Violencia y desigualdad
Las principales reivindicaciones también estuvieron ajenas a las discusiones sobre el paro general dispuesto por el PIT-CNT y sobre el debate en torno a la LUC. La Intersocial Feminista presentó su proclama a la opinión pública en la tarde del lunes 7 en una conferencia de prensa realizada en la plaza Las Pioneras. El documento que leyeron tres de sus referentes tiene un fuerte acento en la “violencia y la discriminación”, fenómenos que ven “agudizados” en el último tiempo. Anclaron esa visión en ejemplos recientes como un caso de violación grupal y otro de violencia sexual “perpetrada” por policías, además de aludir a los “femicidios que no cesan”.
“La violencia machista es la expresión más crítica de una sociedad profundamente desigual”, afirma el texto.
La plataforma exige que se tomen “medidas urgentes”. El primer lugar en la lista de reclamos apunta a la educación. La organización pide que se incluya en la currícula la “educación en igualdad de género, masculinidades libres de machismo y violencia, derechos humanos, prevención de violencia y educación sexual”. A la administración pública le solicita que despliegue acciones tendientes a “desmontar la cultura machista” y a la Justicia, trabajar para estar “a la altura de las necesidades de las víctimas”: profesionalización y especialización.
De la Policía, la Intersocial Feminsta señala “serios retrocesos en el abordaje de la violencia basada en género” y, en consecuencia, reclama respuestas que reviertan la tendencia. En el plano de la agenda política, exigen respuestas concretas en vivienda, empleo, educación, cuidados y salud para “las mujeres y disidencias” y que se reinstalen los ámbitos de diálogo entre el Estado y la sociedad civil.
Tejido Feminista, otra de las organizaciones referentes, convocó a la conmemoración bajo la consigna “Somos agua cuando la realidad es piedra”. Su plataforma, igual que la de la Intersocial Feminista, también pone en el primer escalón de prioridad el combate a la violencia de género con su cara más terrible: el femicidio, la trata y la violación. La precarización de la vida y el trabajo, la sobrecarga y desigualdad en la distribución de las tareas de cuidados, el acceso a la vivienda y la necesidad de “educación sexual integral” son otros de los énfasis de la proclama.
“Politizamos la marcha”
Dos decisiones de cómo adherir a la conmemoración del Día de la Mujer pusieron al PIT-CNT como centro de debate en las últimas semanas. Por un lado, el movimiento sindical definió un paro general de 24 horas de todos los trabajadores, mujeres y hombres. Por otro, incluyó en el marco de esa jornada actividades de militancia por el Sí de cara al referéndum que definirá si se derogan o no 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración.
El martes 8, el PIT-CNT convocó a una conferencia de prensa a las 16 horas en la plaza Independencia. El acto tuvo cuatro oradoras que, con distintos enfoques, reivindicaron la politización de la marcha, el paro y la pertinencia de poner sobre la mesa la discusión de la LUC. En el público que acompañó la actividad previa a la marcha, dominaban varias decenas de mujeres —con particular notoriedad de militantes del sindicato de Antel y el de la Salud Pública— y algunos hombres, parte de ellos con distintivos feministas.
Flor de Liz Feijoo, secretaria de género de la organización, abordó los asuntos polémicos de forma directa en su intervención, en la que saludó a “todas y todos”, porque “hijos y pares” también forman parte de la lucha por la igualdad.
“Si fuéramos a una huelga (de mujeres), el patriarcado se asustaría, pero, si vamos a una huelga todas y todos, lo que tambalearía es el sistema capitalista”, dijo en un pasaje. En otro respondió a quienes se quejan de que las “mujeres trabajadoras” politizan el 8 de marzo, que “pensar”, “entender”, “debatir” sobre asuntos de la “vida cotidiana” y “reivindicar derechos” es “hacer política”, y lo van a seguir haciendo.
“Parece que hablar de la LUC a algunas y algunos los horroriza porque estamos haciendo política. ¿Desde cuándo a las mujeres trabajadoras se les antoja promover un paro general? ¿Será que esto es solamente cosa de hombres?”, insistió.
Collette Spinelli, del Colectivo Trans del Uruguay, y Lilián Abracinskas, de Mujer y Salud en Uruguay, también defendieron la pertinencia del pronunciamiento por la derogación parcial de la LUC en el marco del Día de la Mujer. Spinelli aseguró que hay un récord de mujeres trans en cárceles como consecuencia del endurecimiento de penas al narcomenudeo.
“Mucha gente dice que politizamos la marcha. Las marchas son políticas, el movimiento social es político, la defensa de los derechos es política, la resistencia es política porque somos cuerpos políticos”, afirmó en línea con Feijoo.
Abracinskas llamó a votar por el Sí el 27 de marzo. “La LUC nos criminaliza, nos empobrece y trata de estigmatizar a los movimientos sociales”, dijo.
Chabela Ramírez, de la organización Afrogama, en su intervención aseguró que la decisión de un paro general era necesaria. “Si no, muchas de nosotras tendríamos que estar cuidando a los hijos de los patrones. ¿O qué piensan? ¿Por qué falta tanta gente?”, dijo.
