En un contexto de creciente preocupación entre los productores del agro debido a la pérdida de rentabilidad del negocio, parece oportuno analizar lo que deja este año y cuáles son las perspectivas para 2018 en el mercado ganadero, en la compraventa de campos y el escenario para las inversiones extranjeras en el sector.
Para eso, Búsqueda consultó a los directores de las empresas Megaagro y Calvase, José Aicardi y Juan Miguel Otegui, que solicitaron responder en conjunto a un cuestionario por escrito.
Este mes, la firma semillera Calvase anunció un acuerdo comercial con la holandesa Barenbrug, que es una de las empresas más importantes de ese rubro, para la distribución de sus productos en Uruguay.
Los costos “extremadamente altos” y un dólar “muy atrasado” le pegan “fuerte” a la competitividad del sector agropecuario, advirtieron. Consideraron que esa situación “desalienta” a los productores rurales y a los inversionistas extranjeros.
Reconocieron que hay una “pequeña” reactivación en el mercado de tierras y los inversores empiezan a concretar negocios de forma “muy selectiva”.
Lo que sigue es un resumen de la entrevista.
—¿Cuáles son los aspectos más destacados de este año en cuanto al mercado de haciendas, los precios, la demanda y la oferta de ganado? ¿Qué perspectivas tienen respecto a lo que podría suceder en 2018?
—El gran actor hasta mediados de noviembre de 2017 fue el buen clima. El mismo permitió tener un excelente año desde el punto de vista de la base forrajera.
Eso hizo tener una buena performance a la ganadería y permitió una alta extracción por parte de la industria con énfasis en el primer semestre del año.
En lo que se refiere a valores debemos separar el mercado de las haciendas con destino a frigorífico y las de reposición. En general van de la mano, pero este año vimos la reposición muy firme en sus valores tanto en la invernada como en la cría, como consecuencia de una demanda que hubo por la buena oferta forrajera (inclusive durante el invierno) siempre por encima de la oferta.
También es importante hacer mención a la exportación de ganado en pie, que ha permitido desde hace unos años ponerles (un valor) piso a ciertas categorías como el ternero y eso tiene un incentivo directo sobre el criador, hasta el momento sin afectar la extracción de ganado gordo. Recién ahora sobre fin de año y como es normal, el ganado de reposición aflojó un poco.
Respecto a las haciendas gordas, el precio fue bastante estable a lo largo del año con una poszafra corta y con muy pocos días de valores importantes. Se registró además un mayor ajuste de precio en el tramo final del año, acentuado por la escasas precipitaciones.
Las perspectivas para 2018 pensamos que son buenas para el sector, siempre que nos siga acompañando el clima. El agro ha realizado un gran esfuerzo en la última década en inversiones para obtener una mayor productividad. Pero no podemos ser ajenos a la falta de competitividad por los altos costos que tiene nuestro país, sumado a un dólar muy atrasado que le pegan muy fuerte.
Además hay un debe en la política de comercio exterior respecto a tener más alianzas con ciertos destinos de nuestros productos que nos permitan una baja de los aranceles. La carne de calidad de la cuota de exportación a Europa denominada 481 es un buen ejemplo de ello.
—¿Qué tan complicada considera que está la situación del sector agropecuario? ¿Qué tan rentable es la ganadería hoy en Uruguay?
—Consideramos que el sector está complicado, básicamente por la falta de competitividad.
Realmente estamos en un país de costos extremadamente altos, combustibles, mano de obra, energía, etc. A eso le sumamos un precio del dólar bajo en un sector netamente exportador, lo que muchas veces empaña las buenas performances productivas.
Entiendo que por lo antedicho y con valores normales para nuestros productos exportables y no tan altos como los de la última década, la rentabilidad del sector está muy ajustada y por momentos es negativa. Es una lástima, porque en un país con tantas bondades para la producción agrícola-ganadera cada día se desalienta más a nuestros productores y capitales extranjeros a invertir para hacerlo crecer.
—¿Hay una reactivación en el mercado de campos? ¿El avance de la instalación de una nueva planta de celulosa puede incentivar el negocio de compraventa de tierras?
—Sí, es posible apreciar una pequeña reactivación en el mercado de campos debido fundamentalmente a que el mercado llegó a un punto en que los vendedores asumieron la baja y los compradores advierten que ya se llegó a valores razonables.
Los inversores perciben que los precios ya se adecuaron y comienzan a decidir, de forma muy selectiva, sus inversiones.
El avance en la instalación de la nueva planta de celulosa ha determinado el interés por campos forestales ubicados en la zona centro del país. Se trata de inversores privados pero también de algunos fondos. La oferta de ese tipo de campo no es abundante, a la vez que los inversores tienen bastante “tarifado” el monto al cual les resulta atractiva la inversión. El mismo depende fundamentalmente del tipo de suelo, el porcentaje efectivo de aprovechamiento forestal y la ubicación.
—Pese a los problemas de costos internos que advierten los productores del agro, ¿Uruguay parece seguir siendo atractivo para inversores extranjeros?
—La estabilidad política y económica son los atractivos más importantes. Sin embargo, el aumento de los costos internos con la consecuente reducción de rentabilidad pero fundamentalmente la rigidez del mercado laboral están atentando en contra de la llegada de inversores extranjeros.
Muchos de ellos encuentran en otros países de la región, tales como Paraguay, Bolivia e incluso hoy la propia Argentina, mejores opciones de inversión. De todos modos, el interés existe y con inversiones menores con relación a otros momentos y siendo muy selectivos al momento de elegir, continúan invirtiendo.
—¿Qué supone el acuerdo entre Calvase y la firma holandesa Barenbrug? ¿Evalúan una posible incursión de Barenbrug en el capital accionario de Calvase?
—El acuerdo con Barenbrug implica agregar al portafolio de semillas que se viene manejando desde hace años en Calvase toda la nueva genética de punta a escala mundial en semillas forrajeras que esta empresa nos ofrece.
Entendemos que le viene muy bien a nuestro mercado esta opción de vanguardia en pasturas, y es para nosotros un honor, una responsabilidad y un gran desafío llevar adelante este proyecto, lo cual ratifica que venimos trabajando por el camino correcto.
Este acuerdo comercial no implica una incursión de Barenbrug en el paquete accionario de Calvase.