—¿Qué hará concretamente el MGAP en el área de los recursos humanos?
—Vamos hacia una gestión más moderna, poniendo en el foco al funcionario público. Es más, algo muy novedoso es que el funcionario del Ministerio de Ganadería sea parte del público objetivo que tiene esta secretaría de Estado. El MGAP con sus políticas tiene que trabajar hacia afuera, con los productos, con las empresas y demás, pero también hacia adentro con el funcionario. Porque parte de las funciones estratégicas pasan por los funcionarios, como la certificación, la inspección, entre otras áreas.
Las políticas o los objetivos estratégicos se trazan por lo general cuando se elabora el presupuesto, porque eso se establece a mediano y largo plazo.
La elaboración de una política pública comprende definir la conveniencia, la pertinencia, las formas y el financiamiento de lo que se pretende hacer.
—¿Y eso implica redistribuir tareas, incorporar tecnología y reducir la cantidad de funcionarios?
—No es el caso. No hablamos de digitalizar por digitalizar, para disminuir puestos de trabajo o recursos. Se está haciendo un estudio en varias partes del ministerio para evaluar los procesos. Ganadería es uno de los ministerios que más trámites tiene, con 245 en total. Y no tiene expediente electrónico, hay muchas cosas en las que está atrasado respecto a lo que es el sector agropecuario. El sector privado nos va sacando mucha ventaja.
Con eso se definirá si los trámites se siguen haciendo como ahora o si hay que modernizarlos. Después de llegar a esa conclusión, se estudiará qué modificaciones normativas serán necesarias para cumplir el objetivo determinado.
Luego viene la digitalización. No va con un enfoque de decir “queremos disminuir puestos de trabajo o no”, y más en la situación en la que está el MGAP, sino que va hacia esa modernización. Sí quizás las nuevas vacantes que ingresan al ministerio tengan un perfil diferente al que se priorizaba hace cinco o diez años.
No estamos pensando en suprimir vacantes, sino al contrario. Eso fue algo que sí pasó en las administraciones anteriores.
Trabajamos en lograr la excepción por parte del Poder Ejecutivo del decreto 90/2020 para poder cubrir todas las vacantes de egreso y todas las de ascenso, porque este ministerio tenía un gran atraso en incorporación de ambas vacantes. Hoy tenemos 313 vacantes de ingreso y 450 de ascenso para cubrir.
Ese atraso de las vacantes de ascenso se da primero por ver si hay voluntad de quererlas cubrir o no, pero después hay temas administrativos que impiden cubrir o por lo menos comenzar a hacer los llamados de un día para el otro.
Una de las cosas que se requiere es estar al día, para eso son las evaluaciones de desempeño a los funcionarios. Cuando asumió la actual administración las evaluaciones estaban en 8,3% del total. Eso se refiere a que desde 2014 al 2020 de las evaluaciones que correspondían hacer en ese período se alcanzó ese porcentaje.
La actual administración pretendió ponerse al día en eso y adelantó 73% de las correspondientes a ese período. Seguimos de atrás porque debería estar en 100% para cubrir las vacantes de ascenso.
—¿Solamente 8% del total de funcionarios del MGAP está evaluado para ver si cumplían o no sus tareas?, ¿alguna norma legal obliga a hacer esas evaluaciones?
—Hay una discusión. Hacer las evaluaciones es un tema pesado, muchas veces cuesta y somos muy insistentes con eso.
Hay una obligación legal de hacer las evaluaciones. Que se puedan atrasar, se pueden atrasar, todo depende del porcentaje de atraso que se tenga. Muchas veces se pueden presentar situaciones de fuerza mayor, pero es una de las cosas que garantiza que el funcionario pueda desarrollar su carrera administrativa.
Es para evitar que todo se resuelva por encargaturas, que son cosas en las que a veces te ves obligado a hacer en caso de no haber ascensos.
Eso a su vez condiciona las vacantes de ingreso, porque al no poder ascender funcionarios es más complejo lograr ingresos por no liberar las vacantes.
Cuando pedimos la excepción al decreto 90/2020 al presidente de la República y al Ministerio de Economía no tomamos la carpeta y dijimos “queremos tantas vacantes y que nos cubran las vacantes” porque sí. Se hizo un trabajo interno para ver qué es necesario en el MGAP y qué queríamos que nos cubrieran. No solo hablamos de números, sino también de puestos, de perfiles y ocupaciones.
Ahora ya tenemos el proceso de llenado de esas vacantes de ingreso.
—¿Cuáles son las prioridades definidas?
—Las primeras vacantes, que son más de 60, son para priorizar los aspectos sanitarios en Servicios Ganaderos.
—¿Y Servicios Agrícolas?
—También Servicios Agrícolas tiene problemas en registros y se están priorizando las vacantes.
Los controles sanitarios abarcan a esas dos direcciones, pero además a las de Inocuidad Alimentaria y a la Dirección de la Granja.
—¿El MGAP realizó un diagnóstico de la situación de los recursos humanos?
—Hubo un trabajo realizado en abril de 2020 que refleja el estado de situación que deja la administración anterior.
En 2010 había 2.216 funcionarios y en marzo de 2020 había 1.680, o sea, hubo 24% de disminución en la última década.
—La Asociación de Funcionarios del MGAP denunció el “desmantelamiento” de la cartera y criticó a la actual administración por su gestión de los recursos humanos. ¿Qué responde a eso?
—Entendemos la postura del sindicato. Es una preocupación que tratamos en la bipartita, que es una vez por mes. También hay otras bipartitas relacionadas a acoso, a las condiciones de los contratados y a la salud laboral.
Tenemos constituidas las comisiones de acoso laboral y sexual. De acoso laboral hubo cuatro denuncias, de las cuales dos se archivaron y dos denuncias que podrían llegar a configurarse casos específicos pasaron a una investigación. En acoso sexual hubo una investigación que dio lugar a archivo.
—El sindicato también alertó de la no renovación de contratos, lo que alteraría el cumplimiento de funciones. ¿Es así?
—Los contratos se han renovado todos, incluso con acuerdo del sindicato. Se acaban de renovar, y no solamente eso sino que además se les aumentaron las horas en acuerdo bipartito con el sindicato.
Son contratos financiados por organismos internacionales, fundamentalmente el BID y el BM. En esos casos se nos presenta una complejidad, porque en muchos de estos contratos hay consultores que ingresan por llamados específicos, hace muchos años que están en el ministerio y terminan involucrándose en actividades que son neurálgicas en el MGAP.
Eso es muy importante porque son muy buenos profesionales y ahora, quizás con el llenado de vacantes, hay una oportunidad para que esa gente se presente a los llamados.