“Como ya hace varios años que todas las encuestas miden este clima de opinión, se podría pensar que los uruguayos ‘siempre’ han estado preocupados por este tema. No es así. El centro de la preocupación ciudadana desde antes de comienzos del nuevo siglo era la desocupación y la falta de fuentes de trabajo”, explica Cifra. Y añade: “Cuando asumió Vázquez en 2005, el desempleo preocupaba al 44% de la ciudadanía, y la inseguridad no aparecía (nadie o casi nadie la mencionaba) como problema acuciante. Entonces, detrás de desempleo se ubicaban otras preocupaciones vinculadas a la situación económica. Los preocupados por el empleo fueron gradualmente disminuyendo (más gradualmente de lo que disminuyó la tasa de desocupación), y a fines de la presidencia de Vázquez, los uruguayos dejaron de darle prioridad al empleo ‘como problema’ y empezó a aumentar la preocupación por la inseguridad y la violencia”.
De acuerdo con la consultora, a mediados de 2012 una clara mayoría (88%) de los uruguayos pensaba que la inseguridad era “uno de los dos principales problemas” del país. “Hoy el 78% piensa así (el 60% piensa que es el problema número uno y un 18% adicional piensa que es el problema número dos). El 31% menciona algún problema económico, entre los cuales se destaca la inflación, como uno de los dos principales problemas del país, y el 32% considera que lo es la educación”.
Un cambio en relación a las mediciones anteriores es que la seguridad hoy “preocupa casi por igual a los montevideanos y a los residentes del interior”, cuando dos años atrás “era un problema más” de la capital. “Las diferencias entre los grupos analizados son de matices, ya que en todos los casos, incluyendo los votantes de los distintos partidos, una mayoría clara señala la inseguridad como el principal problema del país”, dice Cifra.
Un “grupo minoritario” ubicó en primer lugar “algún problema económico (inflación, sueldos bajos, desocupación”, mientras que otro “casi del mismo tamaño”, priorizó la situación de la educación. “Preocupa más la economía que la educación a los residentes del interior, los adultos mayores y las personas con menos educación formal. A la inversa, preocupa más la educación que la economía a los montevideanos, los más jóvenes, y sobre todo a las personas que accedieron a estudios terciarios”.
“Firmes”.
En “época de campaña electoral” explica Cifra, “los políticos intentan hablar de lo que le preocupa a la gente”. Y aunque los votantes de todos los partidos “están mayoritariamente pidiendo soluciones para la inseguridad, hay matices”. Así, ese tema es “una preocupación más dominante entre los votantes no oficialistas, y también entre los indecisos, que entre los votantes del Frente Amplio, entre los cuales uno de cada cuatro señala como más crítico que la inseguridad un tema vinculado a la economía o a la educación”.
“Sin embargo, cuando se incluye también el ‘segundo problema más importante’, se observa que las preocupaciones de los votantes de todos los partidos son casi las mismas, ya que luego de la inseguridad, los votantes de la oposición destacan la educación y problemas económicos”, dice el informe. “En resumen, el diagnóstico de las ‘enfermedades’ del país es compartido por todos. El electorado mira a los políticos para determinar quién le da más garantías de proveer soluciones”.
En consonancia con la mirada mayoritaria en la opinión pública, los candidatos presidenciales y sus equipos han puesto el foco estos días en la seguridad pública y en sus ideas para mejorarla.
El lunes 15, Tabaré Vázquez dedicó buena parte de su conferencia “Uruguay por más” a la “seguridad pública y la convivencia ciudadana”.
Vázquez defendió la política desarrollada por el gobierno de Mujica en los últimos años y anunció en varias oportunidades que mantendrá al actual ministro del Interior, Eduardo Bonomi.
“Hay que ser firmes, firmes, y eficientes ante el delito. Pero también hay que ser firme, firme y eficiente con las causas que llevan al delito, y en esa tarea todos sin excepción debemos asumir las responsabilidades que nos competen”, dijo el lunes.
Si es electo presidente, Vázquez se comprometió a aplicar nueve medidas para mejorar la seguridad. Entre ellas prevé avanzar en la reforma del sistema de formación policial y dar un “combate implacable a la pasta base, el narcotráfico y el lavado de activos”. Además sostuvo que continuará con el proceso de actualización de “la infraestructura, equipamiento y tecnología, como redes de videovigilancia, flota de patrulleros, drones (aviones no tripulados) y helicópteros para vigilancia aérea”.
