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Hay indicadores que, como una “luz roja”, se encienden en las compañías aseguradoras cuando ocurre un siniestro por su apariencia fraudulenta. Eso sucedió en Porto Seguro cuando se incendió el local de Sedería Cristal (Namerit S.A.), pocos días después de que la empresa contratara una póliza para amparar las mercaderías y demás contenidos por un valor de US$ 850.000 y su titular, Roberto Aguilar, se presentara a cobrar la indemnización.
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El 28 de febrero la Justicia confirmó —con el procesamiento sin prisión del empresario— “en todos sus términos” la existencia de la “estafa” contra la aseguradora y el delito de “incendio en coautoría”, dijo a Búsqueda Jorge Barrera, que representó a Porto en el caso.
El abogado aseguró que se trata de una resolución judicial “excepcional” ya que “son contados con los dedos de una mano las sentencias que existen en Uruguay en los últimos 25 años” en este rubro.
El presidente de Porto Seguro, Fernando Viera, aseguró por su parte que este es el segundo caso de fraude contra la compañía (el anterior fue en 2001 y se trató de un incendio de una fábrica de zapatos). También entonces la Justicia laudó a su favor.
Pero el caso de Namerit tuvo mayor trascendencia pública, principalmente por las acciones de “desprestigio y escrache” que, según Viera, sufrió Porto Seguro en el último año, por parte de Aguilar reclamando la indemnización. Por esos hechos están en proceso denuncias por difamación y violencia privada en la Justicia civil a causa del daño reputacional a Porto Seguro, afirmó su presidente.
La resolución a favor de la compañía, fechada el 28 de febrero, es un “mojón” para el sector de los seguros en el país, opinó Viera. “Mirando al futuro”, sienta un “precedente” judicial y para las aseguradoras que busquen por esa vía “minimizar el fraude” procurando hacer “más saludable” el mercado, alegó.
“Es un caso emblemático en el sector por el monto, por todo lo que ocurrió en el siniestro en sí y después” del mismo, señaló en tanto el director ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Empresas Aseguradoras, Mauricio Castellanos.
“Fraude siempre hay, convive con el seguro desde sus inicios. Lo importante es contar con las herramientas, los procesos y la tecnología para prevenirlo y combatirlo”, evaluó.
Explicó que la estafa en seguros “afecta a todo el mercado”, incluyendo a los asegurados, porque los costos que pagan las compañías por siniestros que no les correspondería abonar terminan encareciendo las pólizas.
La sentencia.
El 15 de marzo de 2017 Porto Seguro emitió la póliza contra incendio a favor de Namerit por US$ 850.000. Pocos días después, en la madrugada del 22 de ese mes, se produjo un “incendio intencional, que redujo a escombros el mismo” —según el fallo de la Justicia—, luego de lo cual Aguilar se presentó a cobrar el seguro.
Pero la “supuesta mercadería siniestrada y asegurada, no ingresó al local (…)”, asegura. Y agrega testimonios de los denunciantes e indagados a partir de los cuales concluye que el dueño y el gerente de la empresa fueron los únicos que sostuvieron que la tela siniestrada era seda “de muy alto valor”.
El fallo añade, por otro lado, que el titular de Namerit libró cheques sin poseer fondos para pagar la compra de la mercadería que supuestamente se había incendiado.
La jueza Fanny Canessa consideró además la documentación de Bomberos, la solicitud de procesamiento del Ministerio Público y el memorando policial. Según su fallo, a partir de todo eso surgen “suficientes elementos de convicción” para imputar a Aguilar y procesarlo sin prisión por el delito de “incendio en coautoría en concurrencia fuera de la reiteración con un delito de mutilación maliciosa de cosa propia”. Decretó la excarcelación provisional, obligando al empresario a no ausentarse de su domicilio sin conocimiento de la Justicia, presentándose ante la seccional policial por un plazo de tres meses a firmar un registro dos días a la semana. Además, tiene prohibido acercarse al local de Porto Seguro.
