“La compañía proyectaba un resultado de U$S 0,9 millones para el primer año de operación, U$S 5,8 millones para el segundo y U$S 7,1 millones para el tercer año de operación, mientras que el resultado real en 2013 y 2014 fueron pérdidas de U$S 19,3 y U$S 11,7 millones respectivamente, y se esperan, según proyecciones, pérdidas para este ejercicio 2015 de U$S 6,9 millones”, sostuvo el socio minoritario.
Sikeston también acusó a Codere de que “solo ahora reconoce que es necesario cambiar” el modelo de negocio original (que se basaba en la explotación de máquinas tragamonedas) y orientarlo “a juegos de mesa y jugadores de alto nivel”, un segmento “en el cual Codere prácticamente no cuenta con experiencia”.
“Aun con esta clara falta de cumplimento de objetivos y falta de idoneidad para gerenciar el Hotel Casino, pero como extremo para salvaguardar la concesión y el normal funcionamiento del Hotel Casino, es que Sikeston acepta que Codere continúe financiando su evidente pobre performance”, prosigue la carta a la que accedió Búsqueda.
El Hotel Carrasco fue inaugurado el 7 de marzo del 2013. Ya en su inauguración arrastraba multas y varias observaciones por incumplimiento del pliego de licitación (Búsqueda Nº 1.713).
Consultados al respecto, los representantes de Codere dijeron que, por haber un proceso judicial en curso, no harán declaraciones por el momento.
“Exitoso”.
El prosecretario de la Intendencia, Jorge Rodríguez, que lidera la Comisión de Seguimiento, dijo a Búsqueda que, desde el punto de vista del gobierno departamental, el negocio emprendido por CNSA ha sido “exitoso”. “Un hotel que estaba en un estado de abandono que daba lástima logró canalizar una inversión privada de más de U$S 100 millones en algo de máximo interés para la ciudad”, argumentó. Hubo una recuperación patrimonial de “primerísimo orden” y la cadena francesa Sofitel opera en el edificio uno de los hoteles mejor referenciados del mundo, apuntó el jerarca.
Rodríguez informó que la IMM recibió “religiosamente” todos los pagos que le corresponden por haber otorgado la concesión de ese edificio, que es patrimonio histórico. Agregó que en los últimos dos meses el canon recibido por la comuna —que se basa en un monto fijo, más el 18% de las ganancias que genera el casino— aumentó de $ 10 a $ 20 millones mensuales, debido a un aumento de las ganancias.
“Cómo administra el privado es un tema de los privados”, apuntó, y agregó que ellos negocian con la dirección de Carrasco Nobile. La Intendencia no puede dirimir cuál de los dos accionistas tiene razón, eso lo resolverá la Justicia, resumió.
Pérdidas y capital.
Fue la difícil situación financiera del hotel lo que generó el enfrentamiento entre los socios.
“Codere decidió un aumento de capital sin la mayoría necesaria que exige el Convenio de Accionistas, y que en el caso supone el voto conforme de Sikeston”, señala el socio minoritario en una carta del 29 de enero enviada a la Comisión de Seguimiento, a la que accedió Búsqueda.
Sikeston no estaba de acuerdo con la idea de capitalizar nuevamente y argumenta que para ello se precisa una mayoría especial de la Asamblea.
Codere, en cambio, entiende que se precisan mayorías simples y por lo tanto votó volver a poner plata en el hotel.
Ante “la flagrante violación de sus derechos”, Sikeston recurrió a la Justicia para solicitar una medida cautelar de no innovar que fue emitida por el Juzgado Civil de Cuarto Turno.
La medida luego fue levantada y Sikeston apeló la decisión. Hoy ambas partes están a la espera de la decisión del Tribunal de Apelaciones.
“Cabe señalar que el cese de la medida cautelar fue dispuesto por la Sra. Jueza inducida en error por los dos directores de CNSA nominados por Codere, quienes invocaron actuar en representación de CNSA, cuando tal presentación no había sido siquiera puesta a consideración del directorio”, sostiene Sikeston.
Por su parte, Codere explicó su posición a la Comisión en una carta del 12 de diciembre firmada por el gerente general del hotel, Ignacio García.
En la misiva García explicó que la Asamblea del 29 de octubre “resolvió reducir el capital social mediante la absorción parcial de las pérdidas y un aumento de capital integrado a efectos de recomponer el patrimonio social dadas las pérdidas sufridas y de este modo salir de la causal de disolución”. El gerente hizo referencia al artículo 159 de la ley 16.060, que dice que las sociedades se disolverán “por pérdidas que reduzcan el patrimonio social a una cifra inferior a la cuarta parte del capital social integrado”.
García informó a la Comisión que hasta ese momento no se había podido recomponer el patrimonio social debido a la medida de no innovar.
Además de la medida cautelar, Sikeston presentó una impugnación judicial a la decisión de la asamblea de accionistas en cuestión.
Sikeston entiende que sus reclamos son para “defender sus derechos”, que están “siendo vulnerados” por Codere y que “de forma alguna” deben interpretarse sus acciones “como un intento de obstaculizar la marcha” del hotel.
Guerra declarada.
Con este mar de fondo, el 3 de febrero se celebró una reunión del directorio de CNSA convocada por el accionista mayoritario. Allí se resolvió, con los votos de los tres directores de la mayoría, convocar a un asamblea para el 26 de ese mes para efectivizar la nueva composición del directorio de CNSA.
En esa asamblea se conformó un nuevo directorio en el que cuatro de los cinco miembros pasaron a ser de la mayoría. Además, la mayoría resolvió despedir a la directora financiera del hotel.
Para Sikeston esto fue “una nueva clara violación al convenio de accionistas” y está “en el mismo marco de seguir avasallando” sus derechos.
Antecedentes.
Los problemas en el Hotel Carrasco surgieron desde su lanzamiento. Además de las multas por incumplimiento, a mediados del 2013 el gerente de finanzas del grupo Codere anunció a sus inversores y accionistas que estaban “desilusionados” por el arranque del proyecto y que tenían un trabajo “horroroso” por delante (Búsqueda Nº 1.714).
A principios del 2014 Codere dio una nueva muestra de la compleja situación económica que arrastraba, al enviar un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España —donde cotiza sus acciones— para notificarla de que la empresa entró en preconcurso de acreedores para refinanciar sus deudas ante la imposibilidad de pagarlas (Búsqueda Nº 1.747).
En julio de ese año CNSA fue embargado por dos juzgados civiles en el marco de un juicio ejecutivo iniciado por la empresa de construcción Caputo por supuestos adeudos impagos (Búsqueda Nº 1.774).