José Amorín fue proclamado precandidato presidencial y aseguró que la interna colorada será más competitiva de lo que muchos creen

“Hay un traspaso claro, notorio”, sostuvo Amorín el lunes 22 en radio El Espectador al hablar sobre la llegada de dirigentes de Vamos Uruguay. Agregó que, con el Batllismo, los colorados no tienen “techo” electoral y expresó su aspiración de que la interna sea “sin agravios”.

La idea de que “todos” los sectores batllistas ahora están juntos se remarcó a lo largo de la tarde en la que se proclamó a Amorín.

A eso se sumó que algunos de los dirigentes que hablaron para anunciar el apoyo de cada departamento a Amorín, manifestaron críticas hacia el otro candidato colorado, Pedro Bordaberry.

“Somos el viejo Partido Colorado, el de las raíces de Rivera, de Batlle. El viejo Partido Colorado vuelve y va a ser gobierno”, afirmó el dirigente de Montevideo Dante Nieves. Una de las frases que ha utilizado Vamos Uruguay es apostar al “nuevo Partido Colorado”.

Horacio Lampariello, dirigente de Canelones y miembro del Comité Ejecutivo Nacional colorado, destacó los dos apellidos del candidato de Batllistas de Ley: Amorín Batlle. “Digo Batlle, porque su apellido no le pesa, lo lleva en la sangre”, afirmó.

Uno de los que dieron su voto por Amorín fue el ex intendente de Río Negro y ex integrante de Vamos Uruguay Rúben Rodríguez. Dijo que se sumaba a Batllistas de Ley porque allí hay “unidad, ganas de trabajar y sencillez”.

Por su parte, el senador Tabaré Viera llamó a trabajar para que en junio del 2014 se anuncie que el candidato del Partido Colorado “será un batllista”.

“Miedo a los niños”.

Con unos cien jóvenes detrás suyo y carteles de diversos departamentos —aunque llamó la atención uno a “favor” de la marihuana— lo primero que hizo Amorín fue declararse “batllista”. “Soy batllista porque creo en la democracia, siempre hemos creído en la democracia y siempre estuvimos del lado de la instituciones, ni un minuto de dudas. Creo en la república, en la división de poderes. Soy batllista y creo en el Batllismo porque soy liberal, amamos la libertad. Nos preocupamos por los que tienen menos. Hay que tener un Estado bien fuerte para defender al débil; digo fuerte y no gordo”, subrayó el senador.

En su discurso, Amorín hizo referencia a los principales temas que le preocupan: la educación, la seguridad, la defensa de la clase media.

Sobre la seguridad, sostuvo que el gobierno “no defiende a la gente honesta” y que se ha llegado “al extremo que se le tiene miedo a los niños”. Explicó que una señora le denunció que tres niños de entre 10 y 12 años “le hacían la vida imposible” en la esquina de su casa.

Amorín consideró que el tema clave es la educación. “Se dice que en este gobierno se invierte más del doble que en los gobiernos anteriores, pero la educación es un desastre”, cuestionó.

Luego opinó que la “responsabilidad” de la “crisis” educativa tiene su raíz en la administración de Tabaré Vázquez, que “cedió ante los sindicatos”. “No estamos contra los sindicatos, estamos a favor, pero creemos que los sindicatos tienen una tarea que es conseguir mejores condiciones de trabajo, pero no es gobernar los institutos de educación y gobernar la salud”, advirtió.

En cuanto a la clase media, Amorín se refirió a la situación que genera el Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF). Reiteró su idea de eliminarlo progresivamente, algo que —estimó— llevaría un período de gobierno.

También planteó eliminar el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) que se aplica a los jubilados. “Es una venganza contra los jubilados”, aseguró.

Después advirtió que el año que viene el gobierno no va a devolver el excedente del Fonasa (Fondo Nacional de Salud), estimado en unos U$S 50 millones. “Pusieron un impuesto alto para bancar los gastos en esta salud que funciona cada vez peor y como nos cobran de más y como sobra algo, el gobierno se lo quiere quedar”, dijo. “¡Eso es un robo!”, gritó Batlle desde su asiento.

“Nos dicen que esos U$S 50 millones son para gente que tiene menos. Pero, ¿por qué no dejan de pagar el doble de cargos de confianza que hay? ¿Por qué siguen poniendo empleados públicos que no hacen nada? Para pagar al doble de cargos de confianza, para pagarle a los 37.000 funcionarios de más hay plata. Ese es el gobierno que se dice de izquierda”, afirmó.