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    Carlos Julio Pereyra

    Cuando decidió que empezaría la militancia política, Carlos Julio Pereyra tenía un solo camino posible. Su abuelo había participado en la revolución de 1987, comandada por el caudillo blanco Aparicio Saravia, y su padre peleó en la de 1904.

    A los 20 años Carlos Julio Pereyra inició su periplo político cuando colaboró con Javier Barrios Amorín en la campaña de 1942, en la que el profesor de liceo blanco obtuvo su banca.

    Eran épocas en las que las campañas se hacían a tracción a sangre. “En cada seccional de Rocha hacíamos un acto abierto a todo el público. También se hacían las visitas personales, a familias, las campañas se iniciaban muy temprano. Nos trasladábamos a caballo, en carro”, recordó Pereyra en una entrevista con galería en octubre del 2019.

    Maestro de escuela y luego profesor de liceo, poco a poco fue metiéndose en la arena política hasta llegar a niveles de primera línea del Partido Nacional.

    Fue edil departamental de Rocha en 1951, después diputado, senador y candidato a vicepresidente de la República en la fórmula que encabezó Wilson Ferreira en 1971.

    “La historia de alguna manera registrará a estas dos grandes figuras (Wilson Ferreira Aldunate y Carlos Julio Pereyra) como partes absolutamente necesarias una de otra de una misma historia”, dijo el historiador Gerardo Caetano en la presentación del último libro de Pereyra Wilson. Las cartas del exilio, una reflexión que quedó registrada en el documental Detrás del traje de su nieta, la comunicadora Inés Pereyra.

    Tras el retorno a la democracia, fue candidato a presidente en dos oportunidades: 1989 y 1994. Repitió en el Senado hasta el 2005 y poco después presidió el Directorio del Partido Nacional.

    El líder del Movimiento Nacional de Rocha murió el 9 de febrero a los 97 años. Sus restos fueron velados en el Palacio Legislativo con honores de Estado.

    Al Palacio Legislativo concurrieron figuras de primera línea de todos los partidos políticos y organizaciones sociales para homenajearlo.

    El presidente Tabaré Vázquez emitió un comunicado en el que definió a Pereyra como “un referente ético y político en la vida pública del país por sus profundas convicciones democráticas y republicanas”. 

    La vicepresidenta electa, Beatriz Argimón, declaró que Pereyra “fue un referente ético” de la política uruguaya. “El Partido Nacional despide a uno de sus mejores hombres, pero deja un legado que perdura en el siglo XXI”.

    El presidente electo, Luis Lacalle Pou, dio un emotivo discurso en el cementerio de Rocha. “Don Carlos nunca dejó de ser firme en lo que pensaba, nunca dejó de rebelarse ni de pararse frente a lo que consideró que estaba mal o era una injusticia, pero, como nos gusta decir a nosotros, fue firme con las ideas y suave con las personas, lo que de alguna manera legitimó cada una de sus posiciones políticas. Y por eso hoy lo despide el Uruguay”, dijo.