Es una “simplificación extrema” decir que mejoró la eficiencia solo porque se gastó menos, dice excontador general de la Nación

REDACCIÓN  

A fuerza de reclamos y movilizaciones de los gremios del área, así como de debates programáticos dentro del Frente Amplio, años atrás se instaló cierta idea acerca de las necesidades presupuestales anuales para la educación. Ese óptimo, según sus impulsores, no era un monto exacto en plata sino un porcentaje equivalente al Producto Bruto Interno (PBI): 6%. Para los gobiernos de la coalición de izquierda ese número fue un dolor de cabeza.

Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite

Suscribite

¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión

Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.