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    Haciendo boca

    por Darwin Desbocatti

    , regenerado3

    La historia de la recaptura del Chapo Guzmán es reveladora. Un triángulo de megalómanos inmaduros conformado por: el hombre que se jacta de traficar la mitad de la droga consumida en EEUU, la actriz mexicana de telenovela que actuó de jefa de un cártel y quiere producir la película del Chapo (nota de color: en el cuarto del Chapo encontraron los DVD de la novela que ella protagonizaba: “La Reina del Sur”, ¿es un detalle tierno u onanista?, no me decido), y el actor yanqui rebelde-sensible-comprometido que vive como un aristócrata a costas de la industria del entretenimiento que supuestamente rechaza por superflua. El jefe del cártel más famoso del mundo, prófugo, coquetea por chat a través de un celular que él mismo le mandó comprar a la actriz (insistió a sus mandaderos que consiguieran uno “rosita, como para la dama”, pero solo había en plateado y negro, el mundo de la tecnología boicotea la vieja escuela), por seguridad en la comunicación, y utiliza frases vergonzantes del estilo “te cuidaré más que a mis ojos” para invitarla a su guarida. No olvidar que esta gente es la misma que hace los doblajes, seguro Sean Penn en alguna película dice esa misma línea con voz de Sábadosdecine. La actriz se deja cortejar y algo más, con respuestas vergonzantes del calibre “gracias, nunca nadie me cuidó” (le tiró el truco de la joven desprotegida, Kate, ¡con 43 ñoquis!), mientras le consigue la nota al actor yanqui que juega a ser periodista arriesgado para la “Rolling Stone” y seduce a la actriz mexicana ambiciosa con su chapa hollywoodense —de la que igual reniega.

    Si fueran veinteañeros aburridos en verano sería entendible, pero gente grande, vieja casi, con sus carreras constituidas, haciendo este papelón que terminó en una nota que parece escrita por un muchacho de 16 años que cree haberle encontrado la vuelta al mundo y no se come ninguna, con el capo de las drogas recapturado por su obsesión rosa con la actriz mexicana de telenovela a la que lógicamente la DEA le seguía los pasos, y ella que me imagino se estará mudando a una casita en Guazubirá en este mismo momento, lejos del ruido mediático y de los sicarios, fundamentalmente.

    La realidad es inverosímil. Lo del Chapo Guzmán no resiste análisis, si yo fuera el 2 del cártel de Sinaloa pediría que se lo declare incapaz jurídicamente y me den la custodia de los 3 submarinos, los 8 lanzamisiles y los 200 túneles que tiene para meter droga en USA. La mexicana es de esas que sobreactúa en la vida, se la comió el personaje.

    Y Sean Penn… qué decir de Sean Penn. Después de 20 años de meterse merca por la ñata y comportarse como una celebridad atormentada, se enteró que hay injusticias y se transformó en un actor comprometido latinoamericanista que anda todo el día con cara de circunstancia (busquen las fotos y vean ese rostro comprometido 24/7), escrutando con su mirada implacable la hipocresía de la humanidad. Y come con todo, pobre, lo mismo te visita Haití, te va a Bolivia a rezar por Chávez o a ver a Evo jugar al fúbol, o te mete tequilazo con el Chapo prófugo. Qué película le están rodando en la cabeza a Sean Penn ¿eh? Está convencido de que en cualquier momento se arma una “Sierra Maestra II, la revancha”, y lo llaman a él ahí para deliberar cómo derrotar al capitalismo. ¡Madurá Sean Penn! Eso pasa por tomar merca como un loco durante 20 años, después quedan así, o se ponen místicos y se van con los indios o sei baba, o les da por meterse en las montañas de Sinaloa a tomar una con el Chapo en nombre del antiimperialismo. Qué vacío espiritual le dejó la cameruza a este mocito, tiene 55 años ya, vaya a cuidar a sus nietos buen hombre.