El 24 de octubre, la Organización de Naciones Unidas (ONU) cumplirá 70 años. Desde su creación en 1945, el mundo ha sufrido enormes transformaciones, muchas más que el principal organismo multilateral.
El 24 de octubre, la Organización de Naciones Unidas (ONU) cumplirá 70 años. Desde su creación en 1945, el mundo ha sufrido enormes transformaciones, muchas más que el principal organismo multilateral.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl secretario general, Ban Ki-moon, parece tenerlo claro. El año pasado apoyó la iniciativa del Instituto de la Paz Internacional de crear una comisión que recomiende modificaciones al actual sistema.
Así surgió la Comisión Independiente para el Multilateralismo que trabaja para responder si “el actual sistema multilateral sigue cumpliendo su propósito”. En junio de 2016 presentará a la ONU su informe final con recomendaciones.
El presidente de esa comisión, Kevin Rudd, estuvo en Uruguay esta semana. Se reunió con el senador José Mujica, representantes de la Universidad de la República, del Consejo Uruguayo para las Relaciones Internacionales, y con el subsecretario del Ministerio de Relaciones Internacionales, José Luis Cancela, entre otros. La opinión de Uruguay le interesa porque históricamente es un país activo en los organismos multilaterales y por su próximo ingreso al Consejo de Seguridad de la ONU, su principal órgano de decisión.
Para Rudd —ex primer ministro de Australia— la ONU debe enfrentar varias “reformas centrales”. “Lo peor que podemos hacer es dejar que la ONU se vaya volviendo cada vez menos relevante. Un día nos vamos a despertar y vamos a descubrir que la ONU se murió”, afirmó.
—La pregunta de la que parte la Comisión es si el sistema multilateral actual está cumpliendo su propósito. Parece que la respuesta negativa está implícita en esa formulación.
—Todavía lo estamos examinando, pero la ONU se creó hace 70 años. Piense si el Uruguay de hoy se parece al de hace 70 años. El mundo ha cambiado de una manera impresionante, ahora tenemos la globalización de todo, entonces tenemos la gran demanda de una efectiva gobernanza global. Tenemos un déficit de gobernanza global. Eso no es culpa de nadie y es la responsabilidad de todos. Por eso es importante hacerse sistemáticamente estas preguntas después de un tiempo. Lo peor que podemos hacer es dejar que la ONU se vaya volviendo cada vez menos relevante. Un día nos vamos a despertar y vamos a descubrir que la ONU se murió. Todos los ciudadanos del mundo tenemos la responsabilidad de empujar en la dirección contraria y ayudar a que la ONU esté en un proceso continuo de renovación. La alternativa es la ley de la jungla.
—Si las cosas han cambiado tanto en estos 70 años, ¿por qué cree que no lo ha hecho la ONU?
—La historia de las organizaciones multilaterales es que nacen solo después de grandes crisis. La ONU nació después de la II Guerra Mundial, la Liga de las Naciones después de la I Guerra Mundial, el Consejo de Europa nació después de las guerras de Napoleón, y los tratados de Westfalia nacieron después de 100 años de guerras religiosas.
Estamos enfrentando un nuevo desafío: cómo marchamos en contra de la historia, reformando una institución en la ausencia de una crisis total. El reto para nosotros es identificar cada posible crisis emergente en el sistema internacional y recomendar cambios estructurales para afrontarlas mejor. El reto del sistema multilateral es prevenir los eventos en vez de ser reactivo.
—¿Qué expectativas tenía de este viaje a Uruguay?
—Una de las razones para venir a Uruguay es que es un país muy activo en el tema del multilateralismo: lo fueron con la Ronda de Doha, también en operaciones de mantenimiento de la paz y van a ser electos en el Consejo de Seguridad. Es un país al que teníamos que venir. Los uruguayos toman el multilateralismo de una manera muy seria y hay reflexiones muy serias entre sus colegas.
—¿Qué conclusiones se lleva de esas reuniones?
—Bueno, no quiero poner palabras en la boca de mis colegas uruguayos. Ellos hablan por sí mismos. Pero mis argumentos los pongo de esta manera… Hay varias reformas centrales que debemos enfrentar: la ONU debe hacer más énfasis en la prevención sobre la reacción, crear una cultura más de implementación en lugar de solo generar más reportes, hacer más énfasis en que los recursos se vayan al campo y no al centro, y que en cada país la ONU tenga un eje central en vez de mil agencias distintas. Finalmente, tenemos que asegurarnos de que la ONU tenga suficiente financiamiento para poder cumplir su labor.
Como me han dicho varios colegas uruguayos, la ONU no puede hacer todo. Hay un rol para las organizaciones regionales y hay un rol muy importante para los gobiernos nacionales. No deberíamos de ver a la ONU como un Estado gigantesco.
—Australia estuvo cinco veces en el Consejo, la última en 2013. ¿Qué puede aportar Uruguay en el Consejo de Seguridad?
—Es un tema para el gobierno uruguayo, pero parten de una cultura muy fuerte del multilateralismo y, conociendo el rol de Uruguay en el tema de tropas de mantenimiento de paz, creo que una de las cosas que pueden hacer es la implementación del nuevo informe que hizo el Grupo de Alto Nivel sobre Operaciones de Mantenimiento de Paz. En segundo lugar, Uruguay siempre estuvo involucrado en temas del Consejo de Seguridad, como el uso del veto. En tercer lugar, Uruguay también tiene un legado importante en derecho internacional.
—¿Cómo se imagina la ONU en 70 años?
—La respuesta es muy sencilla, yo no creo en el determinismo. Nada está determinado en las estrellas. Depende de qué hacemos con las manos y la mente. Si hay suficientes hombres y mujeres de buena voluntad, entonces las reformas sucederán. Si todos piensan que los problemas son demasiado grandes y que nadie los puede resolver, entonces no se van a resolver. Lo más fácil es decir que es demasiado difícil y que nada va a cambiar. El rol de los individuos en el sistema multilateral es confrontar ese pesimismo y es lo que estamos haciendo.