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    Ignacio de Posadas y un libro con el que busca rescatar el “liberalismo perdido” y discutir el “relato oficial” de izquierda

    Para el economista Ignacio de Posadas, exministro de Economía durante el gobierno blanco de Luis Alberto Lacalle al inicio de la década de los noventa, en el Uruguay de hoy “ser liberal es un quemo”. Lo dice al comienzo de su último libro Al rescate de un liberalismo perdido, y lo repite al final de sus páginas. “Espero que, al haber llegado hasta aquí, reconozcamos que a los incendiarios no les ha ido nada bien, al punto de concentrarse en el lanzallamas, sin herramientas para construir”, dice, con cierta expectativa, en las conclusiones. El texto, que se presentará el próximo miércoles 23 en la Universidad Católica del Uruguay y al que tuvo acceso Búsqueda, es un ensayo que busca interpelar un relato de la izquierda uruguaya que “ganó la batalla por el discurso y la cultura política”.

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    De Posadas asegura que el triunfo de la izquierda en ese terreno fue “con tanto éxito” que “ha pasado a reescribir pasajes claves” de la “historia reciente y ha afianzado la magia negativa de un mote: el neoliberalismo”.

    De acuerdo con la construcción de la izquierda, sostiene De Posadas, el neoliberal es todo aquel que “no entiende, no acompaña” y es hasta una “amenaza” a la “gran visión planificadora de la distribución de recursos y privilegios a quienes son previamente consagrados como detentores de derechos (y son legión)”. Y todo aquel que llame la atención sobre las “limitaciones, filosóficas y prácticas, que deben tener las agendas distribucionistas (de recursos ajenos), es un egoísta, un materialista, un rico… Un neoliberal”. Para el economista, dentro de toda esa bolsa, mezclados los conceptos, se perdió el liberalismo, cuyos contenidos hoy están “confundidos, desdibujados o directamente olvidados”. Hay un decaimiento como pensamiento rector en materia de política económica y en su expresión puramente política, observa De Posadas.

    “No deja de tener cierta ironía el hecho de que, mientras atacaba tan exitosamente al liberalismo, la izquierda, en casi todo el mundo, procedía a robarle, de callada pero al firme, algunas de sus banderas”, afirma en el libro. Y menciona que “prominentes figuras de la izquierda” explican hoy que se deben respetar los equilibrios macroeconómicos, que la inflación es “mala cosa” y que la economía debe basarse en la producción. “No hace tantos años que esas afirmaciones en boca de otros habrían gatillado las típicas críticas de gobernar para los números y no para la gente, privilegiar lo financiero, etcétera”.

    De Posadas entiende que se hace “imperativo” reflotar la consideración de teorías y principios que considera “descuidados” frente al “temor del espectro no frentista a ser tildado de neoliberal y la pasividad de buena parte de la sociedad civil ante la pérdida de ciertos valores”.

    A criterio del exministro, ejemplos perfectos de la no aplicación de los principios liberales en la realidad uruguaya actual se pueden encontrar en la concepción práctica del Estado de derecho, en sus instituciones, en el rol del Parlamento y en la concepción del ser humano y de la sociedad frente al Estado y en lo que atañe a la libertad del individuo, a su creatividad y al sentido de su vida.

    El neoliberalismo que nunca existió.

    De Posadas asegura que el relato oficial suele ubicar al neoliberalismo en el gobierno blanco que se extendió desde 1990 a 1994, siendo sus notas típicas un desmantelamiento del Estado a favor de un reinado del mercado, el favorecimiento al capital extranjero, la persecución de los asalariados y la preeminencia de los sectores financieros. “Los datos de la realidad no avalan ninguno de los ingredientes del cuento”, afirma el exministro de Lacalle Herrera. Reconoce, sin embargo, que durante esa gestión se quiso reducir la intervención del Estado en la economía vía privatizaciones o desregulaciones. Pero “poco pudo privatizar”, y lo que se redujo de la presencia regulatoria del Estado “prácticamente no ha sido tocado por los gobiernos de izquierda” que lo siguieron. “Durante la noche neoliberal, como antes y después, el Estado uruguayo tiene una presencia dominante en la economía del país“, sostiene De Posadas. “Nunca existió el Uruguay neoliberal, sometido a la junta del mercado. Pero lo más interesante es que en las pocas áreas donde se pudo achicar el Estado o desregular (por ejemplo, reduciendo monopolios), el Frente, que se había opuesto a ello furibundamente, cuando llegó al gobierno se cuidó muy bien de volver las cosas atrás”, concluye en el libro. Añade que, por el contrario, avanzó fuertemente en el uso de instrumentos privatizadores. Y cita como ejemplo a la “constelación” de sociedades anónimas que rodean a Ancap y UTE.