• Cotizaciones
    miércoles 14 de mayo de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Hay conflictos de interés en los traslados, en los CTI y al ordenar los estudios, admite el presidente de ASSE y busca erradicarlos

    “Nada cambió”, leía Marcos Carámbula en los titulares de los diarios a pocos meses de asumir como intendente de Canelones en el año 2005. Él se defendía. Su gestión recién empezaba. Siente que fue “albañil y bombero” en esa época. Pero afirma, sin ninguna intención de disimular su orgullo, que hoy esa comuna lleva “cinco años de superávit”. Ahora está al frente de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y dice que vuelve a escuchar voces críticas que le reclaman que “nada cambió” a 10 meses de haber agarrado la manija caliente de un organismo salpicado de hechos de corrupción. Carámbula, que se muestra enérgico, que se levanta de su silla para señalar los planes diagramados en un pizarrón, dice que su proyecto está basado en tres patas: auditorías, transparencia y gestión acorde. Y pretende, en este año que queda de gobierno, consolidar un nuevo “camino” de trabajo para el mayor prestador de salud pública del país. Asegura que asumió la responsabilidad con “los ojos bien abiertos” y que gestiona “para cambiar”. Lo que sigue es un resumen de su entrevista con Búsqueda.  

    —Asumió con la tarea de poner la casa en orden. ¿Cree que lo está logrando?, ¿que todavía falta? 

    —Falta mucho trabajo. Llevamos 10 meses. Recordarán que veníamos trabajando en un equipo de nuestra fuerza política en el pensamiento de rediseño institucional de ASSE con Miguel Fernández Galeano, el senador Charles Carrera y con el propio presidente del Frente Amplio, Javier Miranda. Era un grupo de pensamiento, de rediseño institucional en ASSE. Fue un trabajo que resumimos básicamente en seis puntos, y en ese cuadro es que venimos trabajando. Y que tiene que ver con temas claves. Primero, profesionalización de la gestión. Es un camino que estamos recorriendo, que no es sencillo. Hicimos un primer llamado a concurso, parte del rediseño institucional de ASSE imprescindible. Entendimos que era necesario por la enorme complejidad de esta institución dar un salto y de alguna manera seguir el camino que planteó nuestra propia fuerza política del llamado a concurso. En direcciones de hospitales nunca antes se había hecho, ni anteriormente. No había hábito, costumbre. 

    —¿Y qué generó eso en la interna?

    —Un enorme desafío, con lo que implica el concurso, en aquellos directores que estaban, en cómo van a seguir. Una actitud frente al concurso, ya no es una designación de carácter político o de confianza. Todo eso fue una interrogante que se abrió y que sin ninguna duda se expresa en el llamado. Hicimos 16 concursos en la primera etapa, de los cuales si bien se presentaron para todos 44 aspirantes, finalmente hay seis cargos por llamado a concurso que se adjudicaron. Eso habla de que es un proceso que lleva tiempo. 

    —¿Por qué solo seis médicos accedieron a las direcciones tras el concurso?

    —Porque hay que establecer bases claras. Fue una primera preocupación. Trabajó todo nuestro equipo, fundamentalmente Fernández Galeano. Segundo, porque hay un jurado del concurso de absoluta jerarquía para darles la mayor garantía a los concursantes. El concurso en sí mismo era muy exigente en materia de antecedentes, méritos, de proyectos de hospital, en compromisos de gestión. Las cinco directoras y un director que ganaron firmaron ahora un compromiso de gestión. Porque el tema es no solamente el concurso sino el compromiso de gestión en estos dos años.

    —¿En qué cambia que hayan firmado un compromiso de gestión?

    —Es muy importante. Porque es un compromiso explícito con el plan de trabajo y la gestión que resuelvan. Entonces, para nosotros este primer paso, volviendo a la pregunta inicial, fue un gran paso, un paso de un concepto de profesionalización de la gestión que es imprescindible. 

    —¿Pero por qué solamente quedaron seis? 