Emergencia.
Para el candidato blanco Luis Lacalle Pou, Uruguay vive una “emergencia en seguridad humana” en la que se engloba no solo a la delincuencia sino a los suicidios, adicciones y siniestros de tránsito. Así describió la situación el lunes 15, cuando presentó su agenda de gobierno en un evento en el Kibón. En el texto del programa, los técnicos del Partido Nacional acusan al Frente Amplio de haber “fracasado en el manejo de la seguridad” y enumeran algunas razones: “En lugar de ver a los policías como ciudadanos encargados de cuidar a sus conciudadanos, los han visto como un antiguo enemigo al que hay que controlar”, “adoptaron una visión ingenua e ideologizada sobre los orígenes del delito y sobre las formas de combatirlo” y “creen que al delito se lo puede controlar atendiendo únicamente a sus causas sociales y confunden el autoritarismo con el sano ejercicio de la autoridad”.
Además de la anunciada intención de crear una Guardia Nacional dependiente del Ministerio del Interior, dentro de las propuestas para mejorar la seguridad, los blancos hacen foco en una mejor gestión de los recursos humanos. “Nuestro gobierno dará prioridad a la transformación de la Policía como condición para recuperar una convivencia de calidad”, dice el programa. “No es posible tener una buena Policía sin buenos policías. La organización y la tecnología ayudan, pero no alcanzan por sí solas. Es necesario mejorar las políticas de reclutamiento, formación y remuneración”.
Además plantea “crear condiciones” para un adecuado ejercicio de la tarea policial. “No es razonable que los agentes de policía sean vecinos de las personas que deben vigilar o detener. Para un policía es difícil actuar con firmeza si sabe que su mujer y sus hijos corren peligro”, cuestiona. Para los blancos es “esencial” un programa de realojamiento del personal policial.
“Mejorar sustancialmente”.
El tema seguridad es uno de los principales puntos en la agenda diaria del candidato presidencial colorado, Pedro Bordaberry.
“La situación de la inseguridad está cada vez peor. Lo dicen las encuestas del ministerio”, dijo Bordaberry el lunes 15 en un acto en Pocitos organizado por el grupo de Gustavo Osta. “Tenemos que cambiar el enfoque de la seguridad. ¿Quiénes son los más importantes en la seguridad? ¿El que delinque? No, hay que cuidar al honesto, al que trabaja, a ese hay que cuidar”.
En su programa de gobierno, el Partido Colorado plantea aumentar la presencia policial y el patrullaje en las calles para “mejorar sustancialmente la seguridad ciudadana y prevenir el delito”. Propone utilizar tecnología para prevenir el delito apelando a drones, software de reconocimiento facial, sistemas móviles de escáneres, instalación de más cámaras de videovigilancia.
Otra idea apunta a establecer sistemas informáticos de base de datos, mapa de delitos y de estadística de información criminal. Además, el programa incluye medidas para combatir el crimen organizado. Por ejemplo, propone incrementar el control de las fronteras, por medio de aplicación de tecnología y un “fluido intercambio de información y cooperación internacional”.
Bordaberry tiene entre sus ejes de campaña reformar la Constitución para bajar la edad de imputabilidad a los 16 años para delitos graves, establecer un sistema especial para el internado y rehabilitación de menores de edad por fuera del INAU.
Algunos avances.
La postura de los independientes con respecto a la situación de la inseguridad se encuentra a mitad de camino entre el oficialismo y los partidos fundacionales. En su programa de gobierno, el PI considera que en el último período hubo “avances importantes” en el área, pero que resultan “insuficientes” para revertir la situación.
El partido encabezado por Pablo Mieres propone continuar con políticas desarrolladas por el actual gobierno. Entre ellas la de incrementar las remuneraciones de la Policía, con mayor peso de las compensaciones variables en función del cumplimiento de compromisos de gestión.
Con algunas medidas que ya se aplican, los independientes opinan que se debe instrumentar una reforma estructural del instituto policial, reorganizando sus funciones en cinco áreas especializadas: Policía Ciudadana, Policía Judicial, Policía Internacional, Policía Científica e Información e Inteligencia.