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    Hay “mucho” para mejorar en la productividad de las empresas

    La Agencia Nacional de Desarrollo definió su plan de acción: ofrecerá financiamiento como banca de segundo piso, un fondo de “capital semilla” y estimulará los encadenamientos productivos

    Aunque la ley que la creó es de 2009, la Agencia Nacional de Desarrollo (Ande) recién tuvo autoridades designadas a mediados del año pasado, y el proceso para constituir su patrimonio —una transferencia de activos de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND)— se completó en marzo pasado. Se trata de una nueva institucionalidad pública que empieza a funcionar dando apoyos con fondos no reembolsables y otros instrumentos, en particular a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

    Con un enfoque de mediano y largo plazo, ese desarrollo productivo supone lograr mejoras en los niveles de productividad en la economía uruguaya. Según dijo a Búsqueda el presidente de la Ande, Álvaro Ons, el punto de partida es heterogéneo, y las Mipymes, en especial las del interior del país, son las que presentan “mayores brechas de productividad”. En esta materia “hay mucho para trabajar”, agregó.

    La agencia tomó como sede oficinas en el edificio de la CND, en la Ciudad Vieja, y armó un equipo con unas 25 personas, aunque podría incorporar algunas más. La intención es que sea “liviano en la parte de gestión y el resto muy involucrado en la ejecución de instrumentos”, dijo el jerarca.

    La Ande —que algunos decretos le agregan “Económico” al nombre asignado en su ley de creación— es una persona pública no estatal que se vincula con el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Economía. Su cometido es “contribuir al desarrollo económico productivo” con programas e instrumentos “eficaces, eficientes, transparentes (...)”, dice la ley.

    La misma norma reestructuró la CND, enfocando su rol en la concesión de proyectos de infraestructura pública y ejercer como administrador y/o fiduciario de ese tipo de emprendimientos. En ese marco fue que le pasó parte de su patrimonio a la Ande: el instrumento de banca de “segundo piso”, y un poco de liquidez (aproximadamente $ 280 millones). La nueva agencia también recibió unos U$S 65 millones de lo que era el Fondo de Desarrollo Económico (Fondes) y se subdividió; el Instituto Nacional de Cooperativismo tomó la parte dedicada a financiar emprendimientos autogestionados por trabajadores.

    “Es una buena posición para empezar”, evaluó Ons acerca del patrimonio con que nace la Ande.

    “Nuevo jugador”.

    Hoy ya funcionan entidades gubernamentales con el cometido de dar apoyo a la actividad económica, en algunos casos con focos específicos, como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, el Instituto Uruguay XXI o el propio Instituto Nacional de Cooperativismo.

    “El principal desafío que enfrentamos es cómo posicionarnos y justificamos la existencia de la Ande como un nuevo jugador”, en la medida que puede haber superposición con lo que ofrecen otras organizaciones, reconoció su presidente. A su entender, la nueva institución “se justifica si logra realmente, a partir de la articulación y cooperación con los otros jugadores, que el conjunto de instrumentos se complete y pase a formar parte de un verdadero sistema de instrumentos”. Esto, dijo, supone “buscar llenar los vacíos, en el sentido de proponer instrumentos con potencial que no están siendo utilizados actualmente”, además de aprovechar la especialización de otros y potenciar lo que ya puedan estar haciendo bien.

    La Ande tiene prácticamente pronto un primer diseño de distintos “instrumentos” de apoyo —incluyendo algunos que ofrecía la CND y serán reformulados— que en las próximas semanas pondrá en consulta con otras agencias y organismos, así como los potenciales beneficiarios. Según dijo su presidente, la intención es lanzarlos en el correr de 2016.

    Una línea de acción es facilitar el acceso al financiamiento a las Mipymes, que usualmente encuentran más dificultades que las grandes empresas para obtener crédito bancario. La Ande no va a otorgar préstamos directos —salvo los de una línea con fondos del gobierno italiano que era manejada por la CND— sino que actuará como banca de segundo piso, canalizando fondos a través de otras instituciones. La intención es ampliar la cantidad de entidades de primer piso para llevar el instrumento a todo el país.

    Además, la Ande administrará el sistema de garantías que funcionaba en la órbita de la corporación.

    Otra línea de trabajo de la Ande es estimular encadenamientos entre grandes empresas —que operan como “tractoras”— y otras, generalmente de menor porte, que son sus proveedoras. Esto “no es responsabilidad social empresarial sino el interés de que sus proveedores sean más eficientes y competitivos”, planteó.

    También para promover la asociatividad empresarial, Ons aseguró que se prevé reactivar algunas experiencias de conglomerados o clusters, con el turismo como una primera experiencia piloto.

    Además, la Ande implementará un nuevo fondo de capital semilla, con alcance nacional, como estímulo al emprendedurismo.

    Con Uruguay XXI trabaja en el desarrollo de un programa de internacionalización comercial de las Mipymes que apunta a generar nuevos exportadores y consolidar aquellos que recién empiezan a vender al mundo o lo hacen circunstancialmente.

    Ons señaló que la Ande pretende desplegar estos instrumentos de apoyo con un enfoque de “desarrollo territorial”.

    El presidente de la nueva agencia subrayó que todas estas acciones de promoción del desarrollo económico serán sometidas a monitoreo a partir de indicadores que permitan evaluar su impacto. “Se trata de darles a los instrumentos un período de maduración suficiente, con revisiones sistemáticas para la introducción de ajustes, y en caso de no tener resultados satisfactorios después de esto, discontinuarlos si corresponde y mejorar la efectividad de la asignación de recursos”, explicó.

    Agregó: “La aspiración es poder decir que tuvimos un impacto económico efectivo, que las empresas apoyadas por la Ande lograron un desempeño distinto y mejor. Eso dependerá de qué tantos recursos se apliquen y la demanda” que tengan los diferentes instrumentos.

    Ons pretende que la nueva agencia, junto a los otros organismos de apoyo productivo, conformen “un sistema completo y más potente de instrumentos, en línea con la estrategia de desarrollo definida por el Poder Ejecutivo”.