El hackeo a Guyer fue un recordatorio para los estudios uruguayos de que nadie está “a salvo”

REDACCIÓN  

A los abogados les llamó la atención. El intercambio con sus contrapartes de Guyer & Regules siempre seguía los mecanismos formales con correos electrónicos institucionales, respondidos con celeridad. Pero en ese momento los mails demoraban y llegaban desde casillas personales. Y entonces, antes de que fuera público y de que algunos clientes lo supieran, en los principales estudios jurídicos uruguayos comprendieron que uno de sus competidores había sido hackeado.

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