“Solvencia profesional, dedicación, servicio público, son las palabras que identificaron su labor. Y los resultados están a la vista, porque el Banco República tuvo un progreso notable”. El ministro de Economía, Danilo Astori, no se ahorraba elogios. A su derecha, con gesto serio y vistiendo un impecable traje gris, Fernando Calloia lo escuchaba mientras jugaba con los dedos de sus manos.
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“A Fernando le tocó vivir horas muy amargas, sobre las que no quisiera hoy, en este día de alegría, empezar a realizar reflexiones y comentarios. Pero el que sí quiero realizar es que a todas sus virtudes profesionales, a toda su experiencia de servidor público, le agregó una entereza inigualable”, continuó Astori. Desde la primera fila, el senador y ex presidente José Mujica escuchaba y asentía en la mañana del lunes 29 de junio.
Calloia tampoco pudo escapar de la pregunta por aquel episodio y el posterior proceso judicial. “Asumir la Presidencia de la CND lo tomo como un nuevo desafío, que lo encaro con muchas ganas y con buena voluntad. Lo que pasó anteriormente fue resuelto por un Tribunal y ahora está en trámite la apelación del fiscal en la Suprema Corte. La última decisión de la Justicia fue clausurar la investigación, o sea que, por ahora, la investigación está clausurada”, dijo.
Pero las cosas cambiaron en poco tiempo y la carrera política de Calloia, que parecía volver a encaminarse, sufrió un nuevo revés: el lunes 20 la Suprema Corte de Justicia revocó la decisión del Tribunal y ratificó su procesamiento. Un día más tarde, caminando, con el cuello y parte de la cara envueltos en una bufanda gris, llegó a Presidencia para presentar su carta de renuncia.
Trámite express.
Hacía ya meses que Pluna era centro de las noticias y del debate político. Interpelaciones, una denuncia penal de los legisladores del Partido Nacional, la salida del Leadgate —el grupo liderado por el empresario argentino Matías Campiani— de la aerolínea, luego su cierre definitivo y una subasta de aviones suspendida por falta de oferentes.
Los entonces ministros Fernando Lorenzo (Economía) y Enrique Pintado (Transporte) repartían su tiempo entre reuniones con empresarios interesados en comprar los aviones, asistencias al Parlamento y respuestas a la prensa. Algo parecido vivían Mujica y sus secretarios.
Hasta el lunes 1º de octubre de 2012, Calloia fue apenas un testigo de esos acontecimientos. En el mejor de los casos un actor de reparto.
Ese día a las 15 horas se iba a celebrar en la rural del Prado la segunda subasta de los aviones de Pluna. Unas horas antes, al mediodía, Calloia recibió en su celular un llamado de Lorenzo.
Según resume la sentencia de la Corte, el ministro le transmitió que a instancias del dueño de Buquebus, Juan Carlos López Mena, se presentaría en el Banco una empresa para tramitar el aval necesario para participar de la subasta. Lorenzo le pidió “que hiciera los máximos esfuerzos que tuviera a su alcance” para acceder a la solicitud. Ante ese planteo, Calloia “instruyó a personal subordinado” para que “se concediera ese aval sin la información necesaria”.
El gerente involucrado le informó minutos después que la operación no se podía hacer porque “se trataba de una firma extranjera sin antecedentes en el banco, de la cual se contaba con muy poca información y que no ofrecía ninguna garantía”. Pero Calloia insistió. Le explicó al funcionario que “la concesión del aval resultaba de interés nacional y que contaba con la aprobación de los directores”.
Hernán Antonio Calvo Sánchez, que había llegado a las 13 a la sede del banco, dos horas más tarde entraba a la Rural del Prado con el aval de U$S 13.885.156. El hombre bajito, de pelo castaño, enrulado y engominado, levantó su paleta y ofertó U$S 137 millones por los siete aviones Bombardier CRJ 900 en nombre de la desconocida aerolínea española Cosmo.
El respiro para el gobierno duró muy poco. Ese mismo jueves Búsqueda informó que el aval con el que la aerolínea se había presentado era del Banco República. Un día más tarde, el programa radial “En Perspectiva” develó los vínculos del representante de Cosmo con López Mena.
