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Al igual que ocurrió con la televisión por cable en la década de 1990, los primeros pasos que darán los empresarios del sector para ofrecer servicios de banda ancha como alternativa a Antel se van a dar en el interior del país. Esta posibilidad, que desde el 1º de enero se extiende a todos los cableoperadores luego de la entrada en vigencia de la última ley de Rendición de Cuentas, se dará primero en las ciudades de Pando y Colonia del Sacramento.
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“Si todo sale bien, en dos o tres meses podemos salir a ofrecer el servicio”, le dijo a Búsqueda Gabriel Bomio, dueño de Telespectáculo Colonia y Telespectáculo Pando. Según contó, tienen diseñado un proyecto de cableado y están en proceso de importación del equipamiento necesario.
Más allá de que desde el primer día del año todos los cableoperadores del país están habilitados a pedir a la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec) las licencias para ofrecer este servicio, a través de la modificación del artículo 56 de la Ley de Medios, Korfield y Praiamar —razones sociales de Telespectáculo Colonia y Pando respectivamente— ya habían sido autorizadas por decreto a hacerlo en junio pasado, igual que otras tres compañías del rubro. Esto ocurrió años después de que la Suprema Corte de Justicia decretara la inconstitucionalidad de la norma, que les prohibía vender Internet.
Bomio dijo que proyectan iniciar en el corto plazo el despliegue de cableado en Colonia del Sacramento y Pando, y que cuentan con el préstamo bancario aprobado para ponerlo en marcha. Las respectivas licencias alcanzan un máximo de 7.000 hogares en la primera ciudad y 10.000 en la segunda, incluyendo las localidades adyacentes, que serían contempladas en una etapa posterior.
El presidente de la Cámara Uruguaya de Televisión para Abonados (CUTA), Washington Melo, estimó en US$ 35 por hogar la inversión en instalación de red y mano de obra, en los lugares donde pasa la fibra óptica y hay posibilidad de conexión.
“Este año vamos a tener buenas noticias sobre empresas de televisión para abonados que van a poder brindar servicios de banda ancha, muchas de ellas con inversiones importantes, genuinas y propias”, dijo a Búsqueda el director nacional de Telecomunicaciones, Guzmán Acosta y Lara.
Ciudad de la Costa, donde funciona Cable Plus, es otro de los lugares que el jerarca entiende que estará entre los pioneros. La habilitación a los cableoperadores para ofrecer esta alternativa a sus clientes era un objetivo de la actual administración desde antes de asumir. Pero la demora en la aprobación de una nueva “ley de medios” hizo que recién en la última Rendición de Cuentas se modificara el artículo que lo impedía.
Un “monstruo”
“Sé de compañías que le han preguntado a Antel cuánto le saldría alquilar su fibra óptica”, indicó el titular de la Dinatel. Esto último no ha resultado fácil.
Bomio, de Korfield y Praiamar, ha estado averiguando con las empresas de telecomunicaciones sobre los costos de acceder a tecnología, analizando a quién comprarle ancho de banda. “Ya tenemos la cotización de dos empresas (Movistar y Claro) y estamos esperando por Antel”, afirmó el empresario. Esa espera se está haciendo larga. La consulta la hicieron en agosto, según dijo, y todavía no obtuvieron una cotización.
“Llamamos semanalmente, pero no han mostrado mucho interés. No hay que olvidar que (Antel) también entró en el negocio del entretenimiento”, agregó.
La inevitable competencia con la compañía estatal, que ha prácticamente monopolizado el negocio de banda ancha en el país, hace que algunas empresas prolonguen la etapa de análisis. Ese es el caso de Federico Welker, de Tala Cable Color, de esa ciudad de Canelones.
“Estamos haciendo un relevamiento cuadra por cuadra en toda la localidad. Luego haremos un análisis técnico y otro de mercado. Sabemos que esta es una iniciativa interesante, pero también tenemos que saber a qué atenernos, porque vamos a salir a competir con Antel, que se come vivos a todos los cables”, agregó.
Una posibilidad que estudia es una “alianza” con alguna empresa que ya tenga cableado desplegado, que —indicó— tendría que ser una de las otras dos empresas en plaza.
Además de las empresas Korfield y Praiamar, las montevideanas TCC, Nuevo Siglo y Monte Cable también habían obtenido la habilitación por decreto en junio pasado. Según dijeron a Búsqueda fuentes de una de estas firmas, el modo de implementar el nuevo negocio requiere una inversión de gran magnitud, por lo que están analizando posibilidades como empezar con pruebas piloto en algunos barrios a mediados de año.
Según Melo, ya hay unos cuarenta cableoperadores del interior del país que solicitaron permisos a la Ursec para ofrecer el servicio de Internet. La CUTA tiene más de 80 afiliados.
El director de Asuntos Regulatorios para Argentina, Paraguay y Uruguay de Claro, Alejandro Quiroga, recordó que la compañía había pedido hace dos años ofrecer este servicio. “Con la nueva norma, en poco tiempo habrá más de cien licencias para ofrecer Internet a los hogares. Hay un capítulo específico del tratado de protección de inversiones entre Uruguay y México que dice que no se puede tratar a las inversiones mexicanas peor que a las locales. No tendríamos que tener ninguna limitación respecto a la competencia”, afirmó consultado por Búsqueda.