    —El proceso no es fácil ni es lineal. Se presentaron 44 personas, algunos se repitieron. En algunos casos sus antecedentes, sus méritos, no llegaban al primer puntaje. En otros casos para algunas direcciones, por ejemplo para el concurso del Pereira Rossell, hubo varios aspirantes que calzaban, con muy buen puntaje. En Salto y Rocha también, muchos aspirantes con buen puntaje. Hoy la ventaja es que tenemos seis direcciones muy comprometidas, y en particular el hospital emblema que es el Pereira Roseell dirigido por tres mujeres que entraron por concurso, con una gran solvencia técnica profesional, con antecedentes y ahora con compromiso de gestión explicitado.

    Este proceso es irreversible. Seguimos con los llamados a concurso. 

    —Y las vacantes que quedaron vacías… ¿quedaron vacías porque la gente no quiso irse al interior o faltan atractivos?

    —Se presentó gente, hubo aspirantes. Pero no llegaron a calificar. Hay varias de las razones que tú decís: el cargo de director de hospital es un cargo con una enorme responsabilidad y con una remuneración no acorde. Los directores de hospitales más complejos del país reciben en la mano $ 80.000. Y es de una enorme responsabilidad. Hay gente con experiencia en la gestión, administradores en la salud, que hoy tienen en la actividad privada propuestas que quintuplican por lo menos esto. No había experiencia de concursos, y para la gente que hoy está con responsabilidades ya asumidas, presentarse a un concurso es un desafío. Si no te va bien, es un desafío. Quedás expuesto, si ganas asumís una responsabilidad de mucha exposición, y si no ganas también. Concursos son concursos. Una vez que ponés en marcha ese camino, sabés que tiene esto: lo remunerativo, el desafío de presentarte, y las prerrogativas. Por eso incorporamos en la Rendición de Cuentas y fue votado por unanimidad, el concepto de la alta conducción hospitalaria. Eso permite darles mayor remuneración a estos concursos. Rige a partir de enero de este año, y nos permite ordenarnos. 

    —¿Qué pasó con el caso de Rivera? Ahora vuelve a un cargo dentro del hospital el exdirector Andrés Toriani después de haber sido cesado en la dirección. ¿No pesaron los antecedentes?

    —Separemos los tantos. No voy a entrar en lo que fue su gestión en Rivera que en su momento, en la propia comunidad, fue evaluada de una manera. Toriani fue cesado por el directorio anterior, en su condición de director, que era un cargo de confianza, un cargo político, por comisión de apoyo. En segundo lugar, en Rivera hay todo un servicio de urología que él en su momento dirigía, que en función del cese en aquel momento como director siguió como retén de urología. Hay una necesidad claramente asistencial pero no solo en Rivera, se nos plantea sobre todo en el norte del país. Es uno de los grandes problemas que tenemos: los especialistas en el norte, en general. Urología es un caso, salud mental es otro, traumatología, CTI, son difíciles. En Rivera se produce un vacío en la asistencia en urología. Se llama a concurso. Concurso abierto y libre, como debe ser. En el concurso se presenta el doctor Toriani y lo gana. Nosotros como directorio, si bien lo hace el concurso la unidad ejecutora, en la medida que no había ninguna invalidez del profesional, ni de la Facultad de Medicina, ni del Ministerio de Salud, para que Toriani que es especialista en urología, se presente y lo gane, no tenemos ni podemos usar herramientas que le invaliden a él ejercer la especialidad que ejerce.

    —En este proceso de cambio, ¿le consta de algún resentimiento de médicos que estaban en cargos de dirección que se sintieron desplazados? Voy en concreto al caso de Marcos García, que puede ser visto como un fusible que saltó por el caso de conflicto de intereses en Bella Unión. ¿Le hicieron llegar alguna molestia?

    —Sí, y no solo ese caso. Tiene que ver con lo del principio. Una cultura organizacional de cargos generados por confianza política, naturalmente que el haber llamado a concurso, y el estar llamando a concurso ahora, genera esas sensaciones particulares. Sería absurdo negarlo. Se da. Pero nosotros vamos por el camino de la profesionalización, y vamos a seguir en ese camino.

