Ayer miércoles 7 a las 15 horas, Brenta junto al director de Trabajo, Luis Romero, comenzaron una reunión junto a delegados del Sunca, la Untmra, representantes de Montes del Plata y de la Cámara de la Construcción.
Al cierre de esta edición, las partes habían acercado posiciones en dos de los tres puntos en discusión.
Plataforma.
“Papá se muere por trabajar de lo que le gusta”, dijo la pequeña hija del trabajador durante el entierro. “Esto que a alguien chico le cuesta entenderlo es lo que nosotros damos por sentado. Asumimos el accidente como una cuestión normal de trabajo, pero Mario no tuvo mala suerte, no tenía las condiciones para trabajar como se debería y fueron estas condiciones las que lo mataron”, afirmó Andrade.
El martes 5, entre largas partidas de truco, charlas junto al fogón con termo y mate, y el sonido de piano y repique de fondo, los trabajadores cumplieron su primera semana ocupando la entrada de la planta y prohibiendo el ingreso de funcionarios y maquinaria.
Mientras tanto, en otras localidades como Fray Bentos, Rosario, Tarariras, Carmelo, Juan Lacaze y Mercedes, miles de trabajadores formaron toldos y acompañaron la huelga entregando folletos informativos a quienes pasaron.
Andrade explicó que la medida se toma “en reclamo de cosas básicas”. Los trabajadores exigen que “el delegado de seguridad no sea perseguido, que pueda detener obras cuando vea riesgo importante y que los mandos medios que organizan el trabajo sabiendo que hay riesgo tengan sanción”. “¿Esto es una plataforma revolucionaria? ¡No seas malo!”, agregó.
“Exigimos libertad de acción para los delegados de seguridad no queremos más muertes”, dice uno de los carteles colocados al ingresar al predio de la empresa.
En diciembre se eligieron delegados de seguridad que trabajan en conjunto con los prevencionistas de las empresas. Entre ambos controlan que estén las condiciones para trabajar con seguridad, pero el Sunca denuncia que los capataces envían a los delegados de seguridad, a “hacer otro tipo de tareas a diez cuadras de donde está la cuadrilla”, lo que hace “imposible controlar como se debe”.
“Acá hay problemas de seguridad desde que arrancó, pero los de arriba no dan bola”, dijo uno de los delegados de seguridad.
Los delegados ante una amenaza de riesgo para el trabajador no tienen la potestad de detener la obra sino que lo hacen con el respaldo del sindicato. La normativa establece que se debe llenar un formulario que luego será visto por el inspector del Ministerio de Trabajo y este decide si la detiene o no.
En los acuerdos previos tampoco se establece que haya sanciones para quienes deciden llevar adelante una obra mientras que la ausencia de casco, botas y demás indumentaria de seguridad en algún trabajador es considerado falta grave y puede costarle su trabajo.
Presiones.
“Reafirmamos que estamos, como siempre lo hemos estado, dispuestos a mantener el diálogo para hablar de un tema tan prioritario para nosotros como es la seguridad”, dijo mediante un comunicado la gerente de sustentabilidad y asuntos corporativos de Montes del Plata, Carolina Moreira.
Sin embargo, los trabajadores sostienen que las señales son contrarias y denuncian que el lunes 4 “la empresa decidió suspender la comida a los barracones, afectando a 2.300 empleados”.
La solución se vio al poco tiempo con una gran olla sobre la parrilla, de la cual salió un guiso de papa, fideos, zapallo y chorizo. “No es lo mismo que caviar pero los pobres también cocinamos rico”, bromeó un trabajador mientras servía los platos.
El martes 5 los trabajadores tenían previsto realizar una manifestación en Montevideo, para lo que contrataron, a $ 25.000 cada uno, los servicios de 50 ómnibus con los que se traslada diariamente a los trabajadores a la empresa. “De los 50 había solo 20, de los cuales 10 los llenamos y 10 no abrían la puerta porque la empresa les dijo a los choferes que si nos llevaban los echaban”, denunció Andrade.
De fondo.
El dirigente sindical afirmó que “desde que arrancó el emprendimiento siempre hubo problemas para cumplir con los acuerdos generales e internos. Incluso lo reconoce la empresa y se lo adjudica a la forma de contratación”.
“Hay decenas de contratos de empresas con juicios abiertos de más de U$S100 millones entre Montes del Plata, Andritz y 24 empresas extranjeras. Es una guerra de guerrilla entre empresas que hace una presión sobre los plazos insoportable y más con el atraso enorme que hay”, explicó.
Según estimó el líder sindical, cada día de atraso en la obra significa una pérdida de U$S 1.000.000. Esto lleva a que “cuadrillas de extranjeros que ganan miserias les importe poco la seguridad porque tienen la promesa de ganar $200.000 si terminan la obra en determinado plazo
Andrade denunció además, que de las 24 empresas que trabajan para Montes del Plata muchas contratan trabajadores extranjeros “en negro” y les prohíben sindicalizarse.
No se hacen cargo.
En Juan Lacaze no son solo los trabajadores los que se agruparon al inicio de la ruta 1 y Roosevelt, sino que también los acompañan sus familias. Mientras los niños juegan, hay unos que se dedican a colocar los toldos para esquivar los fuertes rayos del sol, otros pelan papas para la olla del almuerzo y algunos parados sobre la ruta con banderas del Sunca distribuyen folletos a quienes pasan.
Sobre la ruta la pancarta con la leyenda “Montes del Plata responsable de la muerte del compañero Mario” llamó la atención.
¿Por qué es esto? le pregunta una señora en su moto a un obrero. “Falleció un compañero y no se hace cargo nadie”, le contestó.
A pocas horas del accidente la Policía Técnica llegó al lugar, pero le comunicó al juez que no pudo apreciar nada porque la escena estaba modificada. Montes del Plata se responsabilizó, pero para los trabajadores no es suficiente. “Hay responsables que son los servicios de seguridad y los responsables del proyecto de esa obra. No sabemos quién tomó la decisión de mandar a limpiar, pero ese alguien tiene que salir de la obra y que después la Justicia vea si va preso o no”, dijo Andrade.
Por su parte, Moreira indicó en el comunicado que “hay una investigación en curso por parte de la Justicia y las responsabilidades del caso serán determinadas por la Justicia en su momento”.
Negociaciones.
En la reunión tripartita que comenzó ayer por la tarde, las partes avanzaron en dos de los tres puntos en discusión. Se acordó que los delegados de seguridad puedan decretar “la detención de tareas” y que aumenten las horas previstas “para la recorrida de los delegados”.
Según indicó Andrade, “el delegado de seguridad podrá parar la obra si considera que hay riesgo para el trabajador. Luego el prevencionista de la empresa podrá hacer modificaciones y será el inspector del Ministerio quien defina”.
En cuanto al incremento de las horas de recorrida se acordó destinar “entre dos horas y media y cuatro horas según la complejidad del sector diario”.
El presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui, confirmó a Búsqueda que los temas a considerar “están avanzados”, pero advirtió que “hasta que no se cierren todos los puntos, no hay acuerdo”.
Aún restaba por convenir el último punto, que involucra las sanciones para los mandos medios por su responsabilidad al autorizar una obra con riesgo de seguridad y para quienes estuvieron a cargo durante el accidente que provocó la muerte de un trabajador.
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2013-02-07T00:00:00
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