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En el primer semestre los pobres eran 357.000 personas (10,2%), de acuerdo con la estimación divulgada el lunes 6 por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Hasta ahora informaba promedios anuales; en 2020, debido a la pérdida de ingresos que provocó la crisis por la pandemia de Covid-19, habían aumentado a 11,6%. Desde el gobierno se destacó la baja comparando esos períodos.
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“La única innovación metodológica es la divulgación semestral” de la medición, que hasta ahora se publicaba de forma anual. Sin embargo, mirarlo así resulta “raro” y no está exento de problemas, señaló a Búsqueda Maira Colacce, investigadora de Facultad de Ciencias Económicas. Siempre hay cierta “estacionalidad” en variables como el ingreso y por tanto, también en la pobreza, añadió. La comparación más correcta sería contra igual período de 2020 o incluso de 2019, con lo que se lograría depurar el efecto que puedan tener las zafras, particularidades de algunos sectores de actividad o la Semana de Turismo, que en general “juega” bastante, consideró.
Según cálculos de Búsqueda a partir de microdatos del INE, las personas pobres en enero-junio del año pasado eran 11,8% del total. Al comparar con ese dato, en el primer trimestre de 2021 hubo unos 56.000 menos pobres (pero respecto a enero-junio de 2019, cuando la tasa fue 8,6%, son 56.000 más).
Aunque “los movimientos de los períodos de cálculo no son fáciles” y habría que escuchar qué tienen para decir los muestristas del INE, si se compara diciembre de 2020 con el primer semestre de 2021” habría aumentado. Además, aunque el 2021 cerrara con la misma tasa de pobreza que el 2019 —y pese a la “buena noticia” que esto supone—, no podría decirse que la situación se ha revertido, afirmó la economista.
Nueva línea
La medición que hace el INE toma en cuenta el ingreso de las personas y si alcanza o no para adquirir una canasta básica de bienes y servicios (una “línea de pobreza” que para el primer semestre de este año fijó en $ 15.095 para Montevideo y $ 10.334 en el interior). También hace un cálculo por hogares —con líneas más altas si tienen más de un integrante—; el 7,2% eran pobres en el primer semestre de 2021.
El organismo prepara una nueva línea de pobreza que buscará actualizar, entre otras cosas, la estructura de consumo de los hogares. En concreto, la canasta que se toma en cuenta para realizar esta medición es la correspondiente al “estrato de referencia”, es decir a aquellas personas que son “apenas no pobres”. En el caso de Uruguay, esto corresponde al primer ventil que satisface las necesidades alimenticias básicas, de 2.200 kilocalorías diarias.
Sin embargo, este es solo uno de los aspectos que se esconden detrás del cálculo de la pobreza monetaria. Otra “decisión” importante que se toma es qué ingreso considerar, y de hecho el INE tiene entre sus planes adoptar cambios en este sentido, dijo Colacce, quien participó de las jornadas de intercambio sobre el tema con el organismo.
Infancia
Para esa economista, un dato “superinteresante” y novedoso entre los que difundió esta semana el INE es la evolución de la pobreza por edades: antes se veía una incidencia más alta entre los niños de las primeras edades. Sin embargo, ahora los jóvenes y adolescentes son los más afectados (18,5% y 18,6%, respectivamente), y ya no la primera infancia (16,1% de las personas de cero a seis años).
Como explicación, Colacce aventuró una posible relación con la baja de los nacimientos, que en Uruguay está relativamente concentrada en hogares de menores ingresos. “Todavía no tenemos claridad, lo tenemos que seguir investigando, pero la historia cierra”, señaló.
De hecho, otro indicio de esta relación viene de un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Economía, que encuentra que la implantación gratuita de métodos anticonceptivos subdérmicos desde 2014 en hospitales públicos —donde se atienden principalmente los hogares más pobres— “efectivamente” tuvo un impacto “muy fuerte” sobre la natalidad.
Para Colacce, “si efectivamente esta reducción de la pobreza entre los niños más chicos tiene que ver con la natalidad, y si esa caída en la natalidad se sostiene”, entonces podría ocurrir que la curva se “aplane”, logrando que todos los tramos de edad tengan niveles relativamente bajos y parejos. Esto porque “experimentar pobreza durante un período no es gratuito, es una experiencia dolorosa y que tiene efectos permanentes”, por ejemplo, sobre la educación. Entonces lo niños de cero a seis años de hoy tendrán menos dificultades a futuro, mientras que los más chicos continuarán teniendo bajos niveles de pobreza. “Ojo, no estamos seguros de nada”, repitió.
Horas después de que el INE divulgó los datos, el Ministerio de Economía llamó a una conferencia de prensa para destacar la baja de la pobreza. La atribuyó a la recuperación de los niveles de empleo y a las políticas “focalizadas”, en particular en los niños de familias económicamente vulnerables.