El “caballero de la derecha”, como lo bautizó el martillero Mario Stefanoli, se había presentado con su segundo nombre y apellido: Antonio Sánchez. Pero como Hernán Calvo era muy sencillo comprobar en Internet su cercanía al empresario marítimo.
De hecho, desde el 12 de abril de 2012, seis meses antes de la subasta, el currículum de Calvo estaba en un expediente en el Ministerio de Transporte. Su nombre figuraba como representante de la empresa Martiner que solicitaba una línea fluvial entre Colonia y Buenos que operaría con barcos de Buquebus. En el historial profesional de Calvo se verificaban más de 20 años de trayectoria vinculado a empresas de López Mena.
De ahí en más, el aval estuvo en el centro de atención política y judicial. Y Calloia pasó de ser actor de reparto a protagonista.
“Aval perfecto”.
En abril de 2014 la jueza de Crimen Organizado Adriana de los Santos decidió procesar a Calloia por el delito de “abuso de funciones”. El fiscal Juan Gómez había iniciado esa investigación de oficio luego de que Búsqueda (Nº 1.682) informara que el Banco República otorgó el aval a la desconocida empresa Cosmo para que se presentara en la subasta de los aviones.
Seis meses más tarde el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de primer turno revocó ese procesamiento. Esa decisión hizo que el fiscal Gómez volviera a insistir con un recurso de casación al que finalmente la Suprema Corte de Justicia hizo lugar el pasado lunes 20.
Aunque fueron procesados por el mismo delito, Lorenzo y Calloia siguieron caminos distintos. El 21 de diciembre de 2013, luego de que Gómez pidiera su procesamiento, el ministro de Economía renunció a su cargo y se fue con su familia a Araminda. Cuando meses después la jueza decidió procesarlo sin prisión, Lorenzo no apeló.
Calloia, en cambio, decidió seguir al frente del Banco República y la misma noche que fue procesado participó del festejo de los 70 años del Carrasco Lawn Tennis. Desde una de las mejores ubicaciones, siguió el partido que jugaron el argentino Juan Martín del Potro y el uruguayo Pablo Cuevas.
“La operación esta se hizo lo más rápido que se pudo en las mejores condiciones que se pudo. ¿Cuáles eran las condiciones perfectas? Dar esta operación 30 días después. ¿Y de qué hubiera servido?”, argumentó Calloia el viernes 14 de diciembre de 2012 en el programa “Tiempo Presente” de Radio Oriental.
Por esos días, cada vez se conocían más detalles sobre el trámite del documento. La presencia de López Mena en el edificio ese día, el error en el nombre de la empresa (Cosmos en vez de Cosmo) y en la emisión: se hizo a favor del Ministerio de Economía cuando debía hacerse a favor del fideicomiso que administraba los aviones.
En marzo de 2013, el Banco República alcanzó un acuerdo para el cobro del aval con López Mena, que se comprometió a pagarlo en cuotas.
“El aval perfecto es el que se cobra. Calloia tenía razón; el aval era perfecto, lo tienen que repetir toda la semana como una prenda”, festejó más animado Calloia, el martes 20 de marzo de 2013 en diálogo con Radio Sarandí.
Después de que la Suprema Corte de Justicia declarara inconstitucional la ley por la que se subastaron los aviones de Pluna, López Mena pretendió dejar de pagar por el aval. Aunque esa había sido una de las condiciones establecidas con el Banco República, el empresario terminó desistiendo.
El Estado sigue cobrando hasta hoy el aval que puso a Calloia en el centro de la tormenta. El actual presidente del Banco República, Julio Porteiro, dijo el lunes que López Mena lleva pagados cerca de U$S 3,2 millones y antes del cierre de este mes pagará una nueva cuota de U$S 800.000.
“Cuando leo entre los fundamentos que Calloia puso en riesgo el patrimonio del BROU (...) no puedo estar de acuerdo, no lo estoy. No solo no puso en peligro el patrimonio de la institución, sino que fue el que más lo reforzó y al mismo tiempo el aval generó un ingreso al BROU, se sigue pagando, ¿de qué riesgo estamos hablando?”, afirmó ayer, miércoles 22, el ministro de Economía, Danilo Astori en “Código País”.
Información Nacional
2015-07-23T00:00:00
2015-07-23T00:00:00