La Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS), una de las gremiales empresariales con mayor base de afiliados, tiene una visión pesimista acerca de algunos aspectos de la economía del país. “Vemos un panorama de política fiscal, económica y de negocios que no se sustenta”, dijo a Búsqueda su recientemente reelecto presidente, Raúl Palacios.
La gremial efectuó hace pocas semanas una asamblea para aprobar su Memoria y Balance del ejercicio de 2012. También ratificó a Palacios como su titular, por otro año, desde junio.
Hay firmas que “en este momento están cerrando” para instalarse en otro país por el “mal tratamiento que siente que le hacen a su negocio aquí, y que lo tratan mejor en otro lado”, señaló el dirigente. “Hay gente en ese tren, y eso es preocupante”, añadió.
Se refirió además, a dificultades en la calificación de la mano de obra, en la infraestructura vial y por la “sobreapreciación” del peso frente al dólar. Y se lamentó de que “todos los días” haya ejemplos de la “intervención del Estado” en la actividad económica.
“Cáustico”.
En 2012 el presupuesto ejecutado en la administración central fue de U$S 12.561 millones, lo que representó 6% más en términos reales (descontando el efecto de la inflación) que en el año previo, calculó Búsqueda en base a los informes que acompañan el proyecto de Rendición de Cuentas enviado al Parlamento a fin de junio.
Para el presidente de la CNCS, el país atraviesa un “panorama fiscal y económico complejo”. Dijo que el gobierno debería “tener la fortaleza” de “parar el gasto” y “administrar”.
Con el gasto público “ya no es un problema de ser cauto, hay que ser cáustico. Porque si uno sigue embretado en gastar de más, no lo va a arreglar. Hay que buscar la solución, no es gravando más, poniendo más impuestos. Estamos echando empresas de aquí. Echar empresas implica mandar a la calle gente, que al final termina capaz teniendo ingresos que la comunidad le da, pero menos, y aumentando el déficit”, enfatizó el representante empresarial.
En el prefacio de su Memoria Anual, la gremial de comerciantes también alude al asunto. Remarca la “importancia de poder desarrollar planes basados en reglas fiscales”, de modo de contar con una política de las cuentas públicas “sustentable en el mediano plazo”.
Agrega que en 2012, mientras que los gastos en todo el sector público aumentaron 10,3% en términos constantes, los ingresos lo hicieron 2,6%. Y advierte: “Con un crecimiento económico de entre 3% y 4%, la magnitud de aumento de los egresos presenta un escenario de gasto no sostenible para el país”. Se vive “gran incertidumbre” por ello y especialmente porque “no se avizoran políticas concretas de revisar a la baja los egresos o que al menos se produzca un congelamiento en el crecimiento” de los mismos, añade.
Asimismo, la CNCS plantea que en un contexto económico con “indicios de desaceleración”, también la política salarial y monetaria debería estar “acorde a la realidad actual”, de modo de tener un “margen de maniobra que permita actuar de manera contracíclica”.
Ante el inicio de la actual ronda de Consejos de Salarios —para la cual el Poder Ejecutivo dio como lineamiento dar subas reales de entre 0% a 3%, más un 2% para los sueldos menores a $ 10.000—, Palacios afirmó que el aumento de costos en esa área es un “problema serio”.
“Hay que equilibrar la cosa, el trabajador hasta ahora ha venido siendo compensado en forma creciente. Pero cuando no hay réditos hay que ajustar las cosas”, opinó. Y añadió: “No hay por qué decir: ‘vamos a aumentarles a los que ganan poco’, sino, ‘vamos a administrar mejor para que rinda más el dinero’. Porque es mejor no aumentar a nadie y que la economía funcione. No es fácil, lo acepto”.
Pidió “mucha responsabilidad” en la negociación salarial, y que sea “eficiente, clara, rápida y que no se pidan cosas de más”.
Dijo que ajustar por IPC es una herramienta para actualizar los salarios y algo que “habrá que discutir”. Y apuntó: “No creo que se actualicen así los ingresos de los empresarios”.
“Verdaderos problemas”.
En la Memoria Anual, la gremial plantea que a pesar del fuerte crecimiento económico que el país tuvo en los últimos años, “factores claves que hacen al desarrollo de los negocios hoy se encuentran deteriorados”. Ello se debe —señala— a que no se impulsaron las medidas adecuadas ni se tomaron los recaudos o controles para “garantizar” que se cumplieran los objetivos “preestablecidos en las políticas impuestas”. Todo eso “evidencia problemas claves en la ejecución de las políticas públicas”, sostiene.
La CNCS plantea que entre los diversos asuntos que “hoy comienzan a verse como verdaderos problemas y obstáculos para el desarrollo de los negocios actuales y futuros se destacan: nuevas regulaciones de corte proteccionista, creciente intervención del Estado en las actividades económicas, escasos avances en materia de educación, baja calidad educativa de la mano de obra disponible, rigidez en costos salariales y no salariales, aumento de la presión fiscal, aumento de la inseguridad pública, desarrollo de la infraestructura escaso e inadecuado, importantes trabas burocráticas”. Todos estos elementos “determinan la productividad y competitividad de la economía, y en momentos de enlentecimiento (...) pasan a ser aspectos centrales de preocupación”.
Menciona mediciones internacionales, como la del Foro Económico Mundial, que muestran que el país “no ha avanzado” sino “desmejorado” en algunas de esas áreas.
Palacios se quejó también por las “señales negativas” que a su juicio se da a los inversores cuando “se regala a los empleados una compañía aérea que se funde, porque trabajaban allí”, en referencia al proyecto de la cooperativa de ex trabajadores de Pluna, hoy “Alas U”. Eso, apuntó, “no es de buena administración”.
También cuestionó la reapertura de una planta de cerámicas en Empalme Olmos (la ex Metzen & Sena), por parte de otra cooperativa de ex trabajadores. “Parece que dárselas a los funcionarios fuera la base, y no lo es”, dijo.
La gremial —que representa a más de 15.000 empresas del comercio y los servicios— entiende que “se debe transitar un camino de mejoras en todos los niveles de política económica” y que la “desaceleración” del crecimiento “deja en evidencia que la situación de estabilidad macroeconómica no se puede garantizar que se mantendrá en el tiempo”.
Añade en su Memoria, que como no se atacó de forma exitosa algunos cuellos de botella, los mismos pueden transformarse en obstáculos que terminen “comprometiendo así el futuro del país”.