El ajuste fiscal (III)

En general no he estado de acuerdo con medidas del Ministerio de Economía. En este caso, estoy parcialmente de acuerdo con la propuesta del ministro Astori de aumentar el IRPF. Pero digo parcialmente porque es obvio que en nuestro país algunos sectores de las empresas públicas cobran sueldos más altos de lo que corresponden y una forma de retrotraerlo es mediante ese impuesto. Si el gobierno fuera valiente, lisa y llanamente bajaría esos salarios. Por lo tanto, el aumento del impuesto está bien. Pero que se aplique solamente a los empleados del Estado o las jubilaciones, pero no en el sector privado, donde seguramente las empresas pagan sueldos justificados por los resultados. Pero que los sueldos de empresas deficitarias como UTE, Ancap, Antel, OSE y otras sean del volumen que son es una verdadera injusticia social. El FA que tanto habla de justicia social debería comenzar por ahí, pero para eso hay que tener mucho valor. Que, dicho sea de paso, no lo tienen. Los que pagan UTE, combustibles, telefonía lo saben. En muchas organizaciones se fijan los sueldos en función de comparadores o sea que si una secretaria de tal nivel cobra tanto en una empresa privada, a la del organismo público con igual grado de responsabilidad le correspondería el mismo salario. Pero en el país del revés, eso no ocurre. Es un problema de sensatez. ¿Existe en Uruguay la sensatez? Por ahora no. Atentamente.