinelli, el coordinador del Programa Integral de Seguridad Ciudadana, Diego Sanjurjo, y el director de la Policía Nacional, José Manuel Azambuya.
El intercambio previsible entre el diputado interpelante Sebastián Valdomir (Movimiento de Participación Popular) y el ministro y su equipo, postergó la posible tensión hasta entrada la noche. El debate entre los diputados, comenzó minutos antes de las siete de la tarde, casi 10 horas después del inicio de la sesión.
La bancada cabildante, acostumbrada en la Cámara Baja a darle sorpresas al resto de la coalición, no había anticipado una postura concreta frente a la interpelación. Además, el diputado colorado Gustavo Zubía adelantó en la previa que haría críticas a la gestión de Heber, y lo concretó horas más tarde, cuando cuestionó el perfil tomado por la cartera en los últimos meses.
Cabildo Abierto se negó a participar de una conferencia de prensa organizada por la bancada nacionalista y encabezada por Heber junto con autoridades policiales. La posibilidad de que el ministro apareciera rodeado de los diputados de la coalición fue descartada ante la negativa cabildante. “Queremos que el ministro conteste nuestros cuestionamientos y ahí tomaremos postura”, describió un legislador cabildante. Mientras tanto, el diputado Álvaro Perrone, referente de su bancada, se paseaba por el hemiciclo y el ambulatorio con una carpeta roja que decía “Seguridad!!”.
Luego de la conferencia, la postura cabildante quedó en actas cuando tomó la palabra el diputado Carlos Testa. El legislador sostuvo que el ministerio venía procediendo “con sumo cuidado” para no justificar asesinatos por ajustes de cuentas o enfrentamientos entre bandas narco, pero cuestionó que en la presentación de Heber eso sí se había hecho.
Si bien no compartía las políticas de El Salvador y su presidente, Najib Bukele, dijo que le generaba una “sana envidia los resultados” y se preguntó “cómo es posible que no podamos frenar las bandas manteniendo las garantías individuales”. Testa reclamó cumplir con algunas propuestas del programa de la coalición Compromiso por el país, como el despliegue territorial de la Policía, jerarquizar las figuras de los comisarios, aumentar la proximidad con la población y construir una cárcel de máxima seguridad. “Propusimos y el pueblo decidió cambio. Pero recordemos cuál era la preocupación de la gente a finales del gobierno pasado. La inseguridad galopante que nos pasó por arriba. Lo que me parece alarmante es que este vuelva a ser el motivo de preocupación”, sostuvo el legislador. Añadió que el gobierno de coalición “no ha logrado dar respuestas a la sensación de inseguridad” y que, si el presidente y el ministro no están conformes, “nosotros estamos menos conformes”.
En su primera fase, la interpelación fue de guante blanco, lo reconoció incluso en la sesión y en los pasillos el ministro Luis Alberto Heber. Valdomir tenía un objetivo claro en su intervención inicial: intentar demostrar que la gestión del Ministerio del Interior y sus números no suponían ninguna mejora en materia de seguridad pública, sino que la situación había estado incambiada, o incluso quizás peor, que como la había dejado el gobierno frenteamplista en febrero de 2020.
Para eso se valió de una serie de afirmaciones, datos y algunas suposiciones. Recordó que si bien el Compromiso por el país pedía declarar la “emergencia en seguridad pública”, Heber se había negado a hacerlo e incluso, cuando el Frente Amplio se lo pidió, tildó la respuesta de “marketinera”.
En cambio, dijo que sí había “marketing” del ministro a la hora de anunciar programas y propuestas o de decir frases como “volvieron las carteras”, cuando no se sabe “en qué departamento ni en qué barrio volvieron”. Dijo que se pasó de un plan en mayo de 2022 para combatir los homicidios a otro para combatir el narcotráfico, cuando los asesinatos aumentaron 25% finalmente en ese año y cuando Uruguay se consolida como una ruta de pasaje de droga. Así, sostuvo que si bien hay récord de condenados e incautaciones, es “difícil” saber el porcentaje total de las sustancias traficadas. “Desde 2020 Uruguay pasó a ser un enclave y ruta prioritaria del narcotráfico”, dijo el legislador, citando un informe de Ceres.
Un capítulo aparte fue el barrio Peñarol, al que Valdomir le dedicó un análisis pormenorizado. Según dijo, tuvo un promedio de homicidios de 60 cada 100.000 habitantes, lo que es más que el promedio anual de Venezuela, Honduras, Colombia y México. “Tiene un plan en marcha y no dio ningún resultado. Cada plan que se anuncia tiene un efecto inverso”, ironizó.
A su vez, expuso que el promedio anual de homicidios de este gobierno es de 342, el más alto de la historia, cuando en el último período de Tabaré Vázquez había sido de 331. Pero además las muertes dudosas, 200, según Fiscalía en 2022, crecieron 80% anual respecto a las de 2014-2019. Antes, sostuvo, eran 80 al año y ahora el promedio es de 176. “Ahora dicen que es un empate técnico con 2019. Y nosotros decimos que muchas de las muertes dudosas fueron homicidios”, sentenció.
