Pese a que han sido rivales acérrimos, en filas del Movimiento de Participación Popular (MPP) hay quienes hablan con cierta admiración sobre la estructura y la manera de trabajar dentro del Estado que tuvo el Foro Batllista.
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Además de un presidente a la cabeza, el Foro supo tener una fuerte bancada parlamentaria, ministros, embajadores y figuras clave en los principales organismos del Estado.
Pero hoy, uno de los grupos políticos más poderosos tras el retorno de la democracia se ha ido deshilachando y este año, el previo a las elecciones, marcará que los militantes del Foro que quedan definan a qué sector apoyarán en la interna colorada.
“El Foro no solo es una construcción intelectual sino que también depende de Sanguinetti”, explicó un dirigente cercano al ex presidente.
El año pasado, más de una vez, hubo dirigentes que consultaron al ex presidente Julio María Sanguinetti si para el 2014 tendría alguna actividad política electoral. Sanguinetti fue claro en reiterar que esa etapa está superada para él y que ahora su tarea es “apoyar al Partido”.
Por eso, se da por hecho que en 2014 ya no aparecerá la tradicional “Lista 2000” en las elecciones.
Un ex integrante del Foro que en la actualidad está en Vamos Uruguay explicó a Búsqueda que la visión de Sanguinetti es “tener amigos en todos lados”. Es por esa razón que aparecen dirigentes en los dos principales sectores: Vamos Uruguay y Propuesta Batllista (Proba).
De hecho, Proba se fundó sobre la base de un acuerdo de dirigentes de dos corrientes que tuvieron sus enfrentamientos años atrás: el Foro Batllista y la Lista 15. Los dos senadores del sector tienen origen en alguno de los dos grupos: José Amorín de la 15 y Tabaré Viera del Foro.
Dentro de Vamos Uruguay también hay ex integrantes del Foro, como los diputados Martha Montaner, Germán Cardoso, Fernando Amado o Juan Ángel Vázquez.
Un dirigente cercano a Sanguinetti recordó que luego de que el ex mandatario dijera que no participaría en la competencia electoral —su último cargo fue senador en el periodo 2005-2010— “comenzó a aparecer gente que planteó su idea de irse” del grupo.
En diciembre pasado, la Agrupación Amigos de Oscar Magurno anunció su decisión de apoyar a Pedro Bordaberry, de Vamos Uruguay, como candidato. Magurno es un viejo dirigente colorado cercano al ex presidente; en 2009 fue electo diputado de Montevideo por la Lista 2000. Luego se enfermó y su lugar fue ocupado por Guillermo Fachelo, hombre de su estrecha confianza.
El ex subsecretario de Defensa Roberto Yavarone, también cercano a Sanguinetti, comentó que se siente “afín” a Bordaberry pero aclaró que no es parte de Vamos Uruguay. “Converso asiduamente con Sanguinetti sobre política”, acotó.
Este año, en tanto, será el ex ministro del Tribunal de Cuentas Gustavo Osta, otro hombre muy cercano a Sanguinetti, quien definirá con su agrupación los pasos a seguir en la interna colorada.
Socialdemocracia.
Mientras, Sanguinetti está en actitud de “ayudar” a todo el Partido, aseguraron fuentes cercanas al ex mandatario. “Donde lo llamen va. Dio una mano hasta en las elecciones juveniles”, comentó una de las fuentes.
En tanto, Osta remarcó que Sanguinetti “no se jubiló” y que actualmente se dedica a la “elaboración política intelectual: los libros, el Círculo de Montevideo (una organización integrada por ex presidentes como Felipe González y por el magnate mexicano Carlos Slim, entre otros) o sus columnas de opinión”.
Además de escribir en varios diarios, Sanguinetti tiene a su cargo la edición semanal del “Correo de los Viernes”, la publicación oficial del Foro Batllista. Allí colaboran una veintena de personas, entre ellos el ex canciller Didier Opertti, el ex vicepresidente Luis Hierro, Yavarone, Ruben Correa Freitas o la dirigente Consuelo Pérez.
“El Foro es la expresión más clara del Batllismo, de la socialdemocracia, de la presencia del Estado en las áreas clave, de meterse en los temas sociales y no dejar todo en manos del mercado”, consideró Osta.
Antes de su primera prueba electoral, los dirigentes encabezados por Sanguinetti tuvieron una primera presencia fuerte con el apoyo a la derogación de algunos artículos de la ley de empresas públicas en 1992.
Luego, en 1994, Sanguinetti volvió a ser presidente y el sector creado por él fue el más respaldado en todo el país: 16,6% del total de votos.
En 1999, el Foro perdió las internas con la 15 de Jorge Batlle por casi 12 puntos, pero en las nacionales de ese año se recuperó y tuvo la misma cantidad de senadores que el oficialismo de Batlle.
Cinco años después, cuando comenzaba una nueva campaña electoral, los foristas reivindicaron su accionar durante el complejo gobierno de Batlle. “Desatada la crisis, más que nunca se trataba de ayudar al país y ese fue el esfuerzo de la agrupación. No siempre se coincidió con el gobierno, pero nunca el Foro dejó de contribuir a que el país pudiera salir de ese dificilísimo atolladero”, decía una editorial de “Correo de los Viernes” de marzo de 2004 en la que se anunciaba la candidatura presidencial de Guillermo Stirling.
“El perfil de la agrupación como tendencia política —indicaba— se definió a lo largo de los dos gobiernos de Sanguinetti. Una política exterior activa y respetuosa, que afirmó la imagen internacional del país. Un clima de confianza que permitió aumentar la inversión y así generar crecimiento sostenido. Políticas sociales que, basadas en ese crecimiento, permitieron que, en esos años, el país ejecutara el mayor programa de viviendas de la historia, disminuyera dramáticamente la mortalidad infantil, desarrollara una reforma educativa sin precedentes, alcanzara —tal cual lo mostraba la Cepal— la mejor distribución del ingreso de América Latina. Estos fueron sellos distintivos de un grupo político que se sintió —se siente— continuador de la tradición batllista. Por eso, el Foro ha sido reformista del Estado y sus empresas pero nunca destructivo, como los llamados neoliberales, ni inmovilista, como esos frentistas que dicen que mejorarán las cosas no cambiando nada”.
Política
2013-01-31T00:00:00
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