Canelones tiene varios centros poblados donde se concentra una fuerte actividad económica, algunos históricos como Pando, Las Piedras y la ciudad capital. A su vez, con un fuerte desarrollo urbano la zona costera atraviesa una expansión comercial y busca renovar su perfil turístico.
Al noreste algunas zonas se encuentran más rezagadas en términos de desarrollo. “Somos conscientes de que es un departamento con grandes asimetrías”, pero “no los tenemos olvidados”, explicó Garín en referencia al “santoral” canario y el norte.
Diversificación
La producción de Canelones creció recientemente de la mano de la diversificación de las actividades, en un proceso “mucho más acelerado de lo previsto”, dijeron los jerarcas comunales consultados.
Las últimas mediciones oficiales del Producto Bruto Interno —PBI— por departamento (de 2006) ubicaban a Canelones como el de mayor peso después de Montevideo. Si la actividad se hubiese expandido en los años más recientes al mismo ritmo que la del promedio del país, su PBI sería hoy de unos U$S 4.260 millones, calculó Búsqueda.
Las actividades logísticas e industriales coparon las rutas 5 y 101; en las zonas más cercanas a Montevideo se localizan las chacras de frutas y hortalizas; y también existen viñedos en la zona oeste y norte del departamento.
La lechería, ganadería y el resto de la horticultura predominan en el noreste de Canelones, mientras que en la costa sur el turismo es la actividad principal.
Como ocurrió en el resto del país, los años de alto vuelo económico permitieron a Canelones reducir el desempleo de 17% en 2006 a menos de 6% en 2013. La pobreza, comentaron las autoridades, bajó de 30% a 12% en esos años.
Crece al sur.
Las ciudades de Las Piedras y Pando concentran unos 150.000 habitantes, y gran cantidad de emprendimientos industriales, comerciales y agrarios.
La vía y estación de tren, un gran edificio con forma de cubo de paredes amarillentas que albergaron reses faenadas, el obelisco en homenaje a la batalla de los soldados bajo el mando de José Artigas frente a los españoles en 1811, un hipódromo remozado y la cancha del club Juventud, son emblemas de la ciudad pedrense.
Los pobladores ya hablan de la Fiesta de la Vendimia de marzo próximo, uno de los eventos más destacados de Las Piedras que se autodefine como “capital de la uva y el vino”. Pero también advierten que en los últimos años la llegada de nuevas inversiones —como la de la japonesa Yasaki, el proyecto de un shopping cuya obra comenzará en 2014 y un parque industrial sobre la ruta 5— vienen dando “otra identidad” a la ciudad.
“Las Piedras estuvo chata durante muchos años porque cada inversor que venía se iba para Pando”, evaluó el presidente del Centro Comercial, Industrial y Agrario de Las Piedras, Sergio Bonilla.
Para ese empresario, en los últimos años las autoridades departamentales se dieron cuenta del potencial pedrense como “enclave estratégico” y “abrieron la cancha” a las inversiones.
También fue un puntapié la llegada en 2010 de Yasaki, instalada en el predio que antes ocupó el frigorífico Comargen, uno de los más grandes del país, que cerró en 1988 provocando un derrumbe de la actividad en Las Piedras.
Hoy en un gran galpón donde funciona la planta trabajan en dos turnos 985 empleados, cuyo promedio de edad ronda los 27 años y son en su amplia mayoría mujeres jefas de hogar. Allí predomina el trabajo manual: fabrican arneses eléctricos o chicotes para las distintas partes de los automóviles (puertas, motores, tableros, etc.).
Las jóvenes cortan los cables, luego según la marca y modelo de automóvil los direccionan apoyándolos en paneles blancos, los encintan para unirlos, les ponen las terminaciones y en otro sector el chicote armado se prueba mediante un test eléctrico. Su destino es la exportación hacia las oficinas comerciales en los países del Mercosur, explicó a Búsqueda la analista en Recursos Humanos de Yasaki, Carolina Sardo.
Como reflejo de la política japonesa de orden, limpieza y disciplina, la planta se destaca por la prolijidad y organización.
Una quincena de empresas, en general de pequeño porte —del rubro caramelero, aceites vegetales, plástico, alimentos concentrados, reparación de maquinaria hospitalaria, esencias industriales, laboratorio de análisis clínicos, productos de limpieza para la industria alimenticia y elaboración de licores, etc.— aprovechan otra parte de las instalaciones que antes se dedicaban a la actividad frigorífica. Se trata del Parque Tecnológico Canario, un predio de unas 10 hectáreas donde trabajan cerca de 1.000 empleados y “está muy cerca de estar a pleno”, dijo su gerente, Clauser Franco.
Rumbo a Progreso por la vieja ruta 5, en una vivienda precaria un cartel reza: “Hay nafta”. El gerente del Centro Comercial de Las Piedras, Roberto Bogorja se lamentó por el “flagelo” que es el “creciente informalismo” para el sector.
