En su tercera elección, el Partido Independiente (PI) espera “dar el salto” que lo haga despegar y convertirse, en el futuro, en una “opción de poder y de gobierno”. Sus principales dirigentes ni siquiera se plantean la posibilidad de un fracaso. Sufren una “crisis de optimismo”, dice el diputado independiente Daniel Radío.
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Así, el partido triunfador quedaría obligado a negociar con el PI, lo que les dará un peso relevante en el próximo período.
“Un escenario en el que el PI tenga que ser consultado de acá a cinco años, con la visibilidad que va a tener, ¿se imaginan todo lo que va a crecer?”, aventuró Conrado Ramos, el candidato a la vicepresidencia por el PI, el martes 21, durante el acto de cierre de la campaña en Canelones.
Ramos invitó a los militantes “a relamerse de acá al domingo pensando en ese escenario”. Es que “no van a tener más remedio que dialogar con nosotros”.
Para el líder del partido, Pablo Mieres, instalar el tema de la mayoría parlamentaria en la campaña fue un logro de su partido. “Terminanos la campaña con ese tema en el centro, y lo instalamos nosotros”, dijo a Búsqueda.
Además cree que la campaña logró comunicar a los votantes la idea de que en octubre la elección es “parlamentaria”, y que luego en la segunda vuelta se elige al presidente. Con esto intentan convencer a los indecisos de que es “útil” votar al PI para darle fuerza en el Parlamento, ya que después podrán elegir al partido de gobierno en noviembre.
Por otro lado, los independientes, que se definen de izquierda, apostaron a captar a los frenteamplistas “decepcionados”, en particular los de clase media. Votantes enojados con el Frente Amplio, pero reticentes a votar a los partidos tradicionales.
Es que, sostienen, cuando llegó al poder el FA cometió los mismos vicios que los partidos tradicionales: repartió cargos, se mareó con el poder, impidió investigar hechos de corrupción, y abusó de su poder con un Parlamento con mayorías.
Por eso piden el voto, para controlar, desde el Legislativo, los abusos del FA. Estos frenteamplistas decepcionados puede “castigar” al gobierno sin necesidad de “volver atrás” eligiendo un gobierno blanco o colorado, argumentan.
Si el partido consigue su lugar en el Senado, y nadie obtiene mayorías parlamentarias, el PI planea “vender caro” su voto. Los dirigentes no descartan integrar una coalición de gobierno con el partido que triunfe, sea cual sea.
Tiempo de definiciones.
Con 12 años de vida, el Partido Independiente va por su tercera elección. En 2004 obtuvo el 1,9% de los votos, y consiguió un lugar en la Cámara de Diputados.
En la instancia electoral de 2009, el partido recibió el 2,6% de los votos, aumentó su bancada parlamentaria a dos diputados, pero no consiguió su objetivo de tener un senador.
En esta oportunidad, las expectativas son altas. “Vamos a estar arriba del 4%”, pronosticó en Canelones Conrado Ramos.
Posada tampoco imagina un escenario pesimista. Si el PI no llegase a obtener su anhelada banca en el Senado “se empezará a analizar después del domingo”, afirmó.
“Logramos sobrevivir a la primera instancia electoral, sin tener ‘hijos de’ ni recursos”, recordó. “Esta vez hicimos la campaña que planeamos, conseguimos los recursos que habíamos calculado. Ahora lo que esperamos es el resultado”.
Mieres, que se presenta como candidato a la Presidencia por tercera vez, comparte el optimismo. “Todo, desde el apoyo de la gente, la atención de los medios, la participación, es más grande que la elección pasada”. Con lo cual, “sería raro que no crezcan los votos”, razonó. Para el candidato, la incertidumbre es cuánto lograran crecer.
Es consciente de que en esta elección se “juegan mucho”. Si el partido no alcanza el Senado, “tiene que haber un análisis, una revisión”, dijo en una entrevista con Búsqueda semanas atrás. Eso incluye, “sin duda”, evaluar su liderazgo en el partido.
El diputado Radío, por su parte, cree que en estas elecciones el partido logró “superar su problema de visibilidad”. La campaña fue “más aguerrida”, “molestamos más”, se jacta. “Se nota en cómo nos pegan”, un buena señal de que “vamos por buen camino”, opinó.
?Uno de los puntos fuertes de la campaña del PI, según sus dirigentes, fue la aparición del personaje Juan Clasemedia, el protagonista de un spot televisivo que narra las “desventuras” de un ciudadano abrumado por altos impuestos y malos servicios públicos. Decepcionado con el FA y con los partidos tradicionales, Juan Clasemedia decide votar al PI. El personaje tuvo repercusión en los medios y generó reacciones en los demás partidos políticos.
Para Radío, el próximo domingo se “define el futuro del partido”. Estas elecciones “nos van a poner en la cancha”, afirmó. “Se va a dar el salto”, dice convencido, “y tenemos que demostrar que damos la talla”.
Mieres también piensa en el futuro. “Cuando en 5 años volvamos a presentarnos, los votantes estarán orgullosos de ser independientes, porque van a ver que no los defraudamos”, exclamó ante los militantes en el acto de cierre de campaña en Canelones. “¡Seremos cada vez más hasta convertirnos en una opción de poder y de gobierno!”.