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Liderada por China, Asia ha impulsado la demanda mundial de hierro para abastecer el desarrollo siderúrgico que tienen sus industrias, lo que permitió que yacimientos como el que pretende explotar la empresa Aratirí en la zona de Valentines sean rentables.
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Es también la posibilidad para que industrias dedicadas a los diferentes procesos de industrialización del mineral de hierro puedan desarrollarse. En Uruguay el marco legal lo promueve, ya que tanto en el Código de Minería como en la Ley de Minería de Gran Porte se establece que la empresa que explote yacimientos minerales deberá ofrecer el 15% de su producción al mercado nacional de forma obligatoria y, de no existir interesados, podrá venderlo al mercado internacional.
En la actualidad no existen empresas en Uruguay que, en caso de concretarse el proyecto de Aratirí para extraer hierro, sean las posibles compradoras de ese porcentaje de mineral.
Sin embargo, en febrero hubo indicios que alentaron al gobierno a confiar en la posibilidad de la industrialización del hierro ya que, según supo Búsqueda, dos empresas asiáticas se reunieron con las autoridades del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) para mostrar su interés en producir arrabio, palanquilla o acero en Uruguay.
En las reuniones los empresarios le plantearon al ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, su intención de concretar diferentes procesos en la cadena de valor en torno al hierro y se enfocaron en conocer las características y el estado de avance del proyecto de Aratirí, según dijeron los informantes. Asimismo, una de las fuentes indicó que “no hay que descartar la posibilidad de una empresa estatal”.
La producción de arrabio es el primer paso de industrialización del hierro y consiste en la fundición en altos hornos del mineral con combustible y caliza como fundente. Se usa como materia prima para la creación de la palanquilla y, principalmente, el acero, que son etapas en las que se obtienen productos de mayor valor.
El ingeniero Julio Bartol, creador de una tecnología de industrialización que permite una mejor utilización de los recursos, presentó en febrero de 2013 su proyecto en el Parlamento.
Tomando como referencia su proceso de industrialización —el cual presentó a Aratirí y al gobierno—, si se avanza a la producción de arrabio el valor del producto pasa de U$S 80 la tonelada de concentrado de mineral de hierro exportado a U$S 400 la tonelada de arrabio. Si se avanza al alambrón o palanquilla, el valor asciende a U$S 800 la tonelada, y si se continúa al acero llega a U$S 1.200 la tonelada (Búsqueda Nº 1.703).
Consultado por Búsqueda, Kreimerman confirmó el interés de las empresas y resaltó el énfasis del gobierno para que la actividad minera “no sea solo una actividad extractiva sino la conformación de una cadena de valor”.
Kreimerman opinó que “la discusión en el mundo no es si es un producto extractivo, natural o manufacturero sino qué proceso se queda en el país y de qué calidad es desde el punto de vista de la tecnología y de los salarios para los habitantes”.
“Casi no hay cadenas de valor que vayan a quedar en el país, el 80% determinante de la producción del país son cadenas productivas internacionales; lo que se debe tratar de determinar es cuál es el eslabón que más rinde”, agregó.
Ofrecimiento.
Junto al interés de la empresas asiáticas, el gobierno pretende avanzar en las condiciones para un proceso de industrialización del hierro.
Kreimerman explicó que existen cuatro determinantes para que se puedan ir agregando etapas de industrialización: “Existencia de materia prima, energía suficiente y a precios estables, acceso a mercados y el costo del flete”.
En este sentido, indicó que desde el gobierno “ya se está concretando la estrategia energética que permita el desarrollo de este tipo de industrias” y se “evalúan los mercados geográficamente para analizar la viabilidad de que se instale la nueva industria”, con el énfasis puesto en el mercado que genera Brasil como líder en la región.
El gobierno tiene redactado el borrador de decreto que reglamentará en qué condiciones una empresa que extraiga mineral deberá ofrecerlo al mercado nacional y las condiciones en que estarán las empresas interesadas en adquirirlo.
La intención del MIEM es que la empresa que extraiga el mineral deba informar a la Dirección Nacional de Industrias (DNI) con 12 meses de anticipación como mínimo. Las empresas interesadas en adquirir el mineral deberán notificarse ante la DNI, lo que permitirá al organismo crear un registro de interesados que deberán presentar un plan de negocios relatando cuál actividad de desarrollo pretenden realizar.