Esa también es una preocupación en Pando, a pesar de que hubo una “eclosión” de nuevos establecimientos formales que se ha mantenido hasta hoy, comentaron los directivos de la Cámara Comercial Industrial y Agraria de esa ciudad.
Agregaron que hay trabajo en la zona, pero falta mano de obra calificada.
Recordaron que la ciudad retomó en los últimos años su perfil industrial —tras haberlo perdido durante la crisis de 2002— con la instalación sobre la ruta 101 de empresas que están dando “mucho movimiento” a Pando. Hacia ese eje se mudará el depósito de yerba y las oficinas de Canarias, con una inversión de U$S 5 millones, para duplicar su capacidad locativa y eventualmente “expandir el negocio” a nuevos rubros, informó el director de la empresa Luis González. Esa firma emplea a unas 50 personas.
Muchas empresas de Montevideo se mudaron a Canelones recientemente, y otras han realizado consultas a la comuna para hacerlo porque “necesitan más espacio”, explicó Rodríguez.
Cinco parques industriales, algunos ya en funcionamiento y otros en proceso de instalación con inversión de la Intendencia o de iniciativa privada, ofrecen infraestructura y generan sinergias productivas. Desde la Intendencia llevaron adelante una política de promoción de ese tipo de emplazamientos con la “prioridad de diversificar”, sin “jugarse” a pocas empresas gigantes que generen “dependencia”, explicaron los jerarcas consultados. Desde 2005 llegaron 192 nuevas firmas de mediano y gran porte, informó Rodríguez, lo que implicó una inversión total de unos U$S 2.200 millones. Esa es una cifra similar a la que está requiriendo la construcción de la planta de Montes del Plata en Colonia.
“En otoño y primavera hay tres o cuatro consultas por semana” de empresas medianas y grandes interesadas en instalarse en Canelones, aseguró ese director comunal.
Compras.
El Shopping Costa Urbana, que tiene más de 100 locales, cine, teatro y varias oficinas públicas, se instaló hace pocos años alterando el panorama comercial de la Ciudad de la Costa, donde residen unas 120.000 personas.
En Las Piedras están previstas para 2014, obras por varios millones de dólares para construir un shopping combinado con un estadio en el Parque Artigas.
Otros proyectos de grandes superficies también se perfilan para llegar al departamento, dijeron los jerarcas municipales, sin dar más detalles.
El jueves 12, cuando Búsqueda visitó la ciudad de Pando, se celebró el día de los descuentos promocionado como “Un shopping a cielo abierto”, y el calor sofocante no intimidó a los compradores.
Mucha viña y carne.
La producción agropecuaria en el departamento se apoya en varios rubros. Si bien las frutas, hortalizas y vinos son productos tradicionales para Canelones, la ganadería y lechería son también parte importante de la actividad.
Los frigoríficos canarios concentran el 65% de la producción nacional, y también se realiza en el departamento el 85% de la producción avícola, informó Rodríguez. En el norte y noreste se desarrolla la producción lechera, que ocupan unas 52.000 hectáreas (6% de las utilizadas para ese fin en todo el país).
Funcionan unas 250 bodegas en Canelones, el departamento que por lejos tiene mayor participación en la producción del sector vitivinícola uruguayo (70%).
Los cultivos de frutas y hortalizas se realizan en una superficie que llega al 30% de la utilizada para esa actividad en todo Uruguay.
Muchos son establecimientos de familias afincadas en predios en general chicos. Eso hace al departamento poco apto para el desarrollo de rubros más extensivos, como la forestación, la soja u otros cultivos en grandes extensiones.
Rutas turísticas.
Según explicaron desde la comuna, se produjo en los últimos años un incremento del turismo enológico —la llamada “Ruta del vino”— y los tamberos prevén ofrecer como paseo la “Ruta de la leche”. Existe la idea de desestacionalizar el turismo y que no sea únicamente “sol y playa”, algo que tuvo buenos resultados y proveyó a Canelones de visitantes en los meses fuera del verano, señalaron.
Susana Prats, directora de Turismo de la Intendencia de Canelones, dijo a Búsqueda que “el crecimiento del turismo y la competencia” obligó a los agentes a “dar un salto cualitativo”.
Los operadores son cautos de cara a la próxima zafra de verano.
“La temporada pasada fue excelente en la primera quincena de enero y también en febrero”, pero la que está comenzando “puede tener un poco menos de actividad”, ya que al “público argentino cautivo (...) no lo dejan venir”, declaró Raúl Acosta, presidente de la Cámara de Turismo departamental, aludiendo a las restricciones para retirar divisas que se aplican en Argentina.
Las inmobiliarias mantendrán sus tarifas este año y, buscando fomentar el turismo, realizarán sorteos entre los inquilinos y los propietarios.
Con el mismo fin la Cámara ingenió otros eventos promocionales: un homenaje a Pablo Neruda en Atlántida y el “Canelón gigante”, 18 metros de esa comida que se sirvió durante el lanzamiento de la temporada. “Eso nunca se hizo” antes, resaltó Acosta.