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En el manual para encarar una campaña interna suele aparecer que los candidatos deben radicalizarse para convencer a sus propios correligionarios de que los voten. En el comando de campaña de Batllistas de Ley, que impulsa la candidatura de José Amorín, observan que en los últimos tiempos su contrincante, Pedro Bordaberry, se “derechizó” con algunas de sus salidas, en especial en materia de seguridad.
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Esto genera una “radicalización” porque “están los que lo quieren por un lado y los que no lo quieren por el otro, lo que hace que su techo de votación baje”, evaluó uno de los principales dirigentes de Batllistas de Ley al evaluar los movimientos de Bordaberry.
En el grupo de Amorín entienden que la elección puede ser más pareja de lo que muestran las encuestas porque la interna colorada será una puja con una votación baja, por lo que la estructura de cada sector cobra mayor importancia. Las encuestas de opinión pública, en tanto, marcan una clara distancia a favor de Bordaberry.
Hasta el momento, una de las principales disputas que se han dado en la interna colorada es sobre el legado del Batllismo. Los liderados por los senadores Amorín y Tabaré Viera repiten una y otra vez que ellos representan al Batllismo. Desde Vamos Uruguay responden que nadie en el Partido Colorado tiene el “monopolio” sobre el legado ideológico de Batlle y Ordóñez.
“No solo hay que decirlo, sino parecerlo”, comentó esta semana un dirigente de Batllistas de Ley. La frase vino luego de conocerse un polémico proyecto de ley para enfrentar la delincuencia, presentado la semana pasada por Bordaberry.
El tema seguridad es uno de los principales ejes de la campaña de Bordaberry que logró las firmas necesarias para que en octubre la población resuelva si reforma la Constitución para bajar la edad de imputabilidad a los 16 años. La reforma también plantea que se cree un organismo autónomo para la atención de los adolescentes infractores y políticas de rehabilitación.
La semana pasada, antes de tomarse licencia sin goce de sueldo en el Senado para participar en la campaña electoral, Bordaberry presentó un proyecto que aumenta las penas para quienes reincidan en el delito. La propuesta implica duplicar y triplicar las penas cuando las personas reincidan en la comisión de delitos graves como homicidio, lesiones graves y gravísimas, copamiento, extorsión y violación. El plazo máximo de condena no podrá exceder los 30 años de cárcel, que deberán ser cumplidos efectivamente ya que no se les aplicará el instituto de libertad anticipada, libertad condicional ni régimen de salidas transitorias.
El proyecto busca segregar de la sociedad “por un tiempo prolongado” al delincuente para “evitar que siga reincidiendo y lesionando a la ciudadanía y para tener más tiempo para implementar políticas de rehabilitación”, explicó Bordaberry en la exposición de motivos del proyecto.
El catedrático penal Miguel Langón consideró de una “severidad inusitada” el proyecto de Bordaberry, según publicó el diario “El Observador” el viernes 14. En el mismo diario, Milton Cairoli, penalista y expresidente de la Suprema Corte de Justicia, sostuvo que “la experiencia recogida en otros países donde se han aumentado las penas indica que no por esa circunstancia los delitos se cometen en menor número”. “Yo diría que casi es lo contrario”, añadió.
Dirigentes de Vamos Uruguay defendieron el proyecto de las críticas que vinieron de varios lados. “Quienes critican esta idea de Bordaberry, que generalmente son legisladores del Frente Amplio, olvidan que su precandidato presidencial en el año 2009 Marcos Carámbula incluyó lo mismo en la medida número 14 de un documento que se llamaba ‘Propuestas sobre seguridad’. Allí se propone limitar al máximo legal las salidas transitorias, la excarcelación y la libertad anticipada para reincidentes. Otro referente del Frente Amplio, Esteban Valenti, ubica un artículo en ‘Bitácora’ donde reclama cambios legislativos urgentes para reducir la cantidad de delincuentes operativos, y entre ellos propone modificar el Código Penal para los reincidentes: en la primera reincidencia perder toda posibilidad de salidas transitorias o anticipadas y ante una nueva reincidencia duplicar las penas y eliminar cualquier tipo de salida anticipada”, afirmó Guillermo Maciel, uno de los principales asesores en materia de seguridad de Bordaberry, en radio El Espectador el lunes 17.
“No es la solución”.
Los integrantes de Batllistas de Ley consideran que esta no es la solución para enfrentar la delincuencia. “Este es un tema más complejo que aumentar las penas. Esa no es la solución”, comentó a Búsqueda Amorín.
Para el precandidato colorado, se debe trabajar con la Suprema Corte de Justicia para lograr “leyes más eficaces”. Hay que modificar el sistema de cárceles para que sean más, pero con dimensiones chicas que las hagan controlables, añadió.
Amorín dijo que se necesita una mejor gestión policial poniéndose énfasis en la preparación. A vía de ejemplo, planteó que el servicio de seguridad 222 pueda ser brindado por policías jubilados que no tengan más de cinco años de retirados.
Además de la seguridad, otro tema que llamó la atención de algunos dirigentes colorados fue la visita de Bordaberry al papa Francisco. El encuentro fue casi al final de una gira internacional que el líder colorado realizó junto al intendente de Salto, Germán Coutinho, y el senador Germán Cardoso. Emocionado, Bordaberry le entregó varios regalos al Papa, quien le dijo que vendrá al Uruguay en algún momento.
Hubo escasos comentarios públicos sobre el hecho de que un dirigente colorado se reuniera con el máximo representante de la Iglesia Católica, con la que el Batllismo tuvo un fuerte enfrentamiento a principios del siglo XX.
“En estos tiempos de devaluación, quiero expresar con orgullo que soy colorado, batllista, de izquierda y anticlerical”, comentó Luis Hierro Freigedo, convencional departamental colorado que apoya la campaña de Amorín.