Los cuatro discursos aludieron a distintas expresiones de violencia y desigualdad y pusieron particular énfasis en la realidad de precarización laboral que viven las mujeres en general, las afro y las trans.
8M oficial
En los días previos al Día de la Mujer, varias referentes de primera línea del oficialismo anunciaron públicamente que no participarán este año de la marcha. Una nota de El País el lunes 7 recogió opiniones de varias de ellas en las que expresaban su molestia con la politización impulsada por el PIT-CNT. La vicepresidenta Beatriz Argimón y la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Mónica Bottero —ambas militantes feministas de larga trayectoria— fueron dos de las figuras más notorias que manifestaron sus discrepancias.
El martes el gobierno desplegó su agenda propia. Enfocó su conmemoración en la necesidad de avanzar en la autonomía económica de las mujeres, en un evento organizado por Inmujeres.
“Las mujeres seguimos siendo más desempleadas, teniendo una tasa de empleo más baja, ganando menos por hacer el mismo trabajo, pero sobre todo tenemos la carga de los cuidados. Es el doble el trabajo no remunerado que hacemos en nuestra casa que el de los varones. Eso implica un mayor empobrecimiento”, sostuvo Bottero.
En una presentación en la que hizo énfasis en la necesidad de políticas de Estado, destacó como un paso clave el aumento de recursos destinados a la primera infancia que incluyó la última Rendición de Cuentas porque “significa fortalecer a mujeres y a las mujeres más pobres”.
“El violeta es el color que nos representa a todas. A las que sufren violencia, a las que no pueden insertarse en el mercado de trabajo porque tienen que cuidar a sus hijos, a las que se empobrecen cada vez más por tener cada vez más hijos, a las que no acceden a una cátedra porque para tener un grado 4 o un grado 5 no se piensa en ellas, aunque sí para un grado 1 o 2, que es el de ayudar al catedrático. Y como esos tendríamos muchos casos. Mientras eso exista, el violeta será el paraguas bajo el que estaremos todos”, dijo Bottero.
La vicecanciller Carolina Ache enfatizó en la necesidad de generar igualdad en el plano laboral. “El argumento ético a favor de la equidad de género, el argumento de justicia es muy claro, pero el argumento económico también lo es. La autonomía económica de las mujeres es central en términos de igualdad de género y de derechos humanos y es también un pilar para la realización de los demás derechos y para la eliminación de la violencia de género”, afirmó.
El oficialismo también organizó una actividad en el Parlamento con mujeres que ocupan cargos de gobierno. En ese marco se hizo una presentación que, con intenso color celeste de fondo y la bandera uruguaya, hace una rendición de cuentas con enfoque de género. Entre los datos que se destacan está el arrendamiento de nuevas tobilleras de seguimiento, la creación de tres juzgados especializados en violencia de género y que “se mantuvieron todas las leyes” de la llamada agenda de derechos.
Luego del evento de Inmujeres, consultada por la prensa, Argimón no ocultó su malestar con el tono inadecuado que cree que adoptó la conmemoración y que la llevó a no participar en la marcha después de muchos años de militancia. Apuntó directamente al PIT-CNT por involucrar el referéndum por la LUC en el marco del 8 de marzo y los acusó de “reivindicar solo el derecho de las trabajadoras que votan de una forma”.
“Se suben al carro de una marcha histórica”, afirmó.
Sentada en la explanada de la intendencia mientras se desarrollaba la marcha por 18 de julio, en un tono distendido, la exvicepresidenta y exsenadora Lucía Topolansky lamentó la decisión de las referentes del oficialismo en declaraciones a distintos medios. Ante las consultas consideró exagerada la reacción y destacó la amplitud de una marcha que es tan diversa que casi se convoca sola. “Decir que el PIT-CNT copó esto es un disparate chato”, declaró en El Observador.
“Desconcierto”
Dentro del propio movimiento feminista el acento sindical también fue reconocido como un elemento distorsivo. La Intersocial Feminista, una de las organizaciones más visibles y una aliada ocasional del PIT-CNT, planteó directamente su discrepancia en este caso. En entrevista con el programa Doble click de Del Sol, Valeria Caggiano contó que recibieron con “desconcierto” la resolución y la ratificación del paro general.
“A pesar de los años y el desarrollo de esta lucha siguen sin poder comprenderse algunas de las matrices que orientan el llamado del paro internacional de mujeres”, dijo.
Sobre la decisión de incluir la campaña por el Sí, también planteó sus reparos. Consideró que es “mezclar dos causas”, y dijo que eso “no es parte de la plataforma” que promueve la Intersocial Feminista. Esa separación es particularmente significativa porque, a pesar de no incluirlo en la plataforma, la organización sí fue una de las promotoras del referéndum.
De la misma manera que lamentó las distracciones de la plataforma que causaron las decisiones sindicales, Caggiano también rechazó la decisión de numerosas referentes políticas de la coalición de gobierno. “Asumir esta actitud y asumirla de forma pública, de forma tan beligerante, por la coyuntura que está dada en el país y por la coyuntura del referéndum coloca también un manto que invisibiliza o tensiona cuál es la centralidad del movimiento de mujeres y disidencias para este 8 de marzo”, dijo.