    —En ASSE hay una situación de conflictos de interés. Los que salieron a la luz llegaron a la Justicia. ¿Pero hay otras que le preocupen? ¿En qué áreas?

    —Es uno de los grandes temas del Sistema Integrado de Salud (SNIS), que tiene dos grandes patas: la salud pública, que atendemos a la mitad de la población, y la salud privada, que atiende a la otra mitad. Los conflictos de interés se explicitan mucho más en el interior del país en donde en general no solo el médico trabaja en el hospital y en la mutualista, en la cooperativa médica, sino que también el personal de salud: la enfermera, el enfermero, auxiliares de enfermería. Trabajan en los dos lados porque es una forma de complementar sus propios ingresos y es una realidad que se da. Entonces, y es bueno subrayarlo, nosotros trabajamos mucho en el tema conflictos de interés y el articulo 46 del Tocaf. Sobre fin de año llegamos a un acuerdo, inclusive lo hablamos con todos los sectores políticos y lo votó el Senado por unanimidad. Es una modificación del artículo 46 que obliga a explicitar las situaciones de conflicto de interés. Esto tiene que trascender lo político partidario, ser un tema de acuerdo de gestión pública, y el hecho que lo haya votado por unanimidad el Senado es un primer gran paso. Resta la aprobación en Diputados. Hemos estado impulsado un sistema nacional de traslado. ¿Por qué? Por un tema de eficiencia del sistema y  para dilucidar temas de conflicto de intereses. Ustedes repasen: Bella Unión, Mercedes, Dolores, los temas que se plantearon de conflicto de intereses tienen que ver en muchos casos con  las ambulancias. Es un cuello de botella del conflicto de interés. 

    —El manejo de los CTI también es una fuente habitual de conflictos de interés. 

    —Sí. Porque en muchos casos los médicos del CTI (del sistema mutual) son a su vez médicos nuestros (de ASSE) y en algunos casos con responsabilidad de gestión. Hay un volumen muy importante de colegas especializados que trabajan en mutualistas con responsabilidades importantes y al mismo tiempo tienen responsabilidades importantes en ASSE. 

    —Ellos son los que deciden a dónde derivar pacientes. 

    —Claro, fue uno de los temas que planteamos en el Senado. Para nosotros renovar los convenios con los CTI (privados) si uno lo mira desde el punto de vista de conflicto de interés, nuestros equipos de gestión de cada hospital tienen que salir a convenir con un CTI privado…

    —Están los mismos de los dos lados del mostrador. 

    —Exacto. Es donde hay que dilucidar, y por eso la modificación del artículo. Es donde hay que explicitar. El tema es que tengo una responsabilidad en el hospital con tal cargo y al mismo tiempo soy integrante del equipo de CTI del interior (privado).

    —¿Hay alguna otra área en la que ocurran conflictos de intereses?

    —Hay un tercer aspecto que también lo queremos trabajar con el perfil de complementación y son los estudios: tomografía, resonancia magnética, todo lo que es la progresión de los estudios. Hoy por suerte la fortaleza que tiene el Maciel, que tiene ahora el tomógrafo del Pasteur, que tiene ahora el INCA, con equipos que estamos comprando, que tiene el Pereira Rossell, nos permite que con los centros imagenológicos nuestros podamos resolver no solo Montevideo. En perspectiva de corredores vamos a tener en Fray Bentos imagenología, Tacuarembó ya lo tiene, vamos a tener en el norte litoral en Salto-Paysandú, y estamos equipando a Maldonado con esa perspectiva. 

    —Eso evita contratar afuera.

    —Eso permite que nosotros con nuestros propios servicios resolvamos la imagenología. Hoy en día se plantean situaciones y tenemos que comprar servicios afuera y se da que hay gente que trabaja en un centro de imagenología afuera y al mismo tiempo trabaja en el hospital. 

