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    Estaciones de servicio acordaron con el ministro de Industria una nueva negociación para solucionar el conflicto con Ancap

    Una delegación del gremio de dueños de estaciones de servicio llegó a las tres y media de la tarde de ayer miércoles al despacho del ministro de Industria, Roberto Kreimerman, para intentar recomponer una negociación y solucionar el conflicto que los enfrenta con Ancap. En el mismo edificio, un piso más abajo, trabaja el presidente de esa empresa estatal, José Coya, que no había logrado llegar a un acuerdo con la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu), al punto de que estuvo cerca de concretarse un paro de 48 horas en el expendio de combustible. Pero Kreimerman, que logró desactivar esa medida de fuerza durante el fin de semana, consiguió abrir el diálogo con los estacioneros para llegar a un acuerdo que devuelva la paz a las estaciones de servicio.

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    La Unvenu y Ancap trabajarán durante los próximos meses en analizar, punto por punto, los componentes de la paramétrica que fija la estructura de los precios de los combustibles y determina las ganancias de los propietarios de las estaciones.

    En el 2013 Ancap ajustó la paramétrica, dentro de la cual está incluida la ganancia de los dueños. En la antigua paramétrica, la ganancia era el 20% de los costos y el monto del alquiler que pagan era otro 20%. A partir del cambio, la ganancia pasó a ajustarse por el Índice de Precios al Consumo (IPC) y el alquiler por la Unidad Reajustable de Alquileres (URA). Por lo cual, si aumentan los costos de los estacioneros, sus ganancias no necesariamente suben. Y esos empresarios sostienen que sus gastos se han disparado.

    Los estacioneros ganan $5 por cada litro de nafta que venden y $ 3,5 por cada litro de gas oil, según la nueva paramétrica. De acuerdo a la vieja, estarían ganando $ 5,2 y $ 3,6 respectivamente. Una estación promedio vende unos 260.000 litros de combustible por mes y obtiene una ganancia de unos U$S 9.000.

    Según datos de Ancap, la venta de combustible ha subido en la última década. En 2005 se vendieron 280 millones de litros de nafta y en 2013 unos 660 millones.

    Una fuente de Unvenu dijo a Búsqueda que la ganancia de los estacioneros había aumentado “porque subían los costos y los salarios”. “En la empresa hay que invertir y cualquier cosa sale una fortuna”, explicó.

    La Unvenu considera que falta incluir costos en la paramétrica. Por eso, sostiene, la estimación de sus ganancias “no es real”.

    Los principales rubros que el gremio considera que se deben incluir son: la seguridad, la remesa, la diferencia que surge de lo que se llevan las empresas de tarjetas de crédito y los gastos “de camión” (mano de obra), entre otros.

    “Muchas estaciones están en crisis porque no tienen más remedio que tener un guardia, porque tienen más empleados, porque la tarjeta de crédito se les lleva el 25% del ingreso que tienen por el combustible”, dijo una fuente de Unvenu.

    Además, mientras históricamente la venta de combustible representó el 90% de la facturación, según Unvenu ahora es el 94%, por lo cual consideran que en la paramétrica deberían estar contemplados el 94% de los gastos.

    Paro.

    Los socios de la Unvenu decidieron en 2013 acudir a la Justicia y en febrero de 2014 hubo una instancia de conciliación con Ancap que no tuvo éxito. En marzo una asamblea de la gremial resolvió negociar, informar a la población y, si no había resultados, mandar empleados al seguro de paro e instaurar el autoservicio de combustible —una medida que encontraría resistencia sindical—. En última instancia previeron la posibilidad del paro.

    La gremial se abocó a calcular las pérdidas que sufre con la nueva paramétrica. Según los informantes consultados, en un año esa pérdida está en el entorno de los U$S 14 millones. En setiembre la Unvenu volvió a presentar a la Justicia la demanda, en la que reclama que quede sin efecto la nueva paramétrica o, en caso contrario, se los indemnice.

    El escrito, al que accedió Búsqueda, sostiene en lo esencial que mientras dure un contrato “debe mantenerse la ecuación económica que tuvieron en cuenta las partes” y queda impedida “toda posibilidad de que una sola de las partes introduzca unilateralmente alteraciones en dicha ecuación económica en perjuicio de la otra”. Si eso ocurriera, debe indemnizarse, dice.

    Durante el último mes la Unvenu y Ancap mantuvieron varias conversaciones para volver a analizar los componentes de la paramétrica. Ancap reclamaba que el gremio le diera la demanda para que la estudiaran sus servicios jurídicos y comprobaran que la negociación no afectaría aspectos que estuvieran en juego en la Justicia. Pero, según la Unvenu, Ancap no estaba dispuesta a ceder en algún punto a cambio de eso.

    La semana pasada se reunieron representantes de ambas partes. Ancap envió una propuesta el viernes 26 y el gremio planteó observaciones. Esa misma tarde Coya llamó a conferencia de prensa y anunció que no había acuerdo, por lo cual se haría el paro de estaciones de servicio.

    “Hubo una propuesta desde Ancap para la Unvenu que no fue así reconocida por ellos y no hubo posibilidades de acuerdo”, afirmó el presidente.

    “Este conflicto (...) tiene de fondo un carácter económico”, dijo.

    “Dada esta medida absolutamente extrema —creo que es una desmedida— a partir de ahora la situación de relación va a ser otra sin lugar a dudas”, advirtió.

    Coya sostuvo que “si se concediera lo que reclama la Unvenu el costo de la distribución en general y de la bonificación aumentarían”, y “un derivado de eso” sería el precio de venta.

    Consultado por la prensa sobre si creía que la medida tenía que ver con la campaña electoral, Coya respondió: “Yo no lo puedo tomar en esos términos porque no me corresponde tampoco hacerlo, pero es evidente que estamos a pocos días de la elección nacional”.

    Acuerdo.

    El sábado las estaciones de servicio fueron abastecidas por última vez con vistas al paro. Pero durante el fin de semana intervinieron dos nuevos actores para llegar a un acuerdo que permitiera volver a negociar: Kreimerman y el senador Luis Rosadilla. Tras varias conversaciones con ambos, la Unvenu accedió a suspender el paro.

    Coya volvió a convocar el lunes a una conferencia, en la que dijo que “el paro fue levantado por la Unvenu seguramente porque visualizaron el fracaso de la medida”.

    “A mí me comunicaron sobre la intención de la Unvenu de levantar la medida y de volver al documento original de Ancap. Eso está muy bien pero conmigo nadie habló. Eso que quede claro”, aseguró.

    Ayer miércoles representantes de la gremial se reunieron con Kreimerman en su despacho y, según fuentes cercanas al tema, resolvieron firmar en los próximos días un documento en el cual acuerdan un plazo de 60 días durante el cual suspenderán el juicio contra Ancap, le entregarán el texto de la demanda para que sea analizado y negociarán los puntos en los que mantienen diferencias.

    Información Nacional
    2014-10-02T00:00:00