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Pedro Bordaberry dejó la política en 2017 y no fue candidato en las elecciones del 2019. Y sin embargo su nombre aparece alto en las encuestas cuando las consultoras preguntan quién debería ser el próximo candidato presidencial colorado. La sola posibilidad de que el exsenador vuelva al ruedo provoca que otros dirigentes que desean competir en la interna del Partido Colorado todavía no den el paso, mientras que aquellos que no lo apoyarían también están expectantes.
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El presidente de Antel, Gabriel Gurméndez, espera una definición de Bordaberry para resolver si se lanza como precandidato presidencial en la interna colorada o si apoya al exministro, dijeron a Búsqueda fuentes políticas. “No va a competir con Pedro”, resumió uno de los informantes que habló con Gurméndez en las últimas semanas.
En la interna partidaria entienden que Bordaberry ha dado señales ambiguas sobre su futuro. Aunque no ha dado entrevistas sobre temas políticos, en las columnas que escribe para El País suele abordar asuntos de actualidad y de vez en cuando se deja ver con dirigentes colorados.
El lunes 27, se reunió en una cafetería con el senador Germán Coutinho y luego fueron juntos a ver el partido en el que Cerro Largo venció en el Parque Viera por 2 a 1 a Torque. La explicación que Coutinho dio sobre el encuentro es sencilla: ambos son amigos íntimos y comparten una relación que va mucho más allá de la política.
El caudal electoral de Coutinho en Salto es un capital codiciado en la interna colorada. Gurméndez, su correligionario de la Lista 15, sabe que ese apoyo es clave si quiere tener chances de ganar. El problema para quienes quieren contar con los votos del salteño es que todos saben que él es incondicional a Bordaberry y, en caso de que ocurra, va a ser uno de los primeros en plegarse a su precandidatura.
Germán Coutinho y Tabaré Viera
Coutinho, a su vez, tiene un acuerdo electoral con otro de los dirigentes de mayor peso en el partido: el actual ministro de Turismo, Tabaré Viera, principal líder en Rivera, el único departamento gobernado por los colorados. Ambos acordaron comparecer juntos en las próximas elecciones.
El apoyo de Viera también es codiciado por aquellos que alientan la precandidatura del actual presidente de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva. Si acepta el desafío, el jerarca de la enseñanza debería dejar su cargo y comenzar la campaña como máximo a partir de setiembre, por inhibiciones constitucionales.
Parte de su sector, Ciudadanos, respalda la postulación de Silva y creen que es una figura que puede conquistar adhesiones de otros grupos colorados. De hecho, integró la fórmula presidencial con Ernesto Talvi con el apoyo de Batllistas, el sector de Julio María Sanguinetti.
Viera nunca ha tenido mucha afinidad con Bordaberry. Incluso el expresidenciable descartó al actual ministro para completar la fórmula presidencial en 2014, a pesar de insistentes pedidos de quien fuera su contrincante en la interna, el hoy presidente del Banco de Seguros del Estado, José Amorín Batlle. No obstante, fuentes cercanas a Viera dijeron a Búsqueda que la relación con Bordaberry ahora es buena.
Carolina Ache y Pedro Bordaberry en una reunión partidaria
El mapa con Bordaberry en juego
Bordaberry en la interna del Partido tiene incondicionales pero también feroces contrincantes. Existen algunos dirigentes, como Viera, que no lo han respaldado antes, pero tampoco tienen el vínculo cortado.
Además de Coutinho, Bordaberry mantiene cercanía con muchos dirigentes que en el pasado lo acompañaron. Entre ellos están el director de Energía, Fitzgerald Cantero; el subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Walter Verri; el segundo vicepresidente del Banco República, Max Sapolinski; la vicepresidenta de OSE, Susana Montaner; y la exvicecanciller Carolina Ache.
El caso de Ache, quien debió renunciar a su cargo por perder el respaldo político de Ciudadanos, fue una de las instancias en las que Bordaberry marcó una postura fuerte en un tema de la interna colorada. Ache tiene a su nombre la Lista 10, con la que el expresidenciable compareció en las elecciones de 2009 y 2014 en cuatro departamentos.
Bordaberry también tiene afinidad con el dirigente colorado y abogado del Sindicato de Policías de Montevideo, Andrés Ojeda, quien ha mostrado un alto perfil público en los últimos meses y ha dado señales de querer asumir un papel preponderante en la campaña. El exsenador también tiene buen vínculo con los diputados Jorge Alvear (exsecretario de bancada de Vamos Uruguay) y Gustavo Zubía. Este último aspira a ser precandidato presidencial en la interna colorada de no concretarse el regreso de Bordaberry.
Ope Pasquet durante un acto en la Casa del Partido Colorado. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
En la vereda de enfrente, el expresidenciable tiene los puentes cortados con los diputados colorados Ope Pasquet y Felipe Schipani. El primero fue legislador de Vamos Uruguay en 2015, pero se fue tras denunciar que el sector no funcionaba. Al segundo, Bordaberry le dijo el año pasado que no volvería a la política y le pidió que dejara de hablar de él, según contó el propio legislador.
Bordaberry también ha cuestionado la conducción de Ciudadanos, con el exministro de Ambiente Adrián Peña a la cabeza, sobre todo en el episodio que derivó en la renuncia de Ache como vicecanciller. “Sus compañeros de partido la querían llevar a un juicio sumario, una suerte de hoguera pública, y renunció”, escribió en su columna dominical en El País.
Otros dirigentes colorados también han tenido recientemente enfrentamientos con Bordaberry. El expresidenciable se distanció de su antiguo secretario, el actual subdirector de la Secretaría de Deportes, Pablo Ferrari, cuando este aspiró infructuosamente a dirigir la Asociación Uruguaya de Fútbol. Eso le valió además cuestionamientos muy duros del vicepresidente de UTE, Julio Luis Sanguinetti, quien dijo que la actuación de Bordaberry era “doblemente lamentable”.