Finalmente, le consultó a Heber si renunciaría en la campaña política o si se quedaría hasta el final del gobierno, y lo acusó de estar haciendo campaña política. “Nosotros queremos un ministro 24/7”, reclamó, tras sostener que el jerarca reparte su tiempo entre las tareas ministeriales y recorrer los barrios con la Lista 71.
En su respuesta, Heber repasó que la actual administración, todavía con Jorge Larrañaga al frente, reactivó las brigadas antidrogas de Montevideo y Canelones, disueltas en 2013. Mostró decenas de gráficas que ilustraban subas en las incautaciones y en personas condenadas y formalizadas por delitos de narcotráficos.
“¡No se puede afirmar que no se está trabajando bien! ¿Estamos en guerra contra el narcotráfico? ¡Sí, señor!”, exclamó. El carácter beligerante de su administración iba a ser repetido varias veces. Incluso el ministro criticó el informe de Ceres, se preguntó de dónde habían salido los datos y deslizó si la organización tenía contacto con el narcotráfico para poder tener esa información. Horas más tarde se disculparía. También dijo que, mientras los homicidios en Peñarol fueron 13 en el primer semestre de 2022, bajaron a tres en lo que va de 2023.
Además, aseguró que de 49 organizaciones delictivas de narcotráfico activas —a las que definió con tres o más bocas, organización piramidal, autonomía, territorio y estructura de funcionamiento—, el ministerio golpeó a 41. “No sabemos si se volvieron a organizar o no, pero sí las golpeamos. Seguramente puede haber una reorganización, no lo puedo afirmar con contundencia. ¿Pero no estamos haciendo nada? ¡No, señor!”.
El ministro evitó comparar los datos con los años de 2021 y 2020, debido a la pandemia, y recordó que el Frente Amplio había sostenido que los delitos bajaron por eso. Sí lo hizo con los de 2019, donde hubo 11 homicidios más. “No es suficiente. Se están manteniendo los números. Sería infantil decir que bajamos por 11 homicidios”, sostuvo. No obstante, luego resaltó que aquellos provenientes de rapiñas o hurtos en 2022 “son los guarismos más bajos de los últimos 10 años”.
El ministro sostuvo que el bajo nivel de esclarecimiento de homicidios en los últimos años suele darse porque hay crímenes que continúan investigándose y se aclaran después de un año o más de consumados.
Finalmente, el subsecretario del ministerio, Guillermo Maciel, realizó una extensa intervención respecto a las muertes no esclarecidas y sostuvo que estas se denominan así por el Instituto Técnico Forense cuando las causas son injustificadas, que la tipificación penal se realiza por cuenta de Fiscalía y que nunca fueron contabilizadas ni debe hacerse como homicidio intencional. “Hay claras diferencias en los patrones entre víctimas de un homicidio intencional y de los dudosos”, dijo Maciel.
En el final de su primera intervención, el ministro se dedicó específicamente a responder algunas preguntas que le había entregado Valdomir. Así, dijo que si bien sabe que hay bautismos y reclutamientos de la banda narcotraficante Primer Comando Capital en cárceles del país, no tiene información de su penetración, como sí ocurrió con otras bandas como Os Manos, Bala na Cara y Os Tauros. También expresó que no tenía registros del Primer Cártel del Uruguay, una “autodenominación”, a juicio de Heber, del grupo de Sebastián Marset, cuya actividad “no reviste la pomposidad” que el narcotraficante se atribuía, aunque algunos detenidos en la Operación Adamante sí tenían vínculos con él.
Heber también cuestionó los dichos del consejero de Asuntos Políticos y Económicos de la Embajada de Estados Unidos, Eric Geelan, que había dicho hace unos días que las autoridades uruguayas deberían tener la misma preocupación por el narcotráfico que por el lavado de activos en el país. El ministro dijo que tenía 20 investigaciones de lavado de activos en curso y no se ha recibido por parte de la Dirección de Tráfico Ilícito de Drogas ningún Reporte de Operaciones Sospechosas. Heber dijo que incluso llamó a la embajadora de Estados Unidos, Heide Fulton, quien le dijo que se trataba de una postura personal del jerarca diplomático y no de una oficial de la sede. “Nos extrañan estos comentarios, que los adjudico a falta de información”, sostuvo.
Luego de anunciar un par de artículos en la próxima Rendición de Cuentas para una “mejor redacción” que permita confiscar “todos los bienes” de narcotraficantes, el ministro ratificó que no renunciará en el corto plazo a su cartera, pero sí lo hará cuando comience la campaña electoral. “Acá me saca el presidente o la censura parlamentaria. Por voluntad propia no me voy hasta que no pueda más o sea una irresponsabilidad continuar cuando estemos en campaña electoral”.
Blancos, colorados y el Partido Independiente intentaron que los cabildantes se sumaran a una moción de respaldo al ministro, pero no tuvieron éxito. El partido liderado por Guido Manini Ríos tampoco aceptó plegarse al pedido de censura presentado por el Frente Amplio. Después de 24 horas de sesión, una mayoría integrada por legisladores de Cabildo Abierto y el Frente aprobó una resolución crítica con la gestión de la seguridad. El documento dice que “la actual gestión del Ministerio del Interior no viene logrando cumplir los compromisos fundamentales en materia de seguridad que presentó la coalición de gobierno a la ciudadanía en su documento Compromiso por el País”.