Luego de 30 años como ejecutivo bancario en Cataluña (España), a Joan Antoni Melé se le presentaron dos opciones: prejubilarse con apenas 56 años o emprender un negocio distinto, una “banca ética”. Optó por la segunda.
Luego de 30 años como ejecutivo bancario en Cataluña (España), a Joan Antoni Melé se le presentaron dos opciones: prejubilarse con apenas 56 años o emprender un negocio distinto, una “banca ética”. Optó por la segunda.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“La palabra banquero hoy es un insulto, pero en realidad es una persona que tiene la oportunidad de cambiar el mundo, que puede apoyar a gente con proyectos creativos para que generen riqueza, no dinero”, dice hoy.
Invitado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y con el apoyo de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay, Melé brindó ayer miércoles 4 una conferencia frente a representantes de las principales instituciones de la plaza local. Allí expuso las características de Triodos Bank, un banco pequeño pero que logró abrir más de 1.500 cuentas diarias en plena crisis financiera mundial de 2008, ya que opta por invertir “con criterios humanos y una transparencia radical”. Esa particular entidad bancaria descarta proyectos vinculados a la energía nuclear, producciones agrícolas extensivas o alimentos transgénicos. Tampoco hace especulación financiera. Además, entre su presidente y el funcionario de menor jerarquía la diferencia salarial es de solo 9,5%.
Para Melé, esto es parte de una tendencia “imparable” porque los clientes “van a exigir cada vez más transparencia” a la banca.
“Hace años sobrepasamos las normas internacionales (que surgen del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea) porque para nosotros la solvencia es un tema ético, es no arriesgar el dinero de la gente que cuesta mucho ganar”, declaró a Búsqueda. Para el ejecutivo, con el nuevo compendio normativo (denominado Basilea III) “se perdió una oportunidad” ya que, sostiene, pudieron haberse incluido temas de ética y control de paraísos fiscales, por ejemplo. “Pero solo se controla el riesgo financiero. Desde la mentalidad bancaria no se piensa en nada más; necesitamos seguir predicando los valores humanos”, sostuvo.
La conferencia se hizo en la sede del Banco Central de Uruguay. Su presidente, Mario Bergara, señaló allí que los “temas éticos deberían estar en un lugar de mayor trascendencia” en la agenda pública.
Una pausa para el café en el evento tomó un tono inesperado para los asistentes y para Bergara, cuando, con la música de feliz cumpleaños de fondo, al jerarca le fue entregada una torta de chocolate con motivo de sus 51 años.