El MEC quiere rediseñar y unificar instituciones de ciencia y tecnología para superar un trabajo “desordenado”

escribe Florencia Pujadas 

En la Torre Ejecutiva el día era largo. En el ambiente reinaba la expectativa y la necesidad de respuestas, pero aun así había cierta calma. Era jueves 21 de mayo y la primera vez que el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) se dirigía a la población en conferencia de prensa. Tras reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou, el científico Rafael Radi, el matemático Fernando Paganini y el médico Henry Cohen se sentaron frente a las cámaras y contaron —con metáforas incluidas— lo que se sabía sobre la pandemia de Covid-19 en Uruguay. Aunque pasara desapercibido para la mayoría de los ciudadanos, la exposición conjunta de los tres expertos fue una señal de cooperación inédita entre el sistema científico y de investigación. Meses más tarde, y en medio de una visibilidad pública sin precedentes, el sector científico se vería envuelto en un debate público debido a las políticas impulsadas por el nuevo gobierno y al presupuesto destinado al área.

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