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Que “faltan huevos para hacerse cargo de las cosas”, que se “están rompiendo códigos mínimos de convivencia política”, que “no se actúa con ningún tipo de lealtad institucional ni partidaria”, y que falta “un sinceramiento y pedido de perdón” ante la ciudadanía, entre otras acusaciones, son parte del “tiroteo” que se ha incrementado entre los dirigentes frenteamplistas en el comienzo del 2016. El motivo circunstancial es la discusión por Ancap, pero el fondo es una interna oficialista cada vez más tirante con posicionamientos de cara a elecciones internas de la coalición de izquierda y la carrera para el 2019.
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En la jerga militar el termino “fuego amigo” se usa para explicar los disparos recibidos que provienen del mismo bando. La metáfora también se usa en política cuando dirigentes del mismo partido intercambian acusaciones. Esto es lo que ha intentado frenar el presidente Tabaré Vázquez en el cierre del 2015, cuando juntó a toda la bancada de parlamentarios del Frente Amplio y a su gabinete de ministros. Pero la “paz frenteamplista” duró menos de 24 horas.
Las vacaciones en Cuba del diputado socialista Enzo Malán le impidieron al Frente Amplio llegar al quórum para levantar el receso parlamentario en la Cámara de Representantes el jueves 31. El Partido Socialista pidió disculpas ese día, argumentó que la ausencia se debió a un error administrativo y anunció que el legislador estaría en Uruguay para poder sesionar al comienzo de año.
La comunicación molestó a varios legisladores del Movimiento de Participación Popular (MPP), quienes dijeron que fue un acto de “irresponsabilidad del diputado”.
El diputado de Maldonado Darío Pérez (Liga Federal) fue crítico durante el debate sobre la capitalización de Ancap. “Yo no tengo el traste sucio”, declaró durante la sesión. En conversación con Búsqueda esta semana dijo que se sentía muy molesto y enojado, porque los responsables de las pérdidas de Ancap no asumían sus errores.
“Corren atrás de las polleras del Frente. Esa es una linda imagen que me gusta transmitir. Ahora que la ven fea, corren para atrás de las polleras del Frente Amplio”, opinó.
El diputado insistió que lo que más le “calienta” es que durante la campaña salieron a contar un discurso que no era cierto. “Te da dolor, porque tus propios compañeros te cagaron la vida. A mí no me gusta pasar vergüenza”, dijo. Para Pérez el responsable directo es el sector de Sendic: la Lista 711.
“No me entra en la cabeza que no se den cuenta, y no puedo entender que no tengan huevos para hacerse cargo de las cosas”, agregó el representante frenteamplista de Maldonado.
Con un tono un poco menos violento, el dirigente del Frente Líber Seregni Esteban Valenti reclamó autocrítica, mediante una carta pública difundida un día después de la discusión sobre la capitalización de Ancap en el Parlamento. “Perdón a todos los uruguayos”, tituló la columna que publicó el 3 de enero en su portal de noticias “UyPress”.
“Me iba a tomar unas semanas de vacaciones, para descanso de mis lectores. Es imposible. Tengo que comenzar el año, con una de las tareas más ingratas que existen: pedir perdón”, comienza la columna. “Les pido perdón a todos los uruguayos por la gestión de mi gobierno en la principal empresa del país, en Ancap”.
En la lista de los puntos por los que pide perdón incluye “no haber actuado con corazón y cabeza de izquierda”, “gastar millones de dólares innecesarios en publicidad, en producir perfumes, en fiestas fastuosas, en intermediaciones financieras inexistentes”, acumular deuda y “atentar contra las ideas de izquierda”.