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    Imposición a pasividades bancarias

    Sr. Director:

    Ante esta realidad, ¿qué debemos hacer los pasivos bancarios?. Como integrante de la conducción directriz de la Asociación de Jubilados y Pensionistas Bancarios del Uruguay (Ajupe), deseamos se conozca públicamente, la indignante realidad que viene soportando el núcleo de pasivos bancarios de nuestro país.

    ¿Por qué decimos que la situación es indignante? Porque se sigue tomando al pasivo como una “variable de ajuste”. Hoy en los hechos se “congelan” las pasividades, encaminándonos a situaciones de épocas pasadas en que se llegó a pasividades totalmente miserables, y se nos dice que el propósito es “sanear” la economía y las “necesidades” que se tienen en el presupuesto nacional, pero siempre a “costillas de los pasivos”.

    Ante la realidad de situaciones similares de otra época, las asociaciones de jubilados se vieron en la necesidad de promover dos reformas constitucionales que felizmente prosperaron. Las mismas permitieron la inclusión en la Constitución de: A) ajustes periódicos de retribuciones a los funcionarios de la administración Central, y B) ajustes aplicados no inferiores al Índice Medio de Salarios.

    Lograda su consolidación en la Constitución, todos entendimos que el tema había quedado “laudado”.

    Pero lamentablemente a “alguien” de mente “iluminada” se le ocurrió una forma de “desnaturalizar” lo que fue incorporado en la Constitución.

    Manifestamos esto porque lo que siguió fue: 1°) brindar a los jubilados los ajustes determinados constitucionalmente; 2°) luego se grava con diversos tributos que se destinan a las arcas del BPS o CJPB, como agentes de retención, y 3°) con este procedimiento perverso, lo que finalmente llega “efectivamente” al bolsillo de los pasivos, resulta ser menor a lo que les correspondería por lo dispuesto en la pauta constitucional.

    Técnicamente, estas “maniobras” que realizan a la sombra de la Constitución, tienen una sola denominación y es “perversión constitucional”. Afirmamos esto porque nos da la impresión de que se “cumple” con la Constitución, pero en realidad no se hace, siendo por tanto el mecanismo empleado solo una “formalidad hueca”. Es simplemente un juego de “asientos contables” para engañar a los pasivos, a los que en la realidad se les va reduciendo su pasividad a través de cada nuevo tributo que se aplica.

    Hoy, estos descuentos que debe realizar la Caja Bancaria, según el monto de la pasividad, rondan porcentualmente entre un 32 y un 40 por ciento. Recordamos que en enero habrá un nuevo incremento del IASS, que significará incrementar ese descuento en un 3 a 4 por ciento más. Hasta cuándo los bancarios deberán soportar estas nuevas sangrías.

    Recordamos lo que en su origen sucedió con el primer Impuesto (IASS), luego se agregó un segundo tributo (Ley N° 18.396 Capitalización CJPB) y últimamente el tercero (Fonasa); y como si fuera poco, en un par de meses se les aplicará un nuevo incremento de la tasa aplicada a través del IASS.

    Ante esta realidad, ¿sabemos cómo o dónde terminará la conformación de nuestros haberes, después de los años de labor y con los aportes realizados en actividad? ¿Finalizaremos nuestra existencia en esta vida con una pasividad deprimida como ya sucediera en los años ochenta? Lamentable verdad.

    Existe en la actualidad otra situación en ciernes, muy similar a la padecida por los bancarios, y es la que se proyecta aplicar a los pasivos militares, mediante una propuesta de modificación a su régimen previsional. ¿Cuál será la siguiente nómina de pasivos a la que se afectará?

    ¿Ante esta realidad deberíamos recurrir nuevamente a la promoción de una nueva propuesta que nos permita incorporar otra disposición constitucional, que habilite un nuevo resguardo en defensa de nuestros ingresos de la pasividad, particularmente por la notoria indiferencia o complacencia que en la actualidad nos muestra a los pasivos bancarios la dirigencia del gremio bancario?

    Ajupe, a pesar de este panorama, no está de brazos cruzados, recientemente concurrió a la Comisión de Hacienda del Senado a expresar su disconformidad sobre la forma de liquidación de las pasividades. El planteamiento fue recibido con sorpresa y con un manifiesto reconocimiento ante la realidad que planteáramos, y con las diferencias denunciadas, y que se tienen con la forma que hoy utiliza la Caja Bancaria para liquidar en las pasividades, las alícuotas del IASS y el descuento del Fonasa.

    El fundamento de este planteo se sustenta al entender que es improcedente que dos descuentos se realicen sobre el nominal original de la pasividad, cuando se debería efectuar luego de deducido primero el descuento de la Ley N° 18.396, destinado a capitalizar la Caja Bancaria, y sobre el saldo resultante sí se deben aplicar los dos tributos (IASS y Fonasa).

    Estimamos que ya es hora de que todos empecemos a tomar conciencia de la realidad que hoy nos toca vivir, dejando de lado la obsecuencia con el poder de turno, para dedicarnos a defender los derechos legítimos que se nos quieren arrebatar, estimando que para eso los perjudicados debemos conjuntarnos y comenzar a proceder en consecuencia.

    Ignacio Doval

    CI 879.035-0