    —Pero el gran tema no es que trabajen en los dos lados sino que tienen en ASSE el poder de definir a dónde derivar el estudio porque están en un cargo de decisión.

    —Claro, en función de las necesidades asistenciales lo deben hacer. Es la realidad de hoy. Por eso les decía, modificación del 46 y explicitar conflicto de intereses y a su vez fortalecer nuestros servicios asistenciales de tal manera que la imagenología vista con perspectiva regional se resuelva en la salud púbica. Ese es nuestro desafío. 

    —Entonces la propuesta es centralizar. Que las decisiones que antes se tomaban en los hospitales se lleven a lo central. 

    —Sí y con una perspectiva regional. El traslado de carácter nacional, los centros de imagenología y los CTI con una perspectiva regional. Tengo un mapa para mostrarlo. Parece desordenado pero, si querés esta es la visión de intendente, porque tiene una visión en el territorio. Si vos planificás desde acá seguramente te equivocás. (Sentado en una silla en su despacho se para y camina hacia una cartelera que tiene un mapa del Uruguay) Hay que planificar con el territorio. Tenés que tener un sistema de traslados y llegar a un CTI en una hora o menos, que es el tiempo que se acepta. Hoy no pasa. Por eso, el otro gran tema que estamos planteando es el de los corredores asistenciales: centros de referencia asistenciales con corredores asistenciales. Bella Unión está a 100 kilómetros de Salto, Salto a 100 de Paysandú y Young a 60 kilómetros. Acá tenés un corredor asistencial fundamental con dos hospitales escuela con CTI y fortalezas en distintas áreas y debilidades estructurales, porque son edificios antiquísimos de 100 años. Por eso tuvimos problemas con los blocks quirúrgicos. Vamos a hacer un convenio con la Corporación para el Desarrollo para ir rápido. Tenemos que fortalecer el CTI de Paysandú. Young es una maternidad de excelencia en buenas prácticas y tiene 16% de cesáreas, es un modelito, y también es un modelito el CTI pediátrico de Salto, que atiende públicos y privados. El módulo Tacuarembó-Rivera está armado. Después tienes el litoral sur, en abril vamos a inaugurar el hospital de Colonia de gran nivel, es un camino y falta instrumentar el CTI. Falta mucha cosa, no va a estar pronto, pero es un proceso y ponemos en marcha todo ese eje, Cardona y Tarariras. Mercedes es otro eje con fortaleza. 

    Luego está el área metropolitana, el eje está armado y hay que coordinar. El Hospital Maciel está a 90 kilómetros de Florida, tienes un CTI, un centro de primer nivel y del otro lado un CTI que estamos ampliando. Abarca el centro sur. Durazno no tiene CTI pero Florida lo tiene y Trinidad está al lado. Entre Montevideo y Canelones tenés a más de la mitad de la población. Tenés para atender con perspectiva metropolitana en el Maciel, Pasteur, oncología, Español que lo estamos ampliando y vamos a crear el CTI, INOT traumatología, para atender en esos centros de referencia. También llegar a Ciudad de la Costa. Hay que tener un sistema de traslados que ande bien. Estamos fortaleciendo Maldonado y Rocha también. Acá es donde tenemos el gran problema (señala la zona de Melo en el mapa). Melo está a 200 kilómetros de Tacuarembó y a 100 km de Treinta y Tres. Estamos armando el eje Melo-Treinta y Tres y hay que fortalecerlo. Hoy están integrados a Melo y están a 130 kilómetros. Minas está muy bien, tiene muy buen block quirúrgico, un muy buen centro oncológico y es un centro imagenológico importante. 

    —¿Cuánto tiempo lleva montar este sistema y que quede andando?

    —Es el camino que queremos. Queremos dejar el rediseño institucional: la profesionalización, auditorías, regionalización y el sistema de traslados. Son 10 centros de referencia con perspectiva nacional y asegurarnos de que haya un sistema de traslados de calidad con centros para trasladar rápidamente. 

    ?? El “deseo en el alma”